lunes, febrero 03, 2014

29- Twist

La semana pasada conversábamos en uno de los discipulados de El Círculo sobre el Salmo 127. El salmo es medio random: empieza hablando de lo inútil que es esforzarse sin considerar que Dios es quien edifica y vigila, dice:
"Si el Señor no construye la casa,
    el trabajo de los constructores es una pérdida de tiempo.
Si el Señor no protege la ciudad,
    protegerla con guardias no sirve para nada.

Es inútil que te esfuerces tanto,
    desde la mañana temprano hasta tarde en la noche,
y te preocupes por conseguir alimento;
    porque Dios da descanso a sus amados."

Cuando de repente, versión una película de David Fincher, hace un twist loquísimo y entonces habla de qué bendición tan grande de tener... hijos.
Nos preguntábamos, ¿qué tiene que... ver?
Si lo meditas un poquito: mucho.
Contribuimos con concebir nuestros hijos, pero al final tenemos poco control (para no decir ninguno) por lo que sucede dentro de la panza durante esos 9 meses. Podemos cuidar a nuestra esposa durante ese tiempo, hacer todo lo que el médico recomienda, viajar largas distancias en búsqueda de un antojo que al final no quieren, pero finalmente, hasta el día del parto: es muy difícil que sepamos que terminará pasando. ¡Es obra de Dios!
Ni siquiera cuando nuestros hijos nacen, crecen y los educamos, tenemos mucho control sobre qué serán en el futuro, qué decisiones tomarán y si todo terminará como lo esperamos. Entonces, esta "casa" de la paternidad, si no es construida por el Señor, termina siendo otra cosa. Entonces criemos nuestros hijos en cooperación con Dios, seamos cuidadosos en vivir como a Dios le agrada para que un día podamos decirles con toda libertad hijos: "Imítenme a mi, porque yo imito a Cristo."
¡Qué tengas una excelente semana!
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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