jueves, junio 05, 2008

ANCLADOS


Decláralo…” “Confiésalo…” Se han hecho populares dentro del argot (¿dialecto?) de la sub-cultura cristiana. Usualmente, cuando alguien te recomienda que declares o que confieses, es porque el solo decir estás palabras (algo así como abra cadabra) te da el acceso a lo que quieres o lo que necesitas.
Hmmm…

Un grupo de psicólogos que le aburría la práctica diaria y querían ver si podían obtener reconocimiento de algún tipo “descubrieron” que el ser humano, para bajar su ansiedad, utiliza lo que ellos llamaron “anclas”. Estas no son más que palabras, situaciones pasadas, olores, que los ayudan a atravesar momentos o decisiones difíciles. Cuando estás pasando por algún momento un poquito incómodo, cuando quieres algo que no tienes y te está causando ansiedad, cuando Dorotea no te hace caso, entonces anclas tus pensamientos a algo que te ayude a disminuir la ansiedad del momento.

Lo interesante de todo es que nosotros los envangélicos (era mi intención escribirlo así para los correctores de estilo), hemos creado nuestra propia-oficial-única marca de “anclas”, que hasta hemos calificado como bíblicas. Esto me dejó inquieto, y más cuando me pregunto: si la fe es puesta en Jesucristo, ¿por qué crear frases o palabras mágicas que nos ayuden a nosotros a sentirnos como que nos falta la fe? Piensen en eso mis amigos blogueros que a veces tienen tiempo de leerme. ¿no sería esto “falta de fe”? Me explico: ¿podría ser que confesión de fe = ancla = falta de fe?

Mi intención no es atacar a nadie, sino que pensemos en qué realmente estamos poniendo nuestra fe y nuestro corazón, o si realmente disfrazamos nuestra falta de fe con frasecitas que “materializan” nuestras peticiones.

1 comentario:

Betsy Torres de Gómez dijo...

Definitivamente lo mas importante es tratar de entender el proposito de Dios en nuestras vida. Declarar la Palabra de Dios siempre sera una buena practica para nuestra fe. El problemita lo vemos cuando no aceptamos la voluntad de Dios y vivimos en un mundo de fantasia auspiciada por aquellos que piensan que diciendo las palabras perfectas van a obtener lo que quieren. Creo que mas que palabras lo que necesitamos son actitudes correctas. Que nuestras declaraciones sean hechas primero en el corazon.


Creo que definitivamente lo que declaramos habla mucho de lo que esta en nuestro corazon,