miércoles, septiembre 19, 2012

Del Baúl...

Del baúl de lo que uno ha escrito se sacan muchas cosas, a propósito de lo que  estoy escribiendo ahora ("Sobre Una Revolución Que Puede Ser Que No Sea"), hace tiempo escribí esta meditación basada en algo que leí en un libro de Henri Nouwen*:

La tendencia histórica del ser humano ha sido hacia diferentes lados:
Espiritual: Iniciando con tiempos remotos y cercanos a la Edad Media donde gente que quería vivir una vida que le agrada a Dios (i.e. Monjes) se internaban en monasterios donde pasaban su vida orando. No muy lejos de esta realidad, los cristianos actuales se apartan del “mundo” para poder tener a cientos de años luz de distancia y lejanía todas las tentaciones habidas y por haber que te ofrece para complacer los apetitos de la carne.

Revolucionario: Los revolucionarios pretenden cambiar al mundo con doctrinas sociales y de comuna, que ayuden a los hombres a vivir de una forma más digna. Una muy conocida: la Revolución Francesa; una muy cercana: la Revolución Marxista-Leninista y las pequeñas revoluciones comunistas en diferentes países del mundo. Sus filosofías de trabajo incluyen (lamentablemente, y por eso el pueblo no los entiende): el maltrato de campesinos en Colombia o llamar la atención con bombas en las que mueren muchísimas personas. La revolución siempre se alejó de aquello espiritual, pues ¿qué puede ofrecer una persona como solución a los problemas actuales del mundo si está encerrada para alejarse de lo que es la vida real?


Una cosa opuesta a la otra, por motivos sinceros y egoístas. Pero ambas cosas fallan en la practica.


Hubo alguien que hizo una verdadera revolución. Cambió el curso de la historia, y aunque esto lo hayas escuchado miles de veces: sin armas y con sólo un puñado de hombres (más de doce para tu información, aunque no muchos) la dividió en antes y después de su existencia. Ese alguien, lejos de no ser espiritual siempre estuvo en contacto con Dios. ¡Bueno, bueno, bueno! No le doy más larga: Jesús, la combinación perfecta de “Monje-Guerrillero”. Nos enseñó que se puede ser espiritual sin tener que vaciar la cisterna de casa y convertirla en un monasterio barrial y moderno con todas las comodidades para la oración y, para tu información, a prueba de demonios. Y como ser revolucionario sin tomar las armas y alejarnos de Dios.

¿Cuál es el problema?
Que tenemos tantos modelos, tantas formas y fórmulas que les han funcionado a algunos y pretendemos conquistarlo todo, pero se nos ha hecho imposible. En mis casi diez años como líder y servidor cristiano (y de esto escribiré más adelante) he visto todas las contradicciones en las que nos hemos visto envuelto por la misma razón: buscar la mejor forma de hacer las cosas, de dar una respuesta. La cuestión es que mientras no busquemos en la fuente siempre tendremos el mismo problema. Nos gastaremos de un modelo que luego se contradecirá sin saber que decir, y nosotros le seguiremos con la lengua afuera como perros dóciles buscando ser condicionados a la nueva ola de costumbres de nuestra “sub-cultura” cristiana, salivando ante el timbre sin tener más alimento.

Seguir el modelo de Cristo (que está disponible en la Biblia, para nuestra información) es lo que un mundo desorientado en lo espiritual, y anhelosos de una nueva revolución que rompa los esquemas sociales actuales, necesita.

A mi me cuesta mucho escribir esto, porque me he dado cuenta que vivir es mucho más difícil que decir, y que escribir da mucha satisfacción, principalmente cuando crees que tienes la razón y que alguien corresponderá a tu mensaje, pero que de la letra a la acción hay un camino tan largo como el que recorre la luz en un segundo, pero es el camino que he decidido seguir.

Estudiemos a fondo la vida de Jesús y dejémonos de malascostumbres.

*Me tomo la libertad de copiar información dada en otros post ya que fueron escritos hace varios años y no creo que algunos de ustedes tenga el tiempo para ir revisando post por post...
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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