miércoles, enero 10, 2018

¿Estudiar Biblia o Estudiar Teología?


“Yo les doy buenas enseñanzas; no rechacen mis instrucciones.”
Proverbios 4:2

¿Biblia? ¿Teología? ¿No es lo mismo?
Pues no. El teólogo estudia las creencias y las prácticas cristianas, algunos tomando en cuenta cómo estas se han desarrollado a través de los años. Algunos son sensibles a su ambiente y tratan de hacer una “hermenéutica bíblica” que contextualice el pasaje a una situación o momento específico e incluso a un contexto social. Responder “por qués” (si puede), mira la Biblia y da su opinión, su percepción. El punto de la teología es la práctica.

“La Teología nunca se concibe en el vacío; siempre se establece en unas circunstancias específicas, en un contexto personal…” (Christian A. Schwartz) Si el estudio de la teología no nos lleva a amar a Dios y amar al prójimo debería ser abandonado y dedicar ese tiempo a otra cosa. El estudio de Dios debe llevarnos a postrarnos, adorarle, a maravillarnos ante su impresionante inteligencia, gloria, majestad… sino nos lleva ahí… es mejor que se deje. Con eso quiero decir que la teología siempre debe llevar a la praxis.

El campo de las Ciencias Bíblicas es diferente, se vale de un conjunto de disciplinas para estudiar el cuerpo de la Biblia. Ciencias como la arqueología, antropología, crítica textual, lingüística, y disciplinas como la literatura, historia, filología, entre otras, ayudan a que podamos colocarnos en el mejor contexto posible para garantizar lo que la Biblia dice o no. Su trabajo es ver cómo se ha desarrollado el texto a través de los años, trabajar en recuperar el lenguaje bíblico, comparar los diferentes manuscritos que hay, tanto del Nuevo como del Antiguo Testamento, hacer sentido del mundo bíblico en base a los últimos avances, poder acercarnos más a lo que la Biblia dice en base a estudios lingüísticos y filológicos (comparación de textos), datar los libros de acuerdo a cómo estos han evolucionados lingüísticamente, y aproximarnos a la forma de vida del hombre y la mujer de tiempos bíblicos.

El bíblista no puede involucrar su posición doctrinal, su teología o su fe con su trabajo, ya que afectaría la integridad del mismo. A diferencia del teólogo que sí debe dar una interpretación del texto, para el bíblista “lo que la Biblia dice, la Biblia dice”, y debe manejarse con eso. A pesar de esta diferencia ambos son importantes.

Algo lamentable es que tenemos más cristianos estudiando teología que estudiando Biblia, y el campo de las Ciencias Bíblicas (especialmente en los países anglos) está lleno de estudiantes y profesionales ateos, agnósticos y no creyentes. Espero que llegue el tiempo donde los creyentes se animen a profesionalizarse en esta disciplina y, aunque su fe no debe mezclarse con su estudio, que la fe sea el motor por el cual amen traer claridad de las Escrituras que dan vida a través de las lenguas bíblicas, la crítica textual y todas las otras disciplinas.
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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