lunes, febrero 11, 2008

Y-RELEVANTE 04

El ___________ como desecho cósmico...

En nuestras primeras experiencias cristianas una de las cosas que se nos enseña a desechar es el cuerpo. ¡De verdad! Antes que desechar el mundo, antes que rechazar el pecado, de alguna forma y muy sutilmente se nos enseña que el cuerpo es malo, es el instrumento del pecado, es el arma del diablo, y… lean esto… jejejejeje! La más importante de todas: “no es espiritual.” Dah!

Es la concepción “cristiana” del cuerpo: “El Cuerpo Como Desecho Cósmico”. Lo irónico es que: Lo usamos, pero actuamos como si no es algo que podamos usar. Lo complacemos (a escondidas) pero pretendemos que es algo que no podemos complacer.

Recuerdo que donde conocí al Señor nos hacían entender de alguna forma que practicar algún deporte o jugar con otros niños era malo, “porque el ejercicio físico para poco aprovecha.” Esto, junto con otras reglas externas para ajustar nuestro cuerpo y “que se ponga en su puesto”, nos hacían entender que cualquier cosa donde nuestro cuerpo sirviese como herramienta era mala, no estoy jodiendo; y que necesitábamos enfocarnos en lo que es “espiritual”. Como buen rebelde, rechazaba muchas de estas cosas (¡gracias a Dios!) y jugaba tranquilo en el colegio o en el parqueo del edificio donde vivía, basketball o béisbol.

Pero por más que rechacemos esta posición esto queda dentro de nosotros, principalmente con la concepción de que es “pa´l cielo que vamos” y que seremos esas cosas inanimadas, flotantes, atravesadoras de paredes, y levitantes eternos. ¡Ja!

Bueno… no voy a argumentar mucho, solo quiero demostrarles antes de seguir, que eso que para muchos de nosotros es un desecho cósmico que no sirve para nada solo para ayudarnos a pecar, es parte del plan redentivo de Dios. Que si Dios quiere restaurar todo nuestro ser, entonces también el cuerpo está incluido.
Echemos un vistazo a la Palabra:
“De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Por lo tanto, no permitan ustedes que el pecado reine en su cuerpo mortal, ni obedezcan a sus malos deseos. No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.”
Romanos 6:11-13

“Pero el cuerpo no es para la inmoralidad sexual sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros. ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo mismo? ¿Tomaré acaso los miembros de Cristo para unirlos con una prostituta? ¡Jamás!
Fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.”
1 Corintios 6:13-15, 20

¿Honren a Dios con su cuerpo…? ¿Es eso “espiritual”?

"Que Dios mismo, el Dios de paz, los *santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
1 Tesalonicenses 5:23

¿Todo su ser… y cuerpo?

“Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.”
Filipenses 3:21

¡MAN! No se como podemos defendernos de estos versículos, quizás diciendo que alguien los insertó en la Biblia y cuando se encuentren unos rollos más viejos en algunas cuevas alrededor del “Mar Vivo” entonces nos vamos a dar cuenta que el cuerpo no está en los planes de Dios. Es de esta forma, desechando el cuerpo y otras partes de nuestro ser como cosas que están dentro del plan de Dios, que omitimos también en nuestras vidas algunas cosas increíbles en la que los cristianos deberíamos participar, pero no lo hacemos, porque incluyen esas partes de nuestro ser que creemos están tachadas por Dios en su plan… ¡Oh, Dios! ¡Salvanos!

Mierkina... lo siento, pero tendré que continuar en otro post...

2 comentarios:

Alejandro Vega dijo...

Hola Fausto, saludos,
Tienes razón, en mis tiempos mas juveniles tambien sufri un poco de asedio por ir al gimnasio a hacer ejercicio.
Como si estuviera pecando en lugar de ponerme a orar.
La verdad es una cosmovisión gnóstica aunque la iglesia no lo entienda así.
Saludos

Fausto Liriano dijo...

asi es Alejandro, la cuestion es que pocos saben de donde salio todo esto. He encontrado que el comun denominador en la mayoria de nuestros problemas como iglesia es, aparte de falta de conocimiento de la Palabra, falta de conocimiento de nuestra historia....