jueves, noviembre 28, 2019

Es Suficiente... Por Hoy (Salmo 119:113-120)

113 Por los desleales siento desprecio,
pero amo tu Instrucción.
114 Pongo mi refugio en tu Presencia. Eres mi escudo,
y por tu Palabra tengo esperanza.
115 ¡Pónganse a un lado malvados!
Estoy enfocado en obedecer los mandamientos de Dios.
116 Por tu Palabra sosténme y viviré,
y no dejes que en la espera sea avergonzado.
117 Ponme a salvo con tu sustento,
pues siempre tengo en alto tus decretos.
118 Pon a un lado a todos los que desprecian tus decretos,
Pues se engañan con sus mentiras.
119 Podredumbre y escoria son los perversos de la tierra.
Tú los haces desaparecer,
por eso me enfoco en tus testimonios.
120 Por reverencia a tu Presencia tiembla todo mi ser,
y respeto profundamente tus juicios.

Conceptos como "reverencia", "honor", "respeto", "temor de Dios", son tan ajenos a nuestros tiempos que a veces es como raro hablar de ellos. Sin embargo, estamos viendo lo que sucede cuando una generación desprecia sus "ancianos", cuando el honor se gana mediante la difusión de la "valentía para hacer actos deshonrosos", y cuando no hay respeto a ninguna autoridad o el "temor de Dios" es... extraño. La verdad es que no hemos avanzado, sino que estamos atrás: los expertos nos engañan con "sus estudios", gente que tiene la capacidad de difundir a miles sus ideas son difusores de noticias falsas o reciben dinero para que tengamos solo una parte de la verdad, o la verdad distorsionada, et... cétera.

Hace tiempo escribí que, al dejar atrás todas esas cosas, le hemos abierto paso a una nueva sociedad: La sociedad que lo sabe todo, que tiene todas las respuestas y que no cuestiona ninguna. Del orgullo. Ahora somos adolescentes eternos, luchando por mejor información y mejores respuestas. Cuestiona al que cuestiona y te darás cuenta que no tiene la menor idea de por qué entiende que cuestiona. La gente "sabe" porque aprecia la información no porque quiere... saber. Entonces: no sabe. Una sociedad que ha despreciado a Dios como autoridad pero tiene como autoridad a necios... lo digo sin miedo.

Necesitamos hombres y mujeres que sientan un profundo respeto por Dios, por su Palabra, su Instrucción, y que honren y obedezcan sus mandamientos, que se enfoquen en sus testimonios (v. 119).

No hacerlo no ha probado ser mejor sino: peor.
Creo que es suficiente... por hoy.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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jueves, noviembre 21, 2019

Poner En Orden La Cabeza (Salmo 119:105-112)

105 Observo el camino a la luz de tu Palabra,
es lámpara a mis pies.
106 Obedecer y guardar tus justos juicios
he prometido, y lo he cumplido.
107 ¡Oh, cuánto me aflijo, Señor!
Reanímame con tu Palabra
108 Ofrezco mi voz para alabarte, acéptala Señor,
y enséñame tus juicios.
109 Oscilo entre la vida y la muerte, 
Pero no he olvidado tus instrucciones.
110 Ostentan atraparme mis enemigos,
Pero no me he desviado de tus preceptos. 
111 Obtengo un gran tesoro con tus testimonios, 
pues le dan alegría a mi mente.
112 Ordené mis pensamientos alrededor de tus decretos,
desde ahora hasta la eternidad.

Y seguimos el recorrido por este salmo, y ya nos encontramos a solo pocas secciones de terminarlo. Hasta ahora, esta es la sección más positiva de este poema: hay menos espacio dedicado a las acostumbradas quejas por la inestabilidad emocional y espiritual del salmista, y solo un versículo se ocupa del tema constante del asedio de los "enemigos".

Me llama profundamente la atención el último versículo:
Ordené mis pensamientos alrededor de tus decretos,
desde ahora hasta la eternidad. (v. 112)

Si en nuestra época obsesionada con los resultados, el pensar por ti mismo en desconexión de las masas, resulta ser una actividad desgastante y con potencial de aislarte de todos los demás, ¡imagínate "ordenar" los pensamientos! ¿Qué vas a "ordenar" si casi todo lo que la gente piensa es "pre-hecho"? La gente está sumamente condicionada por lo que los demás piensan (que resulta ser lo que también el individuo piensa) y la mentalidad de "ganado" (lo que en inglés llaman "herd behavior") impera, es jugo instantáneo, pop-corn de microhondas, comida chatarra...
¡Pero es más rápido!
¡Y no tienes que pensar por ti mismo! ¡Si fallas tampoco es tu culpa: es la culpa de todos los demás!

C'mon!
Entonces...
Hay un primer paso necesario: el tener pensamientos propios.
Eso debe decidirse,
y luego comprometerse con espacios esporádicos para pensar,
"pausas de pensamiento" le llamo...
¿y qué  tal si usamos algunas de esas pausas para meditar en las Escrituras, la Palabra, las Promesas, los Preceptos... de Dios?
¡Es precisamente lo que el salmista ha hecho!
Es lo que llamo: LIBERTAD.
Es a eso... queridos amigos, a lo que Cristo nos ha llamado.

Creo que puedes más de lo que crees,
creo que Dios puede ampliar tu modo de pensar (Salmo 119:32),
creo que puedes salir de la esclavitud de pensamiento a la libertad.

Piensa en eso.
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jueves, noviembre 14, 2019

He Avanzado (Salmo 119:97-104)

97 ¡Nada amo más que tus instrucciones!
Medito en ellas todo el día.
98 Ninguno de mis detractores son más sabios que yo,
pues llevo siempre tus mandamientos conmigo.
99 Ni mis maestros tienen mejor percepción que yo,
pues tus testimonios son mi meditación.
100 Notable es que entiendo más que los ancianos,
pues me sostengo con tus preceptos.
101 Negado estoy a poner mis pies en sendas malvadas,
para poder guardar tu Palabra.
102 No me desvío de tus juicios, 
pues Tú mismo me enseñas.
103 Nada es más dulce a mi paladar que tus promesas.
Es más placentera que la miel en mi boca.
104 Nutro con tus preceptos mi mente,
por eso desprecio todo camino de mentira.

Uno de los versículos bíblicos que más ha impactado mi vida es este:
"Cultiva estas cosas; enfócate en ellas,
de modo que tu progreso sea evidente a todos."

1 Timoteo 4:15 (traducción mía)

Pablo, que ha creído totalmente en Timoteo, que ha invertido palabra y acción en el liderazgo de este joven, sabe que su juventud puede ser un problema en una sociedad donde la edad representa un peso importante en el liderazgo. Canas y barbas eran igual a autoridad. Así que, en una nota muy personal le dice: "¡ponte full en esto que te estoy recomendando! para que la gente vea que estás progresando."

El versículo cautivó mi atención hace ya muchos años cuando veía que mi inexperiencia (no solo mi juventud, ¡jajajaja!) era un obstáculo importante, y tenía que crecer y avanzar ¡sí o sí! No había otra opción. Abrí mi Biblia en el texto que en ese tiempo estaba leyendo (hace años que leo la Biblia en orden) y este era el penúltimo versículo.
Le hice caso.
Sigo trabajando en eso.
Pero... ¡wow! ¡cuánto me ha ayudado!

Pensé en Timoteo mientras traducía la sección del salmo que leemos hoy, porque el salmista (en una forma que pudiésemos considerar extrema) nos deja ver
que ha avanzado:
más que los que les tiran puya,
más que los que le enseñaron,
más que los que lo superan en edad...
Finalmente, su enfoque continuo en las Escrituras (preceptos, promesas, mandamientos, instrucciones) ha dado fruto... y mucho.

¿Cuánto has avanzado estos últimos años?
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jueves, noviembre 07, 2019

Todo Pasa Nada Queda (Salmo 119:89-96)

89 Mantienes firme, Señor, en los cielos:
tu Palabra por la eternidad.
90 Miles de generaciones han visto tu fidelidad,
y has establecido los pilares de la tierra.
91 Mantienes cada día firmes con tus juicios
¡todo lo que existe está a tu servicio!
92 Miseria me hubiese consumido,
si no me deleitase en tu Palabra.
93 Me he propuesto no olvidar tus preceptos,
Ellos me vivifican.
94 Mira que soy tuyo, ¡sálvame!
pues solo busco tus preceptos.
95 Malvados me esperan para destruirme,
yo consideraré con seriedad tus testimonios.
96 Me he fijado que todo lo perfecto terminará,
¡pero tus mandamientos no tienen límites!


Cuando uno tiene la oportunidad de leer leeeeeen-tamente la Biblia, se descubren muchas cosas (¡pilas! como decimos en buen dominicano): patrones que con la lectura rápida no se perciben, conexiones con otros textos bíblicos, aplicaciones que antes no se percibían, etc… Y mira: no hay que aprender la lengua bíblica para eso (aunque si puedes: hazlo), la mejor recomendación que alguien me dio hace muchos años fue “lee el mismo pasaje, capítulo o conjunto de versículos, una y otra vez por una o dos semanas”. Aunque no podemos compararlo con leerlo en la lengua original, es bastante edificante hacerlo de esa manera.

La estructura de esta sección es muy interesante pero solo quiero enfocar mis comentarios en un versículo:
"Me he fijado que todo lo perfecto tiene límites,
¡pero tus mandamientos son infinitos!" (v. 96)

Es uno de mis versículos favoritos y otras versiones de la Biblia lo han traducido como:
«A toda perfección he visto fin;
Amplio sobremanera es tu mandamiento.» (RV60)

«Todo en este mundo acabará;
¡sólo tu palabra no tiene fin!» (TLA)

«I see the limits to everything human,
    but the horizons can’t contain your commands!» (MSG)
("He visto los límites de todo lo humano,
pero los horizontes no pueden contener tus mandamientos")

Una de las cosas que más me gusta de este versículo es que: la historia (de antaño y reciente) y la experiencia lo han probado ¡cierto! Todo lo que vemos pasa, a veces repentinamente y otras veces paulatinamente; en ocasiones sorprendiéndonos y en otras mientras nos sentamos a esperar como, lo antes valorado, va perdiendo aprecio. Sin embargo... y aquí entra la contradicción más grande de la vida humana: en la mayoría de los casos las personas deciden aferrarse a lo "perfecto" (que la TLA ha traducido como "mundo" y Eugene Peterson ha traducido como "todo lo humano").

¿¡Qué es lo que nos pasa!?
Lo "perfecto" (mundo o "todo lo humano") no exige un compromiso de nosotros con... eso, pero al final vemos también el reverso: su compromiso, beneficio y apreciación es finita, muchas veces más breve de lo que quisiéramos y, sobre todo, es muy difícil saber su fecha de caducidad. Un día está y al otro no o sí o puede durar unos días más y, en solo unos minutos, ¡bye! Entonces me doy cuenta que... quizás muy sutilmente, el salmista está siendo sarcástico al llamarlo "perfecto", y nos hace evaluar la supuesta "perfección" de todo lo que apreciamos.

Aferrarse a la Palabra exige un compromiso. Un compromiso a enfocarnos, a no mirar a otro lado, a ocupar nuestra mente con lo de arriba, un compromiso con... Dios, pero eso paga y paga bien, y eso que uno obtiene a cambio no pasa.

Ojalá decidas levantar la cabeza y mirar... ¡para arriba!
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viernes, noviembre 01, 2019

¡La Espera Me Consume! (Salmo 119:81-88)


81- Languidece mi alma esperando tu rescate,
en tu Palabra encuentro esperanza.
82- Los ojos se me nublan esperando tus promesas,
y hasta he dicho: ¿cuándo vendrás a consolarme?
83- La piel se me ha quebrado como odre ahumado,
aún así no he olvidado decretos.
84- ¿Le quedarán muchos años a tu siervo?
¿Cuándo harás justicia con los que me persiguen?
85- Los insolentes traman atraparme,
¡Y eso va contra tus leyes!
86- Legítimos son todos tus mandamientos,
pero ellos me persiguen con mentira, ¡ayúdame!
87- La destrucción casi me alcanza en esta tierra,
pero no he dejado de vivir por tus preceptos.
88- Los testimonios de tu boca atesoraré,
por tu amor y bondad déjame vivir.

Esta es una de las partes del salmo con la que más nos podemos identificar: ya sea porque estamos pasamos por tiempos de espera y silencio, o porque ya los vivimos. El salmista externa cómo el tiempo prolongado de la espera lo va deteriorando internamente ("Languidece mi alma esperando..."), externamente ("Los ojos se me nublan esperando..."), y como eso se va reflejando en su apariencia ("La piel se me ha quebrado como odre ahumado").

Como pastor me ha tocado estar en muchas de esas conversaciones en las que alguien no entiende ni el por qué ni el cómo de lo que le está pasando, y la pregunta es "¿hasta cuándo? (chequea el v. 84, por favor-please, gracias). Son... los momentos más incómodos pero también los más cruciales de nuestro crecimiento espiritual. A veces, por cosas que uno ha pasado puede dar un consejo y resulta satisfactorio para el que escucha, pero muchas veces (y no tengo miedo de decirlo) uno tampoco entiende: pero sí puede ofrecer compañía y oración...
y silencio en esos momentos complicados.

¿Qué admiro del salmista?
Sigue firme en el camino de la Palabra:
"en tu Palabra encuentro esperanza" (v. 81)
"no he olvidado tus decretos" (v. 83)
"no he dejado de vivir por tus preceptos" (v. 87)

Sigue también firme orando:
"por tu amor y bondad déjame vivir" (v. 88)

Alguien que ha recorrido el camino, sabe que la ayuda llega. A veces los tramos son largos y no has visto los avisos de que en "los próximos 300 kms no hay gasolinerías, ni tiendas, ni cafeterías". Quizás no lo viste porque no había avisos de que el tramo iba a ser jodón...
Pero no te rindas...
"El Espíritu de Dios está trabajando en nuestro interior, ¡y al mismo tiempo sentimos estos terribles dolores de parto! Nuestros cuerpos anhelan ser rescatados y liberados. Pero la espera no nos consume, así como tampoco una madre embarazada es consumida por el tiempo que debe esperar hasta el nacimiento de su hijo. La espera nos hace crecer. ¡Por supuesto que no vemos que estamos creciendo! Pero mientras esperamos, más crecemos, y si confiamos en Dios: nuestra expectativa se transformará en gozo." (Romanos 8:23-25 PAR)
Espera...
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