martes, octubre 22, 2019

Eugene Peterson: Ya Hace Un Año


Recuerdo que a principio de mis "veintes" perdí todo interés en la lectura bíblica. Había desarrollado la costumbre de leer la Biblia de tapa a tapa, pero el lenguaje elevado y antiguo de la traducción que usualmente leía se había convertido en un bloqueo importante y eso no solo para mi, sino también para el grupo de jóvenes a quien intentaba conectar con Dios. En esa época leía una entrevista a Bono (cantante principal de U2) en la revista RollingStone, en la entrevista le pregunta que ha estado leyendo últimamente y Bono responde:
"hay una traducción de las Escrituras - del Nuevo Testamento y de los Libros de Sabiduría- que este tipo Eugene Peterson ha realizado. Ha sido una fuente de gran fortaleza para mi. Es un poeta y académico, y ha podido traer de vuelta el tono en el que los libros fueron escritos."

Diría que "diosidencialmente" unas semanas después, un amigo que estaba estudiando en Estados Unidos me regaló una copia del Evangelio de Juan de "The Message", y fue como "¡wow! esta es la traducción de la que Bono hablaba". Unos meses después un amigo pastor me regaló varias copias del Nuevo Testamento de la traducción de Peterson, que compartí gustosamente con algunos amigos, y meses después terminé comprando la Biblia completa. Piensa lo que quieras pero: The Message me ayudó a reconectarme con las Escrituras. También a descubrir a este pastor y traductor de la Biblia que había hecho este esfuerzo, primero para poder comunicar la Biblia a su congregación de forma que pudiesen entenderla, y luego aceptando el reto de traducir la Biblia completa para una generación que se había desconectado del Libro Sagrado.

Siete u ocho años después de descubrir "The Message", me encontraba en una gran crisis en el llamado pastoral, y accidentalmente decidí leer los libros de Peterson, inicié por el menos recomendado (diosidencialmente): "Under The Unpredictable Plant", ¡y me salvó la vida! Hice un compromiso con no huir del ministerio pastoral, un voto de estabilidad, y un voto de anonimato: no usaría el ministerio como una forma de exaltar mi persona, y seguí el consejo de Peterson: "No copies a los 'pastores celebridades", eso es estúpido." Y aquí estoy.

Lejos estaba de mis pensamientos (17 o 18 años cuando por primera vez leí "The Message") que años después yo sería también un pastor que trabaja en traducciones de las Escrituras.  Pero, Dios hace su asunto.

Hoy se cumple un año de la muerte de Eugene. Mucha gente tiene cosas terribles que decir de este hombre, yo soy producto (aunque nunca lo conocí en persona) de su trabajo en la obra pastoral y de traducción.

Gracias Dios por Eugene.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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martes, octubre 08, 2019

Aliados En Tu Palabra (Salmo 119:73-80)


73- Juntaste mis partes, formándome con tus manos y me afirmaste,
Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.
74- Junto a tu Palabra he puesto mi esperanza,
por eso los que te temen me verán y se alegrarán.
75- Justos son tus juicios, de eso estoy seguro,
y creo que tuviste razón en afligirme.
76- Júbilo y paz me provean tu amor compasivo,
De acuerdo a las promesas que le hiciste a este tu siervo. 
77- Justo ahora necesito tu compasión para vivir,
Porque disfruto mucho tu Palabra.
78- Jactanciosos insolentes buscaron difamarme, Avergüénzalos.
Yo me alegraré en tus preceptos.
79- Júntense conmigo aquellos que te reverencian,
y los que conocen tus testimonios.
80- Junta las piezas rotas de mi corazón con tus decretos,
 para que sea impecable, se que así no andaré en vergüenza. 

El "camino", "caminar", "recorrer", son temáticas comunes en este salmo, del que ya casi alcanzamos la mitad. Y es feo caminar solo, especialmente cuando el recorrido es largo.
Y la vida de fe es un recorrido largo.

Algunas personas afirman que pueden...
que lo prefieren...
que cuando se trata de seguir a Dios les encanta no tener compañía...
Pero eso es una excusa...
Y, como excusa podría funcionar para cortar la conversación (aunque muchas veces es un combustible para seguir hablando)...
pero no funciona para mantenerse constante,
para perseverar en seguir el recorrido.
Por lo menos no he visto que funcione.

Así que, a este punto, veo el llamado del salmista a tener compañía, como diciendo "sí, hay insolentes, enemigos, gente que me acorrala; pero también hay personas que recorren honestamente estos caminos, que han podido conectarse con Dios, que le temen", por eso:
«Júntense conmigo aquellos que te reverencian,
y los que conocen tus testimonios.» (v. 79)

No podemos negar que en cualquier ruta que recorramos en la vida (profesional, estudiantil, relacional) siempre hay unos personajes que se oponen, son obstáculo y, por razones que a veces desconocemos, el propósito de sus vidas es hacer nuestras vidas imposibles. Muchas veces nos sobre-enfocamos en esas personas, y solo hablamos de lo fastidioso que es, de cómo una vez fueron amigos y ahora son cualquier cosa, de la gente... y la gente y la gente...
Pero,
¿habrá personas que quieran caminar para apoyar,
para respaldar,
para animar?
¡Qué difícil!

Hace algunos años, mientras leía un libro de Dallas Willard que no me acuerdo cuál es, Willard decía:
"Pídele al Señor que te de acompañantes que compartan tus pensamientos, tu corazón, y tu intención con Sus propósitos. Él los proveerá."
Y recuerdo que, aparte de que en ese momento los necesitaba, me pareció una fabulosa idea: "¿por qué no orar por aliados?"
«Señor, "Júntense conmigo aquellos que te reverencian...", en el nombre de Jesús. Amén.»
Y el Señor los suplió.
Lo demás es historia.
Quizás... solo debas orar.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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martes, octubre 01, 2019

Salmo 119:1-128


Antes de seguir con la traducción y comentario del Salmo, coloco lo que hasta ahora he traducido de modo que sea más fácil una lectura continua y que sea más evidente el acróstico. Este salmo, como quizás sabes, lleva en hebreo el orden del alef-bet (alefato o alfabeto hebreo), así que en español he ido siguiente nuestro alfabeto:

A
1- A los de camino recto,
que avanzan en la Palabra del Señor:
Dios los bendice.
2- A los que viven de acuerdo a sus testimonios, 
y han invertido todo en buscarle: 
Dios los bendice.
3- Aquellos que no hacen maldad
y se conducen por sus caminos.
4- Acatar tus preceptos
has mandado.
5- ¡Ah, si se enderezara mi vida
para cumplir tus decretos!
6- Así no sentiría vergüenza
de observar tus mandamientos.
7- Alabaré con diligencia
cuando aprenda tus justos juicios.
8- Atenderé a tus enseñanzas
¡Nunca me abandones!

B
9- ¿Blanquearía el joven los caminos de su vida?
¡Claro que sí! Guardando tu Palabra.
10- Buscarte con todo me he propuesto
No permitas que me desvíe.
11- Bien grabados en mi mente
están tus dichos,
pues no quiero pecar contra Ti.
12- ¡Bendito eres Señor!
Enséñame tus decretos.
13- [mi] Boca anuncia
todos los juicios de tus labios.
14- Bonanza y alegría me dan tus testimonios,
¡Más que todas las riquezas!
15- Buscaré tus caminos,
Meditaré en tus preceptos.
16- Bienestar y deleite encuentro en tus decretos,
No olvidaré tus palabras.

C
17- Concédele a tu siervo larga vida,
y guardaré tu Palabra.
18- Cubiertos están mis ojos,
Descúbrelos, así podré ver 
las maravillas de las Escrituras.
19- Camino de paso en esta tierra,
no escondas de mi tus mandamientos
20- Con gran anhelo y todo el tiempo,
mi alma desea tus juicios.
21- Confronta al arrogante y al malvado,
pues se han apartado de tus mandamientos.
22- Corre de mi la vergüenza y el desprecio,
pues me mantengo fiel a tus testimonios.
23- Conspiran contra mi los poderosos,
aún así tu siervo medita en tus decretos.
24- Consuelo e instrucción
son tus testimonios,
¡En ellos me deleito!

D
25- Del polvo se pega mi alma,
reanímame con tu Palabra.
26- De todos mis planes te di cuentas
¡y me respondiste!
Enséñame tus decretos.
27- Dame discernimiento para caminar en tus preceptos
y meditaré en tus maravillas.
28- De angustia transpira mi alma
¡levántame con tu Palabra!
29- De la senda engañosa apártame,
muéstrame tu gracia en tu Palabra.
30- Decidido estoy a caminar en tu fidelidad,
afírmame en tus juicios.
31- De tus testimonios me he aferrado,
no permitas que sea avergonzado.
32- [me] Desplazo rápidamente 
por el camino de tus mandamientos,
porque has ampliado mi manera de pensar.

E
33- Enséñame Señor, cómo se recorre el camino de tus decretos,
y lo seguiré hasta el final.
34- En tu Palabra hazme entendido,
y me concentraré en obedecerla.
35- Encamina mis pasos por tus mandamientos,
¡no disfruto nada más!
36- Expande mi mente con tus testimonios,
y aléjame de ganancias mal habidas.
37- En tus caminos se preserva mi vida,
¡Aparta mis ojos de disparates!
38- Edifica a tu siervo con tu Palabra,
pues solo a Tí te doy honra.
39- El pensar que seré avergonzado me aterra,
¡Líbrame! ¡Qué buenos son tus juicios!
40- En tu justicia encuentro vida
¡Cómo deseo tus preceptos!

F
41- Favoréceme con tu gran amor, Señor,
Y sálvame de acuerdo a tu Palabra.
42- [al] Fastidioso podré responder,
Pues confío en tus caminos.
43- Fija en mi boca, cada día, la Palabra de Verdad, 
Pues en tus juicios espero.
44- Fielmente guardaré tu Palabra, 
¡Todos los días de mi vida!
45- Firme he sido en buscar tus preceptos,
Por eso puedo caminar con libertad.
46- Frente a gente de poder
hablaré de tus testimonios,
¡No me avergonzaré!
47- ¡Feliz con tus mandamientos!
Los amo.
48- Fuente de felicidad son tus decretos,
Amo tus mandamientos,
a ellos levanto mis manos.

G
49- Garantízame que recordarás lo que prometiste a tu siervo,
esas palabras son mi esperanza.
50- Grande es mi miseria, pero este es mi consuelo:
Que tu Palabra me vivifica.
51- Groserías y burlas me lanza el arrogante,
pero no me he desviado de tu Palabra.
52- Grabados tengo tus juicios desde hace muchos años,
y me lleno de consuelo, Señor.
53- Gran indignación es lo que siento, por los malvados
que se olvidan de tu Palabra
54- Grité tus decretos como canciones,
mientras estuve exiliado.
55- Guardaré tu Palabra, Señor,
en las noches recuerdo tu Nombre.
56- Guardar tus preceptos,
¡eso es lo que me corresponde!

H
57- He dicho: “El Señor es mi herencia”,
guardaré tu Palabra.
58- He buscado tu Presencia con todo,
Se bondadoso conmigo por tu Palabra.
59- He pensado en mi forma de vivir,
y decidí volver a la ruta de tus testimonios.
60- Hasta apresuré mis pasos,
y no me he atrasado en vivir por tus mandamientos.
61- Hordas de malvados me rodean,
pero no he olvidado la Palabra del Señor.
62- He despertado a medianoche para agradecerte,
porque tus juicios son justos.
63- [me] He aliado con todo el que te reverencia,
y con aquellos que viven por tus preceptos.
64- He visto que tu amor bondadoso cubre la tierra,
enséñame tus decretos. 

I
65- Incúlcame tu bondad, Señor,
de acuerdo a tus promesa.
66- Impárteme conocimiento y dame buen discernimiento
Pues confío en tus mandamientos
67- Insistí en desviarme del camino y me afligí,
ahora me sostiene tu Palabra
68- Instrúyeme en tus decretos,
Eres bueno y me haces bien.
69- Insolentes me atacan con sus mentiras,
Aún así estoy determinado a vivir por tus preceptos.
70- Insensibles se han vuelto en su necedad
En cambio yo en tu Palabra me deleito.
71- ¡Increíble! Pero ser avergonzado me hizo bien,
así me enfoqué en aprender tus decretos.
72- Inspirarme en las Palabras de tu boca 
me hace más bien que tener mucho dinero.

J
73- Juntaste mis partes, formándome con tus manos y me afirmaste,
Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.
74- Junto a tu Palabra he puesto mi esperanza,
por eso los que te temen me verán y se alegrarán.
75- Justos son tus juicios, de eso estoy seguro,
y creo que tuviste razón en afligirme.
76- Júbilo y paz me provean tu amor compasivo,
De acuerdo a las promesas que le hiciste a este tu siervo. 
77- Justo ahora necesito tu compasión para vivir,
Porque disfruto mucho tu Palabra.
78- Jactanciosos insolentes buscaron difamarme, Avergüénzalos.
Yo me alegraré en tus preceptos.
79- Júntense conmigo aquellos que te reverencian,
y los que conocen tus testimonios.
80- Junta las piezas rotas de mi corazón con tus decretos,
 para que sea impecable, se que así no andaré en vergüenza. 

L
81- Languidece mi alma esperando tu rescate,
en tu Palabra encuentro esperanza.
82- Los ojos se me nublan esperando tus promesas,
y hasta he dicho: ¿cuándo vendrás a consolarme?
83- La piel se me ha quebrado como odre ahumado,
aún así no he olvidado decretos.
84- ¿Le quedarán muchos años a tu siervo?
¿Cuándo harás justicia con los que me persiguen?
85- Los insolentes traman atraparme,
¡Y eso va contra tus leyes!
86- Legítimos son todos tus mandamientos,
pero ellos me persiguen con mentira, ¡ayúdame!
87- La destrucción casi me alcanza en esta tierra,
pero no he dejado de vivir por tus preceptos.
88- Los testimonios de tu boca atesoraré,
por tu amor y bondad déjame vivir.

M
89 Mantienes firme, Señor, en los cielos:
tu Palabra por la eternidad.
90 Miles de generaciones han visto tu fidelidad,
y has establecido los pilares de la tierra.
91 Mantienes cada día firmes con tus juicios
¡todo lo que existe está a tu servicio!
92 Miseria me hubiese consumido,
si no me deleitase en tu Palabra.
93 Me he propuesto no olvidar tus preceptos,
Ellos me vivifican.
94 Mira que soy tuyo, ¡sálvame!
pues solo busco tus preceptos.
95 Malvados me esperan para destruirme,
yo consideraré con seriedad tus testimonios.
96 Me he fijado que todo lo perfecto terminará,
¡pero tus mandamientos no tienen límites!

N
97 ¡Nada amo más que tus instrucciones!
Medito en ellas todo el día.
98 Ninguno de mis detractores son más sabios que yo,
pues llevo siempre tus mandamientos conmigo.
99 Ni mis maestros tienen mejor percepción que yo,
pues tus testimonios son mi meditación.
100 Notable es que entiendo más que los ancianos,
pues me sostengo con tus preceptos.
101 Negado estoy a poner mis pies en sendas malvadas,
para poder guardar tu Palabra.
102 No me desvío de tus juicios, 
pues Tú mismo me enseñas.
103 Nada es más dulce a mi paladar que tus promesas.
Es más placentera que la miel en mi boca.
104 Nutro con tus preceptos mi mente,
por eso desprecio todo camino de mentira.

O
105 Observo el camino a la luz de tu Palabra,
es lámpara a mis pies.
106 Obedecer y guardar tus justos juicios
he prometido, y lo he cumplido.
107 ¡Oh, cuánto me aflijo, Señor!
Reanímame con tu Palabra
108 Ofrezco mi voz para alabarte, acéptala Señor,
y enséñame tus juicios.
109 Oscilo entre la vida y la muerte, 
Pero no he olvidado tus instrucciones.
110 Ostentan atraparme mis enemigos,
Pero no me he desviado de tus preceptos. 
111 Obtengo un gran tesoro con tus testimonios, 
pues le dan alegría a mi mente.
112 Ordené mis pensamientos alrededor de tus decretos,
desde ahora hasta la eternidad.

P
113 Por los desleales siento desprecio,
pero amo tu Instrucción.
114 Pongo mi refugio en tu Presencia. Eres mi escudo,
y por tu Palabra tengo esperanza.
115 ¡Pónganse a un lado malvados!
Estoy enfocado en obedecer los mandamientos de Dios.
116 Por tu Palabra sosténme y viviré,
y no dejes que en la espera sea avergonzado.
117 Ponme a salvo con tu sustento,
pues siempre tengo en alto tus decretos.
118 Pon a un lado a todos los que desprecian tus decretos,
Pues se engañan con sus mentiras.
119 Podredumbre y escoria son los perversos de la tierra.
Tú los haces desaparecer,
por eso me enfoco en tus testimonios.
120 Por reverencia a tu Presencia tiembla todo mi ser,
y respeto profundamente tus juicios.

Q
121 Quita de mis hombros la mano del opresor,
Porque hago lo que es recto y justo.
122 Que no me oprima el arrogante,
Concédele a tu siervo bondad.
123 ¡Quiero tu salvación! Mis ojos desfallecen en la espera,
y por tus palabras de justicia.
124 Quiero aprender tus decretos.
Haz con tu siervo de acuerdo a tu amor bondadoso.
125 Quisiera conocer tus testimonios,
Soy tu siervo ¡dame conocimiento!
126 Quebrantan constantemente tus Instrucciones
 ¡Es tiempo de actuar y hacer lo que le agrada al Señor!
127 ¡Qué amor siento por tus mandamientos!
Más que el oro, más que el oro más fino.
128 Quiero vivir con rectitud y de acuerdo a todos tus preceptos,
por esa razón es que todo camino de mentira he odiado.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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Foto cortesía de Masha Manapov

Descarriarse y Encontrarse (Salmo 119:65-72)


65- Incúlcame tu bondad, Señor,
de acuerdo a tus promesa.
66- Impárteme conocimiento y dame buen discernimiento
Pues confío en tus mandamientos
67- Insistí en desviarme del camino y me afligí,
ahora me sostiene tu Palabra
68- Instrúyeme en tus decretos,
Eres bueno y me haces bien.
69- Insolentes me atacan con sus mentiras,
Aún así estoy determinado a vivir por tus preceptos.
70- Insensibles se han vuelto en su necedad
En cambio yo en tu Palabra me deleito.
71- ¡Increíble! Pero ser avergonzado me hizo bien,
así me enfoqué en aprender tus decretos.
72- Inspirarme en las Palabras de tu boca 
me hace más bien que tener mucho dinero.


En esta parte del Salmo 119 me doy cuenta que en la mayoría de las secciones hay un patrón:
  1. - Se exaltan las Escrituras.
  2. - Luego se comparte una experiencia en la que el escritor estuvo apartado o extraviado, pero fue encontrado o pide ser encontrado.
  3. - Cuenta sobre los enemigos que lo molestan, y ora en su contra.
  4. - Termina exaltando la Palabra.

Los versículos que estamos viendo hoy son un perfecto ejemplo de esta estructura, quizás un patrón de oración en la época en que el Salmo 119 fue escrito (no todos los salmos se escribieron en la misma época, por si acaso). Uno de los versículos que más me llaman la atención es el 71, y que traduje así:
     «¡Increíble! Pero ser avergonzado me hizo bien,
        Así me enfoqué en aprender tus decretos.»

Si volvemos a algunos de los versículos anteriores a esta sección del salmo, la "vergüenza" es uno de los temores más grandes del salmista:
     - versículos 5-6:
       «¡Ah, si se enderezara mi vida
         para cumplir tus decretos!
         Así no sentiría vergüenza
         de observar tus mandamientos.»

     - versículo 22:
        «Corre de mi la vergüenza y el desprecio,
          pues me mantengo fiel a tus testimonios.»

     - versículo 31:
       «De tus testimonios me he aferrado,
         no permitas que sea avergonzado

     - versículo 39:
         «El pensar que seré avergonzado me aterra,
         ¡Líbrame! ¡Qué buenos son tus juicios!»

Ahora sabemos (por el versículo 71) que finalmente lo visitó su miedo: la "vergüenza" (¡chachachachá!). El salmista pudo mandar todo al carajo y seguir con su vida de aflicción y desvío, pero ha meditado en las Escrituras, ha probado las bendiciones de Dios y ha visto el resultado de confiar en sus promesas, entonces: "¡Qué bien me hizo ser avergonzado!", termina viéndolo como parte de la obra de Dios en su vida. 

Esto:
Hay muchas cosas de las que nos podemos lamentar,
pero...
si pensamos bien, 
si tomamos unos minutos y hacemos una pausa,
si pensamos hasta el punto en que podemos ver incluso los silencios entre nuestros pensamientos:
nos daremos cuenta que hay mucho más cosas por las que podemos dar gracias..

Da gracias.
Quizás eso que te pasa o pasó (que como el salmista pudo ser exactamente lo que temías), es parte de un proceso de renovación y de "darte cuenta", que es tiempo de enfocarte en el Camino.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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