Respeto
Cuando uno se toma muy en serio su relación con Dios, su involucramiento en el Reino y ha dispuesto su vida para que, no importando cual sea la dificultad, darle pa´lante a ese proyecto: amar a Dios con todo su corazón, con toda su alma y con toda su mente, creo que merece respeto. Y cuando digo respeto, me refiero a que su caminar con Dios, que es de por sí un trayecto a veces difícil, debería ser animado, no criticado.
Por otro lado, uno sabiendo que su jornada con Dios es sincera, y habiendo comprobado con la Palabra que es lo más cercana posible al evangelio de Cristo, debe darse a respetar. ¿Cómo? Poniendo a un lado las críticas y tomándolas como cosas de niños. Después de todo, en tu proyecto de toda la vida (amar a Dios con todo su corazón, con toda su alma y con toda su mente), lo mejor que puedes hacer es poner toda tu atención en: "... cosas verdaderas, nobles, auténticas, irresistibles, lo mejor, no lo peor; lo hermoso, no lo feo, alabanza no maldición." (Filipenses 4:8) Mereces ser respetado porque quieres amar a Dios, y porque te cuesta.
Que tengas una excelente semana.
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