EXISTEN LOS OTROS

Mientras escribo esto reflexiono en los grandes cambios que en mi país (República Dominicana) estamos experimentando: de un país amigable, conocido por todos como de gente amable, atenta y que comparte, estamos perdiendo la conciencia de que vivimos en contexto con otros, y en la única forma en que nos pensamos en relación a otros es para que me beneficien, ya sea que me reconozcan, que noten lo que hago y de lo que soy capaz, que me admiren o, en un sentido más negativo que el anterior: explotarlos, aprovecharme de ellos o abusarlos.

Sí: hay más profesionales.

Sí: somos una sociedad más "moderna".

Sí: hay más gente progresando económicamente.

Si: parecemos más inteligentes.

Pero también: Sí, nos estamos volviendo más estúpidos socialmente.

No podemos vivir como si fuésemos las únicas personas en el mundo, necesitamos a otros y dependemos de otros aunque no nos de la gana reconocerlo. 

¿Siembras? Pero comes. 

¿Crías vacas o pollos o chivos? Quizás no: pero comes carne. 

¿Haces tu propia ropa? Mira... la lista de cosas que no haces pero que necesitas que otros hagan por ti es larguísima, el único OTRO que no depende de otros es Dios. Por una vez en tu vida, piensa en que vives en relación a otros y respétalos, honra eso, se amable, piénsate en contexto, en qué les importa a otros y no solo a ti, gana un poco de empatía, antes de que nuestra sociedad se desplome y nos lamentemos porque ya nadie se da la cara o se ayuda.

Existen los otros.

Date cuenta.

Existen.

¡Por favor!

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PD: escribí este post en un taxi mientras trataba de leer y el taxista escuchaba su música, le pedí que lo bajara por favor, a lo cual accedio, pero después de dos minutos lo subió más alto. Gracias.

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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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2- Ver Desde Otros Ojos

“Querer sacar de las Escrituras un conocimiento que le compete a la ciencia y que no tiene nada que ver con la salvación del hombre, es querer usar las Escrituras para un propósito ajeno a la intención de Dios y en consecuencia es abusar de ella.”
René Descartes

La Biblia es un libro antiguo que ha trascendido épocas, estaciones, culturas, etc. Escrita, obviamente, por hombres que vivían en esos tiempos (antiguos... ¡daaa!) y que percibían el mundo como el ser humano de esa época. Es también obvio que, aunque respondían a su entorno de la manera en que lo hacían en su época, eran avanzados en su entendimiento del Altísimo, del Dios que creían había creado los cielos y la tierra.

Uno de los fatales errores que se cometen al leer la Biblia es tratar de ponerle a ese hombre antiguo, que experimentó los hechos y las palabras que luego terminaron en la Biblia, el cerebro del hombre contemporáneo con todos sus terabytes de información  y una visión y cosmovisión que corresponde a esa clase de conocimiento, y que termina siendo condicionado por lo que ya sabemos.

Eso quiere decir que, en relación a nosotros, su visión del universo era limitada, de la misma manera en que Newton tenía una visión limitada del universo en relación Einstein y a nosotros. Una visión que, dentro de cien años, será limitada o considerada errónea. Así que, de la forma en que pudo y la capacidad que tenía (en la mayoría de los casos superior a quienes le rodeaban) explicó lo trascendente, a Dios, al Shaddai, al Altísimo, origen de todo y quien dio origen a todo, lo que vemos y no vemos.

Ese hombre no quiere explicarnos con detalles científicos cómo se creó el universo, el hombre y la mujer, la flora, la fauna y todo lo que hay, sino que quiere dejarnos saber que tuvo su inicio y causa en Dios. No quiere (ni le interesa, especialmente porque... lo desconoce) darnos información sobre las partículas atómicas y subatómicas, y otros datos que nos hacen sentir inteligentes o creer que se nos está dando... "información correcta"; sino que quiere conectarnos con la información de otra dimensión que intercepta constantemente con esta, hablarnos de un Dios que le ha dado origen al mundo, que no ha abandonado el universo que creó y que tiene supremo interés en el ser humano.

Si queremos entenderlo debemos de ver la Biblia inicialmente con esos ojos.

Seguimos en el próximo post, tengo que beber café.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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