lunes, diciembre 31, 2012

21- Se Va...


Se va. Pero ¡wow, qué año!
Es lo único que puedo decir algunas horas antes de despedir el 2012.
Sí, he sentido que este ha sido uno de los años que han pasado más rápido.
Sí, ha sido en muchos sentidos más duro que años anteriores. Muchos momentos tristes, sorpresas desagradables, situaciones inesperadas. El dolor de separarnos de gente amada, también la alegría de la unión.

Pero, mientras hago una revisión, solo puedo pensar en todo lo bueno que ha pasado durante este año. Mi familia es una de esas grandes bendiciones que tengo, de las que cada mañana digo no merezco. Despertarme cada día al lado de Noe. Ver crecer a Benjamín y tomarse la música muy en serio. Ser parte de El Círculo, una comunidad de gente valiente que queremos vivir apegados a una concepción bíblica de la iglesia. Esos momentos locos, cosas buenas que no pides y se dan: cantar con amigos de casi toda América en un pequeño cuarto en San José, Costa Rica; ver a un brillante teólogo primero impresionarnos con su sabiduría y humildad, luego alegrarnos mientras bailaba un tango ("Volver", también en ese pequeño cuarto de San José); compartir con amigos de la Red del Camino también de todo el continente, llorar con ellos, orar con ellos, alegrarnos con ellos. Ser invitado a un trabajo para el que no estoy capacitado, dándoseme un voto de confianza y respeto. Compartir la Palabra con la gente valiente de "Shalom" en México (aunque hay gente que se hizo invisible, tú sabes) y experimentar la comunidad a níveles que te hacen cuestionar tus costumbres; Jorge y su familia, ¡wow, qué atención! Arturo y Sheila que tenía años que no veía. Conocer en vivo a Emmanuel Castillo. Fabián Garza que me hizo comer "Pozole" (quienes me conocen saben que no como nada "mojado"), lo lindo es que ahora me encanta el plato ese. Comer con mi hermano Hector Hermosillo unos ricos tacos al pastor en Ciudad México. Ver "Maldito Mundo" (un libro que escribí) atravesar fronteras, y ser bajado por 10,000 personas (espero lo hayan leído). Escuchar los testimonios de lo que Dios está haciendo a través de este libro de primera mano en diferentes países. Estar por unos días en Chiapas, México, rodeado  de la gente más brillante que he conocido, ser impresionados por su humildad, sentido de responsabilidad en su trabajo del Reino. Beber un cafécito en una plaza en Chiapas con "Jarabe de Palo" (en vivo) a mis espaldas. Ver la música de esa banda ser opacada por los sabios consejos de un ahora mentor. Los momentos en Cotuí. Ver a mi hermano crecer junto a su familia. Los momentos en Bethesda. Adorar con arte en El Círculo, tener la Cena del Señor y luego comernos una rica pasta mientras hablamos cualquier cosa. Pasar unos días con hippies en Chicago, caminar la ciudad y terminar el día con amigos, vino, pizza y las "Cuatro Estaciones" de Vivaldi (¡en vivo!) sobre la grama en un parque de esa misma ciudad. Volver a ver a los Anthony´s, en una montaña de California. Descansar con Noe y con Benja frente a un lago mientras los venados venían a saludarnos. Ver mi casa llena de vigor cada jueves mientars compartimos algo de comer, oración y la Palabra. No puedo dejar de pensar tampoco, en lo mucho que el dolor y las situaciones difíciles me han hecho crecer. En afirmar lo que soy, y en darme cuenta que no soy. Eso ha sido muy importante.

Y sobre todo: "Dios es bueno y nos permite servirle." 2 Corintios 4:1 (TLA) 
¿Me puedo quejar? ¡Naaaa! 
Gracias a todos por leer, por apoyar, por orar.
¡Feliz Año! ¡Vamo´ a dale! 
Unflinching!
PAZ.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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Foto Cortesía de Thomas Hawk

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