miércoles, mayo 13, 2015

Descubro

He descubierto, después de algunos años de ser pastor, que a la gente le atrae los sistemas religiosos retrógradas y esclavizantes. Que prefieren ser manipulados que conocer la verdad y ser motivados antes de tomar la decisión de vivir en santidad.

Es una actitud que me llama profundamente la atención y que es paradójica, ya que el continuo cliché cristiano es "Tengo una relación con Dios, no practicó la religión...". Sin embargo, parece que los prejuicios que tenemos nos hacen ir en la dirección donde puedan ser apoyados por una afirmación religiosa o un dogma, y que es más fácil que se nos diga qué tenemos que hacer en vez de embarcarnos en una búsqueda, lucha, proceso en el que descubramos a Dios, su voluntad y en el que la comunidad con otros sea posible.

Analicémonos, sería bueno.
Desechemos de una vez por todas los disparates religiosos que nos hacen peso.
Sigamos a Cristo.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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3 comentarios:

Unknown dijo...

Lo difícil es que las personas que piensan de esta manera no se han acostumbrado a analizar su entorno y analizarse a ellos mismos. Ese es el mayor problema, falta de auto-conocimiento, metacognición. Lamentablemente como país, como mundo, no nos enseñan a pensar, sino que nos enseñan a reproducir el pensamiento de los demas.

Fausto Liriano dijo...

Right on Ana!
Lo que es preocupante porque "la verdad" se ha transformado en lo que "todo el mundo acepta" aunque sea falso. Y es imposible pensar fuera del cajón cuando está calientito.

Unknown dijo...

Esto es algo muy común en nuestros tiempos... muchos que cuando llegan a los pies de Cristo lo hacen con una idea equivocada, posiblemente por lo que han escuchado o visto en otros lugares. Algo que el mismo Jesus quiso dejar claro en las mentes de los que se hacían llamar hombres de Dios en su época... de que te sirve el sacrificio si la intención es vana. Pero como mostramos a Jesus sino le conocemos, ni nos detenemos a aprender de el y lo que el quiere para nosotros?
Es importante partir de que EL es el camino, verdad y vida que nos lleva al Padre