miércoles, enero 12, 2011

Hoy, ¿Por Qué No Orar Por Los "Anónimos"?

¡Vamos! ¿Por qué no oramos por ellos? Hoy, no mañana, ahora.
Por los que están en oscuros barrios, de oscuras ciudades de oscuros países. Entre borrachos, adictos, proxenetas, prostitutas, narcotraficantes, leprosos, huérfanos, nómbralos. Algunos en países donde el evangelio es "lo impronunciable". Solos, sin alguien que les ponga la mano en el hombro, o los abrace o los haga sentir que son valorados. Donde pasan años trabajando y su comunidad son dos o tres creyentes. Sin dinero, sin Biblias, amenazados constantemente por lo externo y por ellos mismos. En medio de enfermedades, hambre, sed. No siempre en esas ciudades del Medio Oriente, sino en nuestra América, en Europa. Aterrados de vez en cuando, porque literalmente son una "pequeña luz" (aunque son grandes luces) en medio de las tinieblas. Agarran serpientes con sus manos, caminan entre escorpiones, y luchan mano a mano con los demonios de nuestra sociedad. Despreciados por la llamada iglesia del "maldito mundo", pero amados por Dios.

Dios los ayude a mantener la fe.

¿Por qué no oramos por ellos? Por esos cuyos nombres nunca conoceremos pero que ya son gigantes de la fe. Yo los llamo: "Los Anónimos".

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