viernes, diciembre 31, 2010

Prisa

Una de las cosas que he descubierto en este tiempo es lo acostumbrado que estoy a la PRISA. Estar rápido, hacer las cosas ha tiempo, tener un horario para todo es parte de mi día a día. Así que, de repente, noto lo nervioso que estoy, la sensación de que algo falta, la taquicardia... ¡No puede ser! Todavía mi cuerpo me obliga a seguir los patrones que no necesito durante estos días. ¿Quién nos libera?

Ahora descubro que soy adicto a estar ocupado y a esas cosas, pero disfruto más no hacer nada, comer con la familia, compartir con gente nueva, no tener horario. Aún así, esto me prepara para volver con una nueva conciencia, y con el deseo de hacer algunos ajustes, porque de verdad no estoy dispuesto a pasar nuevamente por este síndrome de abstinencia, levantarme como que me falta algo o como que tengo mil cosas, cuando disfruto de ¡NADA!

No dejes que la PRISA te impida ver.

No hay comentarios: