miércoles, agosto 28, 2019

En Tu Ruta (Salmo 119:57-64)


57 He dicho: “El Señor es mi herencia”,
guardaré tu Palabra.
58 He buscado tu Presencia con todo,
Se bondadoso conmigo por tu Palabra.
59 He pensado en mi forma de vivir,
y decidí volver a la ruta de tus testimonios.
60 Hasta apresuré mis pasos,
y no me he atrasado en vivir por tus mandamientos.
61 Hordas de malvados me rodean,
pero no he olvidado la Palabra del Señor.
62 He despertado a medianoche para agradecerte,
porque tus juicios son justos.
63 [me] He aliado con todo el que te reverencia,
y con aquellos que viven por tus preceptos.
64 He visto que tu amor bondadoso cubre la tierra,
enséñame tus decretos.

Volviendo a la carga con mis traducciones y reflexiones del Salmo 119, que había atrasado (lamentablemente) por cuestiones académicas... ¡y aquí vamos!
Esta quizás fue la parte más fácil de traducir. La "H" (en hebreo esta sección empieza con la letra ח) me dio la facilidad que otras letras no me dieron y... 
el versículo 57 es sumamente significativo para mi: tener al Señor como herencia, como el recurso más valioso, como lo más importante, el tesoro de mayor valor (con cierta conexión con Mateo 13:44-46, a pesar de que el pasaje neotestamentario se refiere al Reino de los Cielos), como la verdadera riqueza, ha sido uno de los pasos más importantes que he dado en mi vida. Todo es tan pasajero, las emociones positivas por momentos vividos (especialmente hoy) son tan puntuales y duran tan poco, la inestabilidad del mundo puede arrasar con todo lo que alguien ha construido en días o en... segundos, y la individualidad ha destruido la posibilidad de amistades puras y duraderas... esto solo mencionando algunas cosas. 

La reflexión en las Escrituras ha llevado al salmista a repensarse y tomar la ruta que conduce al Reino y, a pesar de que los malvados lo han emboscado, a pesar de que la individualidad ha destruido otros posibles compañerismos, ha encontrado una gran alianza con aquellos que han decidido vivir en reverencia al Altísimo, con los compañeros que ha encontrado en estas avenidas santas de los que sirven a Dios.

Pero... la más grande de las lecciones hasta este punto en la traducción es que los momentos difíciles, la traición, la pérdida, la tristeza y otras realidades de la vida, no lo dejan olvidar las Escrituras, y eso (como ya he dicho antes) es algo que quiero llevar conmigo el resto de mi vida.

Hace unos días cumplí 42 años, no se cuántos años más viviré, pero sí se que quiero vivirlos en la ruta de Sus Testimonios y entre gente que busca primero su Reino. ¡Qué tengas un excelente día!
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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Foto Cortesía de Hebrew Calligrapher