miércoles, julio 18, 2007

VICTUS 01

Como practicar la religión sin morir religioso en el intento

Hace par de días llevaba unos amigos al aeropuerto. Habíamos estado trabajando en algunas “conversaciones grupales” (entrenamientos) sobre evangelismo y otras reuniones bien interesantes, pero ya era el tiempo de partir. Mientras estaban en la fila para entrar a chequear su equipaje, me dirigí a uno de esos puestos de revistas y libros que hay frente a los counters, no para buscar nada en específico sino a ver, matar el tiempo en lo que ellos salían para así despedirme.

Puse mis ojos en casi todas las revistas, buscando algo digno de ver o comprar sin tener mucho éxito. Como no pude encontrar nada así como para ni siquiera mirar, iba saliendo y pasó: mis ojos, que iban examinando cada título de la manera en que un scanner pasa rápidamente sobre las fotos, chocaron con un título que decía: “El Amor y el Perdón (Depak Chopra)”. No era que el libro me llamaba la atención, al contrario, soy opuesto a los libros de superación personal o de “haz las cosas fáciles en dos pasos”, y de este sabía por donde iba porque conozco el autor. Lo que si me llamó la atención es que mucha gente prefiriría leer “El Amor y el Perdón” de este tipo y hasta ponerlo en práctica, pero saldría huyendo si le dices que Jesús puede enseñarles sobre amar y perdonar, o se reiría de ti si les dices que muchas de estas cosas este tipo las tomó prestada de la Biblia. Es más, apostaría a decir que el autor hasta menciona en el libro que Cristo es un buen señor y que debemos copiar de El “el amor y el perdón”.

Y pensé (algo que me pasa de vez en cuando… jejejejeje!): “Aparte de que los cristianos somos muy buenos mostrando que no vivimos el amor y el perdón a la “Cristus”, ¿por qué sucede este tipo de cosas? ¿por qué se nos hace más difícil aceptar las simples enseñanzas de Cristo?”

He estado meditando mucho sobre la vida cristiana últimamente, digamos que mi cerebro está más procesando información que introduciendo nueva o tratando de hacer salir la que ya hay. La cuestión es que cuando la gente piensa “Cristo” piensa en: “cargas, más días a la semana que comprometer, dejar algunas cosas y no comer mango… ¡qué se yo! Quizás Dios te pida que dejes de ser médico y te mande de misionero a Africa. ¡Ah! Y manipulación emocional.” Quizás… quizás… ¿pero y si no? Si no, no podemos creer que existe la posibilidad de servir a Dios desde donde estás.

Me explico: lees el libro de el Sr. Depak Chupa (perdón! Chopra!) y hasta aprendes a perdonar pero nada de tocar otras cosas en tu vida, lees la Biblia sobre el amor y perdón, y cuando llegas a donde el primer ministro te dice que debes dejar de ir al cine… ¡nada que ver! Nos pega mucho la Escritura donde Jesús le dice a los fariseos: “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la *fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos! Cuelan el mosquito pero se tragan el camello.”

Hemos complicado el evangelio, más que herramientas para una vida abundante lo hemos hecho una carga para todo el mundo. Pobre gente y pobre de mi, ya ni se como salir de todo esto. No quiero que me malinterpreten pero no puedo evitar que me malinterpreten, se que la vida cristiana es difícil, principalmente cuando tienes años viviendo un conjunto de reglas y de repente te das cuenta que no se trata de eso. En muchas palabras: la intención de Cristo no es, en ninguna manera, traer otro conjunto de reglas que podamos cumplir sino, la forma en que puedas abrazar a Dios con toda tu alma, corazón, mente y fuerzas. Lo peor es cuando todo ese tiempo bajo todas esas leyes y cosas que no se deben hacer, te das cuenta que nada a cambiado en tu corazón.

continuará...

3 comentarios:

Nelly Escotto dijo...

Muy Interesante Fausto,

Estoy en un proceso parecido, y he entrado en crisis al darme cuenta que he adoptado tantos adornos que la escencia de la vida en Cristo se ha desaparecido bajo tanta carga.

Lo bueno es que se está levantado un grupo de cristianos que empiezan a entender que el cargarnos de limitantes inventadas, sólo nos aleja del objetivo al que fuimos llamados.

Somos los pocos luchando contra la corriente, pero en general somos escandalosos y nos notan y cada día se nos suman más.

Te sigo leyendo,

Nelly

Carlos Julio dijo...

Si practicásemos el amor como Él nos lo enseñó y viviendo una vida auténtica y aferrados de su mano, sería todo más fácil.

Hoy existe una mediocridad cristiana general muy marcada.

Pero solo en Jesús podemos dejar de ser cizaña y convertirnos completamente en trigo y ser dignos de Su rebaño...

Bendiciones y saludos cordiales desde Ecuador.

Carlos Julio

Fausto Liriano dijo...

Nelly: ¿por si acaso eres familia de RAUL ESCOTTO? quisiera saber...
Respecto a lo que dices, que cierto es que hemos adoptado cosas que le roban la esencia del cristianismo. Sinceramente oraré por tu proceso...

Carlos: ¿Mediocridad cristiana? ¿Existe tal cosa?