martes, enero 12, 2010

NACIDO EL 4 DE JULIO


Nunca vi la película "Nacido el 4 de Julio" (Born on the Fourth of July), pero por mucho tiempo fue mi película "favorita" (entre comillas porque... nunca la vi). No teníamos dinero para ir al cine, y si de alguna forma mi madre conseguía un poquito más como para darnos esa lujosa diversión, no tenía el tiempo para llevarnos. Asi que, me divertía con los trailers o los vídeos musicales que tenían escenas de la película.

El trailer de esta película en particular me emocionaba a tal punto, que me sentía súper identificado con lo que veía, y cada vez que lo pasaban en televisión, corría desde donde estuviese (a veces desde el baño y con los pantalones a media pierna... ¡vamos! tenía 12 años) a ver lo que quedaba de tanta emoción en 45 segundos. Hubo momentos en que describía con convincente emoción mi "película favorita", como si la hubiese visto, aunque solo vi... el trailer. Los años pasaron, crecí, el cine se hizo parte importante de mi vida (a veces veo la misma película una y otra vez, como en el caso de Se7en que la he visto 21 veces), pero nunca la vi, y por 20 años no volví a ver el que fue el trailer más exitoso en mi vida.

No se si es buena, no se si es mala, no puedes juzgar algo por solo 45 segundos de sus momentos más emocionantes. He caído en esos ganchos: excelentes trailers, malas películas. Como en el caso de The Village de M. Night Shyamalan, una película con excelente mensaje pero el trailer la supera en emocionarnos. Podríamos decir que Night Shyamalan se ha hecho experto en películas malas con buenos trailers (otro ejemplo es The Happening, excelente trailer pero la película más mala que he visto ¡en mi vida!, cuando la vimos en el cine la gente se paraba y se iba), quizás debería dedicarse a los trailers, una pena pues tiene muy buenas películas en carpeta. En fin...

Pensaba en eso mientras tenía una conversación sobre predestinación y libre albedrío con par de hermanos. Toda nuestra conversación teológica se ha tornado alrededor de un solo punto: SALVACION. No es que la salvación no sea importante pero ¿es lo único? Aún después de ser "salvados" seguimos hablando sobre "como nos salvamos", y toda nuestra vida nos la pasamos hablando sobre salvarse, si Dios nos elige, o si El solo nos llama y nosotros elegimos si aceptamos su llamado o no. Es como si todo el asunto se tratara de nosotros. Luego la vida cristiana se convierte en una vida de "mantenimiento" de esa salvación, y nos covertimos en cristianos egoístas, que nos autojustificamos (aunque digamos que no), despreciamos a los que no son salvos y siempre preocupados por un evento que ya pasó y que solo es la entrada a algo más grande.

Vuelvo y lo repito: creo que la salvación es un momento sumamente importante en nuestras vidas, deberíamos darle gracias a Dios toda la vida por lo que hizo con nosotros, que nos transfirió de las tinieblas a su luz... Pero. ¿De eso es que se trata el Reino? ¿De estar toda la vida con stress sobre "ser salvos"? ¿De defender como nos salvamos y de que forma Dios lo hace? ¿O es que la película es tan mala que solo nos importa el trailer?

2 comentarios:

Zarache dijo...

Antes de llegar a la ultima frase pensé: Que tiene que la salvación con los trailers y peliculas. Ahora que terminé d eleer me has dejado pensando.

Fausto Liriano dijo...

Lau: ¿qué has pensado?