jueves, noviembre 07, 2019

Todo Pasa Nada Queda (Salmo 119:89-96)

89 Mantienes firme, Señor, en los cielos:
tu Palabra por la eternidad.
90 Miles de generaciones han visto tu fidelidad,
y has establecido los pilares de la tierra.
91 Mantienes cada día firmes con tus juicios
¡todo lo que existe está a tu servicio!
92 Miseria me hubiese consumido,
si no me deleitase en tu Palabra.
93 Me he propuesto no olvidar tus preceptos,
Ellos me vivifican.
94 Mira que soy tuyo, ¡sálvame!
pues solo busco tus preceptos.
95 Malvados me esperan para destruirme,
yo consideraré con seriedad tus testimonios.
96 Me he fijado que todo lo perfecto terminará,
¡pero tus mandamientos no tienen límites!


Cuando uno tiene la oportunidad de leer leeeeeen-tamente la Biblia, se descubren muchas cosas (¡pilas! como decimos en buen dominicano): patrones que con la lectura rápida no se perciben, conexiones con otros textos bíblicos, aplicaciones que antes no se percibían, etc… Y mira: no hay que aprender la lengua bíblica para eso (aunque si puedes: hazlo), la mejor recomendación que alguien me dio hace muchos años fue “lee el mismo pasaje, capítulo o conjunto de versículos, una y otra vez por una o dos semanas”. Aunque no podemos compararlo con leerlo en la lengua original, es bastante edificante hacerlo de esa manera.

La estructura de esta sección es muy interesante pero solo quiero enfocar mis comentarios en un versículo:
"Me he fijado que todo lo perfecto tiene límites,
¡pero tus mandamientos son infinitos!" (v. 96)

Es uno de mis versículos favoritos y otras versiones de la Biblia lo han traducido como:
«A toda perfección he visto fin;
Amplio sobremanera es tu mandamiento.» (RV60)

«Todo en este mundo acabará;
¡sólo tu palabra no tiene fin!» (TLA)

«I see the limits to everything human,
    but the horizons can’t contain your commands!» (MSG)
("He visto los límites de todo lo humano,
pero los horizontes no pueden contener tus mandamientos")

Una de las cosas que más me gusta de este versículo es que: la historia (de antaño y reciente) y la experiencia lo han probado ¡cierto! Todo lo que vemos pasa, a veces repentinamente y otras veces paulatinamente; en ocasiones sorprendiéndonos y en otras mientras nos sentamos a esperar como, lo antes valorado, va perdiendo aprecio. Sin embargo... y aquí entra la contradicción más grande de la vida humana: en la mayoría de los casos las personas deciden aferrarse a lo "perfecto" (que la TLA ha traducido como "mundo" y Eugene Peterson ha traducido como "todo lo humano").

¿¡Qué es lo que nos pasa!?
Lo "perfecto" (mundo o "todo lo humano") no exige un compromiso de nosotros con... eso, pero al final vemos también el reverso: su compromiso, beneficio y apreciación es finita, muchas veces más breve de lo que quisiéramos y, sobre todo, es muy difícil saber su fecha de caducidad. Un día está y al otro no o sí o puede durar unos días más y, en solo unos minutos, ¡bye! Entonces me doy cuenta que... quizás muy sutilmente, el salmista está siendo sarcástico al llamarlo "perfecto", y nos hace evaluar la supuesta "perfección" de todo lo que apreciamos.

Aferrarse a la Palabra exige un compromiso. Un compromiso a enfocarnos, a no mirar a otro lado, a ocupar nuestra mente con lo de arriba, un compromiso con... Dios, pero eso paga y paga bien, y eso que uno obtiene a cambio no pasa.

Ojalá decidas levantar la cabeza y mirar... ¡para arriba!
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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Foto cortesía de Beth Scupjam
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