viernes, septiembre 21, 2012

Victoria y Yoko

Hace unas semanas, mientras estaba de viaje con mi familia, tuvimos que tomar un pequeño avión entre una ciudad y otra. Lo mismo de ida como de vuelta. En estos aviones hay una sola azafata que debe de hacer todo, el espacio es bastante estrecho, hay mucho movimiento durante el vuelo. No es precisamente el trabajo soñado por una niña que quiso ser azafata toda su vida (by the way: ¿las niñas siguen soñando ser azafatas?)... Bueno...

En el vuelo de ida estaba Victoria, dio las instrucciones a los pasajeros como nunca las he visto en mi vida (he tomado una buena cantidad de aviones). Dio bebidas extras a quienes aprendían lo que decía, tenía un excelente sentido del humor, haciendo su trabajo como si cada uno de nosotros fuese un pasajero de primera clase (no hay primera clase en estos aviones) y como si ese fuese el trabajo más apero de la vida.

En el de regreso estaba Yoko y... ¿qué les puedo decir? ella hizo lo que tenía que hacer y... punto.

¿Qué hace que Victoria y Yoko, que tienen el mismo trabajo, bajo las mismas condiciones, el mismo sueldo y la misma ruta, lo hagan de forma tan diferente: una como si es el trabajo soñado, entregándose por completo y la otra como si... es la única opción y por eso lo estoy haciendo?

Victoria y Yoko son sus nombres originales, no tengo ninguna intención de cambiarlos.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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