lunes, agosto 12, 2013

Cualquier Mafioso Puede Hacer Eso...

Como creyente, lo que creo influye como vivo. No puedo decir que creo en un Dios de amor y que me manda a amar, pero al mismo tiempo tengo odio hacia una persona, o sólo amo a quien quiero amar o a quien me ama (que según Jesús cualquier mafioso puede hacer eso). Sin embargo (y esta es la ironía más grande de la vida), hay personas que odian, resienten, y al mismo tiempo se sienten unos gigantes espirituales.

Y, tenemos que admitirlo man: creer de esta manera (que lo que digo que creo, sea encarnado en mi estilo de vida) requiere trabajo, ¡no es fácil! ¡O sea! el simple hecho de que afirmemos que creemos que Dios es amor y nos manda a amar, no hará que amemos a otros. Pero el compromiso con ese Dios, que nos ama y que nos manda a amar, nos lleva a la obediencia, y al obedecer nos comprometemos con un proceso en el cual me dedico a preparar mi corazón y mis pensamientos en poder restablecer relaciones con gente que dejé de amar, o iniciar relaciones con personas que desprecio o trabajar mis raíces de amargura, o arreglar ahora mismo (no pronto, ni mañana ni después) mis asuntos con ciertas personas. Podemos pensar "¿qué pasará con nosotros, con nuestra reputación? ¿seguirán abusando de nosotros?" ¡Hey! Debemos creer que Dios se va a ocupar de esas cosas, pues solo en El estamos seguros.

Eso nos lleva a lo que hablaba en post anteriores: el primer paso para esto (¡todo está conectado! ¡buajajajajá!) es que empiece a leer la Biblia de otra manera: entrando a la historia, que es mi historia, para vivirla de la forma en que una multitud de hombres y mujeres la han vivido por siglos, posicionándome en ella. Luego empiezo a hacerme preguntas con respecto a esta historia de la que soy parte y en la que debo vivir (¡sí! tienes que pensar que tu historia, ¡man estás ahí al final de Apocalipsis! cantando con multitudes de personas de multitudes de naciones, todos vestidos de blanco adorando al Cordero), ¿por dónde iba? ¡Ah! debo preguntarme: "¿es esto vivible?" Suena redundante pero es una pregunta honesta. Encontrarás que la respuesta es sí, y entonces la mejor pregunta después de esta sería: ¿cómo vivo esto en medio de mi escuela, mi trabajo, mi familia, mis amigos, yendo al cine, comiendo en la calle y.... etcétera? La respuesta puede variar dependiendo de nuestro contexto, pero surgirá de una sola fuente: Jesús y el estilo de vida que el recomienda.

Lamentablemente, una disciplina que se ha perdido en la iglesia desde hace siglos es la disciplina de la imitación. En sus primeros par de siglos  la iglesia imitaba a los hombres que habían aprendido a vivir así de otros hombres que habían aprendido a vivir así de los apóstoles, quienes habían aprendido esto de Jesús. Pablo le dice esto a los Corintios (1 Corintios 11:1), se lo dice a Timoteo para que otros lo imiten (2 Timoteo 2:2), otros autores del NT también. En algún punto la cadena se rompió, dejándonos con continuas crisis que son rotas cuando el Espíritu Santo decide usar a hombres que desafíen el sistema nada más y nada menos que preguntándose si es posible vivir como Jesús. Estos hombres se responden "sí", y que buscan la forma de hacerlo y enseñarle a otros a hacerlo. A algunos de estos raros casos en medio de crisis le llamamos "avivamientos”. Es triste que hoy  se piense que avivamiento solo fueron esos tiempos donde ciertas manifestaciones del Espíritu eran más comunes que ahora, pero avivamiento es cuando la iglesia se dedica a ser sal y luz y de repente afecta su entorno y, como un bonus-track, ciertas cosas loquísimas y sobrenaturales suceden.

Esto es imprescindible para un estilo de vida de acuerdo al Reino de Dios. No lo podemos  pasar por alto u obviar. Cualquier atajo nos llevará al punto de inicio, que es lo que pasa con el 97% de los creyentes: iniciamos buscando atajos para darnos cuenta que paramos en el mismo lugar, para preguntarnos “por qué”, para entonces empezar la búsqueda o, en el peor de los casos: simplemente terminar con ella. Y no se si lo notaste: es un proceso intencional, consciente y que requerirá todo de mi (mente, corazón, cuerpo, alma... que es como también amamos a Dios: ¡con todo!).

¿Le damos? ¡Vamo a darle!
------------------------------------------------------
Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons

Foto Cortesía de Thomas Hawk

Usado Con Permiso Bajo Licencia Creative Commo

No hay comentarios: