martes, julio 11, 2006

EL MESIAS.... HOY

Al fondo un templo bien grande, al frente: un parque casi olvidado, descuidado, con gente sentada en medio de la "glorieta", como le solía llamar mi abuela. Le preguntamos a Miosotis "¿quién es tu pastor?", a lo que ella responde sin titubear: "Jehová". Horas antes estábamos en otro parque, el "Parque Enriquillo", lleno de glorias de tiempos diferentes de nuestro país, centro de reunión de jóvenes de épocas de tiranía, pero con sabor diferente de nuestra nación. Está ahora destruido bajo la excusa de "RECONSTRUCCION PARQUE ENRIQUILLO-GOBIERNO DE LEONEL FERNANDEZ: TRABAJANDO". 


Después de 15 minutos la lluvia empezó, tres minutos después nos movimos al centro, tras conversar un largo rato con "El Chino" un jovencito de 19 años que hace "encargos especiales" a turistas europeos y gringos, empezamos a hablar con Johnie, él no vive en la calle sino que trabaja a dos esquinas del parque en una tienda de celulares de la cual es co-propietario. Tras hablar un poco con él empieza a reírse y nos dice: "Esta gente (se refiere a los que viven en la calle) no tienen solución. se los llevan a tratamiento contra la adicción y se escapan y vuelven; le dan comida y ropa y la venden. Pero Dios si cree en ellos- le dije- y puede hacer posible que cambien. ¡Jajajajaja!- se ríe otra vez y dice: De la única forma que se pueden salvar es si Cristo mismo viene..." 

La conversación siguió un poco más durante 20 minutos, pero me dejó pensando. ¿Dónde está Cristo? 
Me acordé de un pasaje en los escritos judíos del tratado Sanedrín en el Talmud, donde el Rabí Joshua ben Levi va donde Elías el profeta, mientras este estaba en la puerta de la cueva del Rabí Rimeron ben Yohai... El le preguntó a Elías: "¿Cuándo viene el Mesías?", a lo que Elías respondió: "Ve, pregúntale tú mismo." "¿Y dónde está?"- respondió el Rabí. "Sentado en la puerta de la ciudad- dijo Elías." "¿Cómo lo reconoceré?" "Está sentado con los pobres, cubierto de heridas." 

Pensé en que nosotros somos las manos y los pies del Señor, en que nosotros somos su voz. Y sí, Johnie tiene razón: la única cosa que puede cambiarlos es si Cristo viene en persona, y la persona de Cristo en la tierra somos nosotros, porque nosotros somos su Iglesia, y su Iglesia es su cuerpo y El, como dice en la Palabra, viene a ser la "cabeza." Nosotros podemos hacer posible eso: Cristo real en la vida de muchísimas personas. Fue exactamente lo que pensé al ver la gigante iglesia en frente de aquel parquecito de la Calle Tunti Cáceres a dos esquinas de la Avenida 27 de Febrero. ¿Ustedes saben por qué? (después de revisar lo que escribí para publicarlo tengo que decirlo): 
Nos concentramos en lo físico porque apreciamos la hermosura de un lugar hermoso donde reunirnos, lo cual no tiene nada de malo, pero si es malo cuando es una pared entre nosotros y aquellos que necesitan a Dios. Me recuerda los discípulos asombrados por el despampanante templo judío y Cristo diciéndole: “Puede ser destruido en solo unos cuantos días.” Nosotros nos sentiríamos como los maestros de la Ley que lo escucharon, muy mal, porque a veces amamos más los edificios y lo físico de nuestras organizaciones que la obra de Dios que clama por obreros. 

 Terminando con la historia del Rabí y Elías, el Rabí volvió a él, y el profeta le preguntó: "¿Qué te dijo?" "Me ha engañado, me dijo 'Hoy vendré' y no ha venido." Elías entonces le dijo: "Esto es lo que te ha dicho: "Hoy si escuchas su voz.” (Salmo 95:7) No estoy hablando de escatología, ni de profecías bíblicas, estoy hablando de encarnar a Cristo en nuestras acciones. Porque por nosotros la gente puede ver y escuchar la voz del Maestro, pero para eso necesitamos escuchar su voz. Y si escuchamos su voz hay una cosa que se hace realidad: "El Maestro viene- no mañana, sino hoy, no el año que viene, sino este año, no después que toda esta miseria pase, sino en el medio de ella, no en otro lugar pero aquí mismo donde estás parado." Y la confrontación es: "Si ustedes oyen su voz, no endurezcan su corazón..." (Salmo 95:7,8)

3 comentarios:

Alex Rodriguez dijo...

"Pensé en que nosotros somos las manos y los pies del Señor, en que nosotros somos su voz. Y si, Johnie tiene razón: la única cosa que puede cambiarlos es si Cristo viene en persona, y la persona de Cristo en la tierra somos nosotros, porque nosotros somos su Iglesia, y su Iglesia es su cuerpo y El, como dice en la Palabra, viene a ser la "cabeza."

¡Excelente! . . .

. . . pero aunque lo quieras negar, sí estás hablando sobre escatología, porque esta conclusión es contradictoria a la escatología popular, aunque es absolutamente consistente con la visión que continúo proponiendo.

Me alegro sobremanera en que este entendimiento en particular (aunque aun el sistema completo no) se está haciendo realidad en tu vida.

Somos uno con Cristo, y lo representamos personalmente, porque somos SU ESPOSA, y el esposo es una sola carne con su esposa, según Dios mismo.

Sigue pa'lante, tu hermano,

Alexander Rodríguez

Fausto Liriano dijo...

mi querido hermano! siempre he creido eso, esta en la Palabra, por qué he de negarlo?
cuidate mucho...
Fausto

Anónimo dijo...

Realidad!!!!
Somos la iglesia, no el templo, somos cristo, la gente tiene que verlo en nosotros. Estamos afanados en nuestro dia a dia y en nuestras metas personales y, lamentablemente pasamos inadvertidos por el lado de las personas....Me preguntaba, al leer este comentario: Jesús paso inadvertido alguna vez? Necesidades insatisfechas? Individuos que reconocian que el no los podia ayudar? o era lo contrario??? Hoy dia, estamos en el mundo y, penosamente hay gente que afirma que no podemos cambiarlo...No nosotros, Cristo a traves de nosotros y, sin embargo, no parecemos el CANAL de transmision....Penoso pero es asi...
Bendiciones!!!