jueves, marzo 07, 2019

Capa Por Capa (Job, Parte 4)


“Y dijo Dios al Satán: 
«¿Te has fijado en mi siervo Job? 
Pues no hay como él en la tierra,
un tipo irreprochable y recto, 
que reverencia profundamente a Dios, 
y no le llama la atención la maldad. 
Él ha persistido en su fidelidad, 
a pesar de que te permití hacerle daño sin necesidad.»
El Satán le respondió al Señor, diciendo: 
“Arráncale la piel, capa por capa, 
y el hombre hará lo que sea por preservar su alma. 
¡Dale! Extiende tu mano, llega desde las piel a los huesos 
y verás como te maldice... en tu misma cara.»”
Job 2:3-5 
(la traducción es mía)

Debo empezar este post diciendo: ¡Satán es un fre'co! Seguimos...

Job no es la única persona de la Biblia que pasó por pruebas bárbaras: José no la pasó cool (ver Génesis 37-41), por ejemplo, pero Job sí es el único personaje bíblico que hace una larga reflexión sobre sus infortunios, narrados en los primeros dos capítulos.

Ahora es afectada la salud de Job, pero aún sigue en pie... por dentro. Y la voz del adversario (ja-satán) se escucha a través de su mujer, un personaje hasta ahora no mencionado. En el Texto Masorético, Job 2:9 dice:
וַתֹּ֤אמֶר לוֹ֙ אִשְׁתּ֔וֹ עֹדְךָ֖ מַחֲזִ֣יק בְּתֻמָּתֶ֑ךָ בָּרֵ֥ךְ אֱלֹהִ֖ים וָמֻֽת׃
(transliteración: "va-tomer lo ishtó ¿odkhá makhaziq be-tummatekhá? barekha elohim va-mut")
(traducción literal: "y le dijo a él su mujer: ¿todavía permaneces perfecto? ¡bendice a Dios y muere!")

La Reina Valera Contemporánea lo traduce como:
“Su esposa lo llenó de reproches y le dijo: «¿Todavía insistes en seguir siendo perfecto? ¡Maldice a Dios, y muérete!»” (Job 2:9 RVC)

Sin embargo, la Septuaginta (versión griega del Antiguo Testamento) amplifica el pasaje:
9 χρόνου δὲ πολλοῦ προβεβηκότος εἶπεν αὐτῷ ἡ γυνὴ αὐτοῦ Μέχρι τίνος καρτερήσεις λέγων 9a Ἰδοὺ ἀναμένω χρόνον ἔτι μικρὸν προσδεχόμενος τὴν ἐλπίδα τῆς σωτηρίας μου; 9b ἰδοὺ γὰρ ἠφάνισταί σου τὸ μνημόσυνον ἀπὸ τῆς γῆς, υἱοὶ καὶ θυγατέρες, ἐμῆς κοιλίας ὠδῖνες καὶ πόνοι, οὓς εἰς τὸ κενὸν ἐκοπίασα μετὰ μόχθων. 9c σύ τε αὐτὸς ἐν σαπρίᾳ σκωλήκων κάθησαι διανυκτερεύων αἴθριος· 9d κἀγὼ πλανωμένη καὶ λάτρις, τόπον ἐκ τόπου καὶ οἰκίαν ἐξ οἰκίας, προσδεχομένη τὸν ἥλιον πότε δύσεται, ἵνα ἀναπαύσωμαι τῶν μόχθων μου καὶ τῶν ὀδυνῶν αἵ με νῦν συνέχουσιν. 9 ἀλλὰ εἰπόν τι ῥῆμα εἰς Κύριον, καὶ τελεύτα.

¿Notaron que es un poco... más largo?

En español sería:
«9 Mucho tiempo después, su esposa le dijo: “¿Cuánto más aguantarás diciendo, 9a ‘Mira, será solo un poco tiempo, y recibiré la esperanza de mi liberación’? 9b Mira que tu memoria ha sido removida de la tierra- hijos e hijas, labores y dolores de mi vientre, esfuerzo que en vano precisé. 9c ¿Y tú? Te desmoronas entre gusanos mientras pasas la noche al aire libre. 9d ¿Y yo? La errante y la sirvienta- de lugar en lugar y de casa en casa, esperando a que el sol se ponga, para poder descansar del trabajo y el dolor que me afrentan. 9d ¡Dile algo a Dios y muérete!» (Traducción mía, paráfraseada)

No sabemos de dónde salió esta versión larga, he revisado en el Targum (traducciones del Antiguo Testamento al arameo, que también contienen su cuota de interpretación, es más paráfrasis que otra cosa) y, aparte de que son posteriores a la Septuaginta, no contienen esta versión extendida aunque nombran a Dina (la hija de Jacob que fue violada por Siquén) como la esposa de Job.

No es solo sorprendente sino interesante. La esposa de Job (que por la pequeña línea que tenemos en el texto que estamos acostumbrados a leer es “la malvada”) parece justificar lo que dirá luego (aunque no es justificable) comparando su dolor y su sufrimiento con el de Job. Es como si nos dijera: “¡No solo Job sufre! Yo también.” Y... es cierto, sin ánimos de justificar lo que le sugiere a Job, muy pocas personas se mantienen sobrios después de perder un hijo ¿te imaginas diez? Job ni siquiera puede trabajar a causa de la condición física que tiene, ella debe sostenerlos a ambos, probablemente ante la burla y la indignación de quienes los rodean. El pasaje no es canónico para nosotros, pero creo que sirve como punto de reflexión para mirar la aflicción no solo de Job sino también de su esposa... aunque ella perdió la compostura primero.

¡Qué tengas un excelente día!
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons

Ilustración: "La Mujer de Lot", Jusepe de Rivera

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy cierto! Hace mucho sentido.