jueves, octubre 17, 2013

¡Qué Triste!

No soy perfecto. No porque otras personas no puedan serlo sino porque yo no lo soy. Y esto lo digo porque diariamente lucho con cosas de mi carácter que no me gustaría que estuviesen ahí, pero están. Quisiera imaginarme que Dios me dice como a Pablo: "Bástate mi gracia porque mi poder se perfecciona en las debilidades...", pero no es así en todos los casos.

Digo esto porque, a pesar de que tengo cosas que trabajar en mi carácter como todo el mundo, me entristece profundamente ver en medio del liderazgo cristiano, gente que trabajan mucho su homiléctica (como van a hablar), se mantienen al día con todo lo que hay sobre liderazgo, algunos oran mucho y hasta leen la Biblia, estudian la Palabra de Dios profundamente (aunque no se para qué), son impecables en cómo administran las cosas de Dios, pero su orgullo es tan profundo, su falta de amor es tan evidente, no hablan con pastores u otros líderes que tienen posiciones diferentes a ellos, y eso que... predican del amor de Dios.

Ayer me entristecí tanto con par de cosas que vi esta semana con ciertos pastores amigos (varias experiencias, no una), que me preguntaba, al ver que el asunto era tan general, si todo este circo que se hace y que se le pone por nombre iglesia vale la pena, ¿es eso la iglesia de Cristo? ¿está Cristo en medio de nuestras contiendas, peleas, discusiones (que llamamos "debates")? ¿como (¡por Dios!) leemos y estudiamos profundamente la Biblia y no nos damos cuenta de que el amor debe ser sacrificial y extendido aún a nuestros enemigos, a quienes nos persiguen, por quienes debemos orar y hasta darle comida y agua? ¿vale la pena la inversión en personas, recursos materiales y económicos para que la cosa sea así?

Me entristecí tanto que me hice todas esas preguntas... y muy en serio.
Obvio que la iglesia vale la pena.
Obvio que eso no puede ser la iglesia de Cristo.
Obvio que necesitamos cada vez más a Dios.
Pero me pregunto: ¿dónde está esa iglesia que vale la pena? ¿dónde está esa gente que "considera a los demás como superiores a sí mismo"?
Y la veo, pero no en lo que parece ser gente exitosa ni ministerios extravagantes (aunque me encantaría decir lo contrario) sino en los lugares más inesperados.
Dios me ha consolado, pero cada vez que pienso en esto digo "¡Qué triste!"
------------------------------------------------------
Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons

Foto Cortesía de Thomas Hawk

Usado Con Permiso Bajo Licencia Creative Commons

martes, octubre 15, 2013

¿Te Atreves?


"Si quieres experimentar el amor como nunca antes, 
la próxima vez que te encuentres en una situación de competitividad, ora que los otros que están alrededor tuyo les vaya mejor, sean más reconocidos, y más usados por Dios que tú. Hazlo de verdad, esfuérzate en eso por ellos y llénate de alegría por su éxito. 
Si los Cristianos en todo el mundo hicieran 
esto unos por otros, la tierra pronto sería llena del conocimiento de la gloria de Dios."
Dallas Willard

¿Te atreves?
------------------------------------------------------

Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons
Foto Cortesía de Thomas Hawk
 Usado Con Permiso Bajo Licencia Creative Commons

miércoles, octubre 02, 2013

¿Hay Marcianos En Saturno?

¿Qué te puedo decir?
Supongo que te sabes la respuesta a esa pregunta, aunque podemos encontrar un montón de afinidades, algo como:
- "Bueno, no se ha encontrado ninguna especie parecida a la humana en Marte... Y, btw: los hombrecitos de Saturno se llamarían 'Saturnianos'."
- O "podría ser que los hombrecitos que no encontramos en Marte se mudaron a Saturno, en ese sentido diríamos que existe la posibilidad de que haya Marcianos en Saturno, pero tendríamos que encontrarlos."
Esas dos "opciones" nos darían rato para conversar. Pero este post (lamento decepcionarte) no se trata de marcianos, vida espacial ni zombies extraterrestres, se trata de la increíble capacidad que hemos desarrollado los cristianos de hacer preguntas irrelevantes, disfrazarlas de "necesitamos tener ESA respuesta" y finalmente llevarlas al debate.
¿Por qué será? ¿Morbo? ¿Aburrimiento?
¡No se! Pero cosas como:
¿Qué tipo de pan comió Jesús?
¿De que color era el burro con que entró a Jerusalén?
El Apóstol Pablo, ¿era calvo?
¿Pedro habló en lenguas en Chino?
¿Jesús era rubio?
¿Tenía el pelo largo o corto?
¿Qué escribía Jesús en el suelo cuando le llevaron la mujer adultera?

¿A dónde nos llevan?
Creo que a ninguna parte y desvían a un verdadero creyente de las preguntas que realmente debe hacerse para vivir una vida abundante, como la que Cristo prometió que viviríamos.
La próxima vez que te hagan una pregunta como esta, respóndele así:
"Querido hermano, ¿hay marcianos en Saturno?"

¡Qué tengas una excelente semana!
------------------------------------------------------
Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons

Foto Cortesía de Thomas Hawk

Usado Con Permiso Bajo Licencia Creative Commons