viernes, septiembre 13, 2019

¿Por qué soy un pastor?

Hace mucho que no escribo notas personales en el blog... así empecé: escribiendo mis reflexiones para mi, no para nadie más y sorpresivamente, en poco tiempo tuve cierta audiencia. Ahí pasó a ser una reflexión para mi y para otros, y luego: los blogs pasaron de moda y los desconocidos como yo ya no interactuaban en estos medios sino en redes (le llaman) como Facebook, Twitter, Instagram y otras cosas que no son para adultos, a donde huyen los más jóvenes y niños...
Volví, a escribir cosas para mi, pero no personales, más bien en otro tono, pero... hoy...
hoy quiero decir de una manera muy personal
por qué
soy
un pastor...

Lo digo en una época donde ser pastor es como poca cosa,
todos quieren ser apóstoles (que ya va pasando de moda),
o líderes (una vez alguien me habló de moverse de "pastor a líder"... bue...)
o coaches
o neurocoaches
(estoy hablando de gente que solía ser pastores y que se sintieron llamados a ello, no de gente que de verdad son coaches, neurocoaches de verdad, o esos que plantan iglesias por todas partes sin buscar lo suyo y que yo llamo apóstoles)
o top models, vestidos como para portadas de revistas y motivando como quien tiene algo que decir.
Entonces,
me pregunté:
¿por qué soy un pastor y...
no otra cosa?
Especialmente cuando...
¿quién es un pastor sino...?
¡O sea! ¿quién es un pastor sino...
nadie?
¡Exacto!
Cuando digo "soy pastor" la gente me mira con condecendencia (aunque me importa un comino), como si me fue mal en cualquier otra cosa y no daba para nada, solo para esto.
Pero soy un pastor porque creo que Dios actúa, no en la "vida cristiana" sino en la vida, porque ha llamado gente a vivir una vida abundante y quiero ayudarles, porque hay buenas noticias en medio de muy malas noticias y nosotros, los pastores, le llamamos "buenas nuevas" y el Señor Jesús "evangelio del Reino".
Decir eso es mejor que motivar, que dirigir a gente a que me sigan o a que "persigan sus sueños" muchas veces anti-Dios. Porque Dios guía y quiero guiarlos a Él para que tengan propósito, para que tengan "sueños y visiones" de un futuro de acuerdo a su voluntad.
Soy pastor porque Dios restaura, no mis palabras, ni mis sermones, tampoco mis "sabias inferencias teológicas", sino Él, que todos sepan que está cerca, que no se fue, que está... aquí, y le importa lo que sea que estemos pasando.
Soy pastor porque el mundo está cada vez más oscuro pero yo veo luz, a veces en pequeños destellos y otras veces como relámpagos que iluminan un campo entero.
Porque otro mundo es posible.
Porque la transformación es posible.
Porque... ser nuevo es posible.
Ser pastor incluye una tarea difícil: la profética, que denuncia los sistemas del maldito mundo y los reta... muchos no quieren ser pastor porque esta tarea es fuerte, y muchas veces la gente no quiere oir lo que tiene que oir. Pero no estoy aquí para ser gustado, apreciado, like-eado... estoy aquí para obedecer, y en eso: debo morir a mi para que Cristo viva en mi.
Cada vez que alguien se desvía de ese llamado parece disminuir la vocación pastoral, pero la gente sigue siendo "pastor" (que visita, que cuida, que provee dirección espiritual) aunque no esté en el spotlight ni sea reconocido... gracias a Dios por gente así.
Si eres pastor: se pastor, no otra cosa ¡por Dios! ¿te da vergüenza ser pastor?
Y por último, pero no es lo último:
Soy pastor, porque Dios me llamó, cuando estaba haciendo otra cosa en la que me iba muy bien para que colaborara con Él. Quizás un día seré otra cosa, pero eso depende de si quien me llamó así lo quiere...
mientras tanto...
soy pastor... con mucho que aprender...
con defectos vocacionales (quizás te he decepcionado en ser pastor)...
pero...
no otra cosa.
Aún así: llámame Fausto.
Fausto Liriano
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons

13 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buen escrito, pastor querido. Dios te siga ayudando en tu ministerio pastoral y te permita continuar tus reflexiones y publicarlas, así también bendices a otros. Y cómo dicen por ahí : "Se tenía que decir....." y tu lo dijiste muy bien.

Weily Alcequiez dijo...

Real! Un abrazo

Juanjoss dijo...

Gracias, excelente!! Como ayuda!

Anónimo dijo...

Muy duro papá!

Diomedes Ignacio Domínguez Ureña dijo...

Resulta contraproducente, incluso para los estándares mundanos, pensar que el éxito es un destino pavimentado por logros temporales. Como cristianos creemos y sabemos que el éxito es un caminar constante, con muchos tropiezos y aprendizaje de la mano del Señor, ser pasto simplemente brinda permiso para poder escudriñar mas de cerca el andar de otros, pero eso no significa que alguien esté mas cerca/lejos de Dios, todos estamos a la misma distancia por culpa de nuestros pecados y el compararnos con otros y medir a otros no nos permite recorrer el camino del éxito de la manera menos tropezosa.

Vivencias de Elen dijo...

Sigo apreciando pastores, eso si pastor, no apóstol no otras cosas... excelente escrito.

Ah y sigue compartiendo que estoy dentro de los 20 gatos jajaja.

Bendiciones.

dAviK dijo...

Gracias a Dios por pastores que siguen su voluntad, son sencillos y cercanos a su Iglesia. Que Dios te siga fortaleciendo y animando en este ministerio

Arturo sosa dijo...

Excelente mano

AnnieDiz dijo...

Pastor te llamo pastor porque lo haces muy bien y al César lo que es del César!
Atte: una de tus ovejas!

Viola dijo...

Gloria a Dios!!!!! Eres un pastor y con esto algo tan importante como ser obediente a ese mandato. Cuanto me gustaría ser pastor, mientras quiero ser una hija obediente dispuesta a responder al llamado. Dios te continúe usando como pastor y bendiciendote como Fausto Liriano.

Mayre dijo...

Me encanta leerte, siempre tan claro!

Unknown dijo...

👌

EnriqueC dijo...

Mi sueño más escondido fue ser pastor, cuando joven me quedaba dormido inventando sermones en mi cabeza. Creyendo que mi vida iba a estar dedicada de alguna forma al servicio del Evangelio... Pero ese sueño, de un "no predestinado", se quedó perdido en algún universo alterno al que ya no tengo acceso.