viernes, diciembre 13, 2013

¿Perseveras?

Soñar solo no hace nada.
Proponerte ponerlo en marcha (lo que llamamos accionar): tampoco.
Necesitas disciplina.
La disciplina por si sola no logra mucho al menos que te comprometas con perseverar.
La perseverancia y la paciencia son bichos del mismo planeta: van acompañados, se aman, están juntos.
Por eso perseverar es difícil: trabajar sin ver muchos frutos, hacer cosas que nadie está haciendo y tener a todos opinando sobre las razones por las cuáles no funciona, ver como hay momentos en que parece que Dios va a bendecir lo que haces, y ver momentos en que parece que Dios no... no.
Darle pa´lante a algo es un proceso. Jesús nos recomienda iniciar de la siguiente manera:
 »... no comiences sin calcular el costo. Pues, ¿quién comenzaría a construir un edificio sin primero calcular el costo para ver si hay suficiente dinero para terminarlo? De no ser así, tal vez termines sólo los cimientos antes de quedarte sin dinero, y entonces todos se reirán de ti. Dirán: “¡Ahí está el que comenzó un edificio y no pudo terminarlo!”. (Lucas 14:28-30)

Sí, ya se: Jesús habla de calcular el costo refiriéndose al discipulado pero, ¿no es esto aplicable a otras areas de la vida?
¡Exacto!
Cuando calculas lo que vas a hacer,
los riesgos,
proyectas las posibilidades de fracaso (porque hay partes del plan que van a fallar),
estudias las formas de levantarte de cada caída,
el tiempo que podrá tomarte, el rechazo que experimentarás,
los que se unen,
los que abandonarán:
perseverar se hace más fácil.

No perseverar siempre viene a consecuencia de dos cosas:
- Falta de compromiso.
- Tener expectativas erradas del emprendimiento (eso incluye el discipulado).

Si te comprometes y mides las expectativas, no solo comienzas sino que terminas.
¿Perseveras?
------------------------------------------------------
Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons

Foto Cortesía de Thomas Hawk

Usado Con Permiso Bajo Licencia Creative Commons

No hay comentarios: