REPU-TACION VS. KARACTER...

Y nos sacaron sangre para donarla. Fue una experiencia... nueva, especialmente cuando crei que como soy tan flaco si me sacaban una pinta de sangre era como que si me sacaran el hígado y nunca más en la vida sería capaz de comer batata. Es increíble el mundo en estos días, vas a comprar algo a una tienda y de repente: "¡regálenos sangre!" Drácula estaría feliz con la bondad del mundo actual.

La semana pasada, me tocó colaborar con la Red del Camino en una conferencia que no era sobre sangre sino de cómo podemos construir comunidades integrales. Uno de los pastores que estuvo como plenarista habló sobre la necesidad de ser más inclusivo en nuestras comunidades, permitir que gente que usualmente es rechazada en nuestras congregaciones sea recibida. Para el tiempo de preguntas y respuestas, la preocupación de las personas no era cómo lo hacemos sino hasta dónde lo hacemos y cómo hago si hablan mal de mi. Eso evidenció un mal que tengo viendo desde hace tiempo en las iglesias evangélicas: alabar la reputación, y pensar mucho en el "qué dirán".

Ahora bien, hay reputación y hay carácter, el problema de nosotros no es el qué dirán si nos ven, el asunto está en qué dirán si nos vieran y si supieran lo que hacemos en secreto y lejos de nuestro contexto "evangélico". Antes de seguir, diferenciemos carácter y reputación, carácter es lo que eres y reputación es lo que la gente piensa de ti. ¿Qué importa lo que la gente piense de mi si finalmente Dios sabe lo qué hago en oculto? ¿qué problemas me trae lo que otros digan si realmente Dios sabe que estoy siendo fiel en mi relación con El? ¿qué beneficio me deja el estar bien en la boca de todo el mundo si al final mi corazón está mal con Dios?

Hmmm... piensen en eso... y diganme...