lunes, octubre 31, 2011

Debería Darnos Verguenza

Hoy es el día de la "Reforma Protestante", y casi a diario reflexiono en cuanto a este evento, su importancia histórica, su mal entendido y el desconocimiento general que existe entre los cristianos de la rama protestante con respecto a ella y todo lo que la rodeó. Pero hoy deberíamos rasgar nuestras ropas y echarnos cenizas en nuestras cabezas, pues el valor de los hombres que desde tiempos antiguos (mucho antes que Lutero, Calvino, y otros no tan conocidos) levantaron una voz profética es practicamente nulo hoy. No tenemos las agallas (y creanme que me gustaría usar otra palabra) de levantar la voz ante todas las cosas que estamos viendo y que no son "evangelio". Ante toda la gente que se hace llamar cristiano pero es "enemigo de la cruz" (Filipenses 3). No tenemos el valor de llamar a las cosas por su nombre: neo-indulgencia, la neo-inquisición, neo-gnosticismo, etc, etc, etc...

Si miramos alrededor y somos honestos, deberíamos reformar nuestras vidas, y (aunque nos quedemos sin gente frente a nuestros bancos) reformar nuestras iglesias, dejar de ayudar a Dios, y dejar de llamar a algunos como iglesia porque no lo son.

Un día como hoy hace 492 años, Martín Lutero, con un simple hecho que no fue notado hasta años después, retó a las autoridades de la iglesia universal y los llamó a cuentas, a volver a la Palabra. Hoy, la iglesia es bastante parecida a esa que retó ese monje alemán, hoy de reformados no tenemos NADA.

Hoy, es el día de la VERGUENZA PROTESTANTE.

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