PUNTOS DE VISTA VERSION GRANDES LIGAS
Mientras leía un artículo bien interesante en una de las revistas cristianas más populares, casi llegando al final del escrito me encuentro con la siguiente pregunta del autor: “La espiritualidad suena muy bien, ¿pero es suficientemente teológica?” Seguido por argumentos que respaldaban su cuestionamiento hasta la afirmación de que “La espiritualidad, usada bíblicamente, es fecundada con un contenido práctico y teológico.” Lo siento, no pude evitarlo, me enojé.
Puede ser que tenga la razón al hacer dicho cuestionamiento, pero ¿quién me afirma que su teología sea “correcta”? A veces me siento como si muchos de nosotros fuésemos ratones de laboratorio mientras “expertos” en el tema (teólogos, filósofos y sociólogos “cristianos”) hacen la descripción que mejor les parezca a ellos sobre ciertos aspectos, reduciendo el cristianismo y el seguir a Jesús a simples términos o tablas algebraicas. No estoy en desacuerdo con que haya gente que estudie a profundidad los “misterios”, ¡al contrario! No podría estar más de acuerdo. Pero eso no les da la autoridad para el reduccionismo de la fe a simples puntos de vistas.
No quiero sonar ni “radicaloide” ni “ratonbiblioide”. Pero me gustaría poner ambas cosas (espiritualidad y teología) en el banquillo y luego cuestionar la validez de nuestros pequeños puntos de vistas frente a los puntos de vistas de Dios, los cuales no pretendo conocer, pero a modo de desconocedor quiero hacer esta comparación.
Almorzando con un pastor amigo (hay pastores que no son tan amigos) hace unas semanas, me hizo la siguiente historia (espero recordarla bien):
“Un místico cristiano, un pastor evangélico y un predicador fundamentalista mueren el mismo día. Esa misma tarde llegan al cielo. San Pedro los hace esperar en la puerta diciéndoles que antes de entrar tienen que tener una pequeña entrevista con Jesús, solo para aclarar algunos puntos que pudiesen estar erróneos, antes de entrar al cielo.
Entra el místico cristiano. Sale después de dos horas diciendo: “¡Wow! No sabía que estaba tan cerca de cosas ciertas.” Y entra al cielo. Le sigue el pastor evangélico, quien dura unas 5 horas y sale diciendo: “No sabía que había pasado tantas cosas verdaderas por alto…” Y entra al cielo. Luego entra el predicador fundamentalista. Pasan algunas horas, un día, dos días y nada de salir. Al cuarto día sale Jesús rascándose la cabeza y diciendo: “¡Wow! ¿Yo soy así? ¡Yo no sabía que yo estaba tan mal!”
Aunque quizás te pueda provocar risa (o confusión, no soy tan bueno haciendo cuentos que escucho una sola vez), es muy común escondernos detrás del muro de una teología que hemos creado y en la cual basamos toda nuestra vida. A veces llega el punto que está tan arraigada a nuestro ser que para nosotros esto es “Palabra de Dios.” Perdiendo la capacidad de definir si es correcta o no. Mi amigo Rafa hace un tiempo escribió algo sobre la utilidad de la teología, su punto era probar que “así como la ciencia se convierte en innovación al ser aplicable a la resolución de algún problema y llega a ser tecnología cuando mejora la calidad de vida de la gente, el conocimiento que tenemos sobre Dios debe servir para algo concreto, más allá de llenarnos la cabeza de aire.”
Cada persona, desde cualquier niño hasta el más viejo de los adultos, de todos los estratos sociales, razas o formación racional, tiene su propia teología. Ya sea influenciada por las tradiciones familiares, por un profesor de filosofía o sociología, por una película, que hayas estudiado teología propiamente, o que lo haya adquirido por el estudio personal de la Biblia y libros de unos cuantos verdugos por ahí, el concepto que tienes y lo que piensas de Dios es tu teología. Esta puede ser buena o mala, y si es buena puede estar mal aplicada, bien aplicada o no-aplicada. De hecho hay buenos teólogos, gente que si las leemos nos sentiremos que nos brindan las respuestas “correctas” pero que no la aplican para nada en sus propias vidas. Hay otros que tener las respuestas correctas los ha hecho caer, y hay gente que simplemente les sirve para envanecer su mente por haber adquirido el conocimiento “correcto” de Dios. Como una vez, un amigo, quien es una personalidad en el ámbito teológico y profesor de una universidad cristiana en Estados Unidos me dijo: “Con todo el conocimiento que tengo, se me hace tan difícil escuchar los mensajes de algunas personas. A veces traigo un libro a la ‘iglesia’ asi si el mensaje no me interesa pues adquiero conocimiento de otro lado.”
¿Quizás por esto la Palabra dice: “De la boca de los niños y de los que aún maman, fundaste la fortaleza…”? ¿por nuestro orgullo somos incapaces de oir las simples palabras de los misterios de Dios que son tan simples que no le damos paso a entenderlas?
Entonces la teología (como cualquier otra rama del conocimiento) te suma o te resta, te hace un mejor hombre o uno peor. Entonces no es suficiente que algo sea “teológicamente correcto”, si es que existe tal cosa (luego explico, no te preocupes)…
¿Qué pasa con la espiritualidad?
Continuará... (me hacía falta esa palabra)
4 comentarios:
Antes de dar opinió completa espero la contuniación.. pero en lo que si estoy totalmente de acuerdo es en los medios, gente y cualquier persona que juzga a Dios, la Biblia o cualquier acto religios desde el punto de vista que se ha formado por el actuar de algún familiar religioso o de la denominación mayoritaria. En este caso aquí en México mucho de Dios está desvirtuado porque todos "los errores" o desatinos que ha tenido la iglesia católica son achacados directamente a Dios.
Bien dices.. quien les dijo que su punto de vista es el correcto y de ahí tienen la autoridad para juzgar todo lo que sea.
Hay gente que juzga a Jesus por el código Da Vinci... sin entender en primera que es película, después novela y para rematar algo que "supuestamente" dijo Leonardo.. el cual me pregunto... ¿quién era para decir como eran o no las cosas? mis respetos como artista pero hasta ahí...
Espero la contunuación
Bendiciones
¡Que tal si nuestro Salvador se presentara ante nosotros y nos hiciera las mismas preguntas que hizo a sus discipulos?
¿Quien dice la gente que soy? y
¿Quien dicen ustedes que soy?
Fausto, creo que - una vez más - me es difícil comprenderte sin definir bien algunos términos. En este caso, a qué te refieres con la palabra "teología".
Si con "teología" te refieres al conocimiento sistematizado de las verdades de Dios, los cuales se busca depurar por la lógica y la deducción (la imagen de Dios en el hombre), y especialmente por las Escrituras, entonces no puedo estar más en desacuerdo con todo lo que has escrito. Incluso puedo decir que la frase del autor que leíste, la cual te enojó, me hace todo el sentido del mundo (por supuesto, no lo estoy leyendo en contexto, me refiero a la frase por sí sola).
Ahora bien, si con "teología" te refieres a los libros que son propiedad exclusiva de unos cuantos catedráticos, o el fruto de charlas y conferencias en que sólo participa un 0.003% del pueblo, entonces claro, ahí vamos... pero te diría que tu uso de la palabra es extremo e inapropiado.
"...el conocimiento que tenemos sobre Dios debe servir para algo concreto, más allá de llenarnos la cabeza de aire.”
Con esta frase, yo creo que concedemos demasiado de lo que nos pertenece. ¿Quién dijo que el conocimiento no es algo concreto (u objetivo)? Más aún, ¿quién determinó que lo "concreto" (entendiendo que quieres decir lo empíricamente evidenciable, si no, pues ok) está por encima de todas las cosas?
No me malentiendas; Estoy de acuerdo con el corazón detrás de tus palabras. Pero a fin de cuentas, creo que estás tomando una opinión extrema como contrapunto. Yo sé que ambos tú y yo estamos apasionados con un punto medio, no tenemos por qué diluírlo.
"Pero me gustaría poner ambas cosas (espiritualidad y teología) en el banquillo y luego cuestionar la validez de nuestros pequeños puntos de vistas frente a los puntos de vistas de Dios, los cuales no pretendo conocer, pero a modo de desconocedor quiero hacer esta comparación."
Reaccionando a esta frase, una pregunta fundamental, para entenderte mejor: ¿Crees que se puede llegar a conocer exactamente lo que Dios conoce, en alguna medida, por pequeña que fuera?
Tu hermano siempre,
A&R
Alexander: si no te es mucha molestia creo que deberías leer el texto otra vez (aunque te sugiero esperar la parte final) y te darás cuenta de que algunas cosas que preguntas están respondidas. Sino pues te explicare, pero de entrada: no me has percibido bien.... Salud!
Carlos: creo que es mejor NO JUZGAR, pero es bien curioso como cuando la gente esta repulsiva a la iglesia, tambien se vuelve repulsiva a Dios y eso ya seria otro tema, pero muchas dce las razones están en una busqueda de excusas para negarle o para no entregarle la vida. Espera la otra parte.
Manlio: creo que es el centro de todo, quizás algunos de los Jesús que nos han presentado no tienen nada que ver con el verdadero.
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