martes, septiembre 04, 2012

Elías

 Tercera Parte "Sobre Una Revolución 
Que Puede Ser Que No Sea"

He pensado constantemente en la historia de Elías. Elías en la cueva. El "revolucionario internamente derrotado". Después de llegar al punto de bajar fuego del cielo (uno hazaña que puede ser que algunos nunca hagamos), ver a sus compueblanos Israelitas gritar "¡A la porra con Baal! ¡Jehová es Dios!", lo mínimo que se espera ver es a todos sus hermanos adorando con él al Dios de Israel.

Ayer fue un día de victoria, aparentemente ya la gente entendió el mensaje. Pero no es así, al otro día todo vuelve a la normalidad: la gente llenando los templos de Baal ¡cómo si nada hubiese pasado! Elías se rinde, siente conmiseración, y no quiere seguir. Lo que hizo, dice él: "no tuvo resultado".
"... soy el único que queda con vida, y ahora me buscan para matarme a mí también." (1 Reyes 19:10 NTV). Dios días después le dice: "Levántate. No estás solo. Hay algunas cosas que quiero que hagas." 

¿Puede ser que la conmiseración sea tan grande que nos paralice?
¿Podría ser que enfocados en que un grupo de gente se afirme nos olvidemos de quienes "no han doblado sus rodillas a Baal"?
¿Puede ser que, albergando la ilusión de que gente que amas entienda tu celo y se una a la causa, pierdas la perspectiva?

Yo digo que sí. Pasó con Elías. Pasa con nosotros.
El revolucionario parece derrotado, la revolución parece que no sea, las circunstancias dicen todo lo contrario. Dios dice (sin que parezca que le importe nuestra queja o ansiedad): "Levántate. No estás solo. Hay algunas cosas que quiero que hagas. La revolución será."
Sí. Será. 
Dios le da pa´lante, aunque no te inscribas. O... ¿te apuntas?

-------------------------------------------------------
Fausto Liriano • www.veldugo01.com
Bajo Licencia Creative Commons
Foto Cortesía de Sean Rogers
Bajo Licencia Creative Commons

No hay comentarios: