jueves, junio 22, 2006

FREAKING RIESGO!

(Para darle un poco de pausa;al hippie aquí va algo que hablé en El Círculo hace algunos meses, revisando algunas cosas vi que no lo había puesto en el blog... disfrútenlo o recházenlo...) 


No pasan muchos años sin que uno descubra que la vida es un riesgo. Por más seguro que te sientas, y aunque no lo pensemos, poner los pies sobre la tierra al momento en que nos levantamos es un indicativo que estamos vivos pero también de que podemos morir. Los viejos del campo dicen: “Para morir nada más hay que estar vivo.” Un adagio que de seguro al que, para quien lo pensó por primera vez, fue como para Einstein la teoría de la relatividad (¿fue Einstein?).

Últimamente hasta salir a la calle es un riesgo, si tienes un vehículo corres el riesgo de que te lo roben o que tengas un accidente. y si andas a pie de que te apunten con una pistola y te asalten. Incluso el amor conlleva riesgos. CS Lewis dijo: “Ama algo y tu corazón será retorcido y probablemente roto. Si quieres estar seguro de que tu corazón se mantenga intacto no debes dárselo a nadie, ni siquiera a un animal.” 
Ups!!!! 

Anyways, amar es como una necesidad y no importando los riesgos que esto conlleve pues amamos. Tenemos que salir a la calle, así que no importando los riesgos que eso conlleve salimos. Y si tenemos el dinero para comprar un carro, no importando los riesgos que eso conlleve, lo compramos, aunque mañana choquemos o nos choquen o aunque en una semana nos lo roben. 

Conozco una persona cuya amiga, acabando de salir de la Feria de Vehículos con su carro nuevo, alguien la chocó y se lo desbarató. Pensar en los riesgos de forma exagerada nos vuelve paranoicos. Conocerlos para saber qué hacer “en caso de”, nos da seguridad. Riesgos hay por todas partes, incluso en la vida espiritual. ¿Qué pasa entonces que queremos vivir una vida espiritual nada emocionante y donde negamos los riesgos? ¿o qué pasa que nos transformamos en paranoicos espirituales que nos hace vivir una vida con miedo y en la que solo reaccionamos cuando sentimos que perderemos algo? No sé donde la vida del cristiano se transformó en cómoda, conforme, “segura”. Si incluso Dios toma riesgos, el hecho de que Dios le de la libertad a hombres y ángeles de hacer lo que le da la gana (lo que llamamos libre albedrío) está tomando el riesgo de que tú, con toda la libertad que El te ha dado, lo ames o no, lo adores o simplemente digas: “No me gustan tus coros, pana”. Aclarando: no estoy diciendo que te transformes en una versión esquizofrénica de un paranoico espiritual, viendo los riesgos por todas partes y no disfrutando lo que Dios te da, sino que al conocer los riesgos no tengas miedo de caminar en libertad y simplemente estés alerta ante las cosas que te rodean. Porque si hay algo cierto es que nos roban el corazón y ni siquiera nos damos cuenta. No siempre fue así entre los cristianos, hubo un tiempo donde entendíamos que teníamos un riesgo y eso no le quitaba la emoción a la vida espiritual… en cambio: la aumentaba… “... fueron muertos a golpes, pues para alcanzar una mejor resurrección no aceptaron que los pusieran en libertad. Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles. Fueron apedreados, aserrados por la mitad, asesinados a filo de espada. Anduvieron fugitivos de aquí para allá, cubiertos de pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados. ¡El mundo no merecía gente así! Anduvieron sin rumbo por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas. Aunque todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio el cumplimiento de la promesa.” 

Ups!!!! Vivimos donde la fe cristiana debería estar en su apogeo. Sin embargo queremos ocultar los riesgos tras “vacanerías”. Hemos tratado tan fuerte de que no se nos identifique con los cristianos raros que estamos cada día más pareciéndonos al mundo, si AL MUNDO… 

Recuerdo un pasaje de la Biblia donde uno de los escritores de los evangelios junta varias historias de gente que se acercaba a Jesús para seguirle, hubiese sido más cool si ellos explicasen los verdaderos motivos por los cuales esas personas querían seguir a Jesús, porque obviamente no eran los que deberían ser (los motivos, me refiero), sino hubiesen permanecido. Uno se acerca y le dice: “Quiero seguirte a donde vayas”… Jesús le dice: “Las zorras tienen cuevas y las aves tienen nidos, más el Hijo de Hombre no tiene donde recostar su cabeza…” Otro se acerca y le dice: “Señor te sigo pero deja que entierre a mi padre…” Jesús le dijo: “Deja que los muertos entierren a los muertos, y sígueme…” Luego en otro pasaje dice: “Si alguno no deja padre, madre, hermano, hermana (la lista puede ser más grande) y me sigue, no es digno del Reino de los Cielos.” Aaaaaaaah!!!! Man, estamos aquí esperando que Dios nos acomode, o de alguna forma tratando de que Dios vea que por lo menos en nuestra tan ocupada vida le dedicamos un domingo en la noche. ¡Eso no es! De eso no se trata. Lamento decepcionarte… “bueno pero yo le dedico otro día a la semana…” ¡Eso no es! De eso no se trata… Lamento decepcionarte, pero esto de seguir a Dios conlleva riesgos, y muchos de nosotros por no querer asumir los riesgos hemos despreciado el mismísimo llamado de Dios, hemos despreciado una vida mejor, lo hemos despreciado a Dios mismo. Man! (woman!) me encantaría ser tan claro como Jesús, me encantaría decirle la verdad a esos que vienen a mi acabando de aceptar al Señor y decirle: “Loco, esta vida de cristiano exige riesgos, no hay una forma en que te pueda explicar en que lío te metiste… Pero no hay plenitud mayor que entregar tu corazón al Señor…” Pero no puedo… No sé como decirlo, es como decirle a un bebé: “¡Qué lindo! Naciste, te cuento que este mundo ta lleno de guerras y que cuando sepas leer las noticias te vas a asustar de todo lo que sucede en este país.” Santiago dice en el capítulo uno de su libro: “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.” 

Una de las cosas que más me ha dejado pensando esta semana es como veo jóvenes desmotivados, sin pasión, sin metas, con la cabeza hacia abajo, que con miedo a enfrentar riesgos nunca han logrado nada en la vida, y mi oración ha sido esta semana que Dios ayude a esos jóvenes a que sus corazones les sean devueltos. He llorado mientras oro… bueno, eso a ustedes no le importa. Pero si tan sólo supieran que un poquito de riesgo les daría el éxito. También he visto gente que durante años están en la misma condición espiritual, nunca avanzan. Siguen siendo los mismos adictos al sexo, usando drogas, presos del alcohol o de un freaking cigarrillo, o de la mentira o de cualquier otra cosa. Unos lo ocultan, otros lo muestran porque ya se han vuelto insensibles a esto, y lo peor de todo es que creen que tienen una relación con Dios. Todo el que ame los placeres más que a Dios, no es digno del Reino. “El Reino de los cielos ejerce violencia y sólo los valientes lo arrebatan.” ¿Asumes el riesgo o estarás sentado ahí para siempre?

2 comentarios:

Cristabel Sosa dijo...

estoy totalmente deacuerdo contigo. Me puso a pensar el post, y creo q en adiccion a todo esto lo triste es que muchas veces nos arriesgamos pero con motivaciones egoistas, satisfacer nuestro yo, ,ahi si! pero cuando se trata de ser valiente en el reino de Dios, de ser hijos de luz en vez de ser hijos de oscuridad, en cada detalle de nuestras vidas, quedamos cortos.
May the Lord help us

Lenin Almonte dijo...

Amen!!!
Fausto, simplemente: Excellent!!

Dios te bendiga