miércoles, mayo 15, 2019

Mortal Kombat (Job, Parte 15)


(antes de leer este post, te recomiendo leer Job 18-19)

En respuesta a los comentarios de Job, Bildad nos brinda su segunda respuesta. Su tono es personal y está… cansado. Job 18:2 es interesante porque Bildad parece dirigirse primero a sus amigos y no a Job, ya que usa el pronombre correspondiente a la segunda personal en plural, una traducción cercana a lo literal sería:
 “¿Hasta cuándo ustedes tejerán esta red de palabras? 
Consideren y después hablemos”. 

Las versiones bíblicas tratan el asunto de diferentes maneras:
1- La mayoría asume que se le está hablando a Job y cambian al singular (RVC, NTV, NVI, por ejemplo).
2- Las versiones bíblicas más libres y las paráfrasis, ven el plural como Bildad hablando con sus amigos y luego dirigiéndose a Job desde el versículo siguiente. Para mi, personalmente, es lo más cercano a lo que se denota en el hebreo.

La Traducción en Lenguaje Actual (TLA) lo soluciona así:
«¡Hablemos menos y pensemos más;
entonces podremos conversar!

Es una amonestación a todos, no solo a Job. Eugene Peterson (The Message) lo traduce así:
How monotonous these word games are getting! Get serious! We need to get down to business.
(¡Qué monótono se está dando este juego de palabras! ¡Pongámonos serios! Necesitamos ir al grano.)

Bildad sigue en la misma línea: los argumentos parecen gastados y es repetitivo. ¡Él mismo ha encontrado este tira y hala estéril! A pesar de eso, tiene la razón: el malo será aplastado, aunque ha perdido de vista algo: Job no es “el malo”. Ni siquiera han preguntado: “¿cómo te sientes? ¿cómo te ayudamos?”. En vez de eso: le han añadido leña al fuego.

Te das cuenta de que, el hecho de que la conversación se va inclinando a lo repetitivo, es un recurso intencional del autor porque, cuando lees el texto en hebreo notas la riqueza léxical de este poeta bíblico: entre los versículos 8-10 usa 6 palabras diferentes para trampas un recurso que solo la NTV (red, pozo, trampa, cepo, lazo, cuerda) y La Palabra (en castellano) pude constatar que usan.

Ya entrando al capítulo 19, el climax es donde Job pide desde lo profundo de su ser que tengan misericordia de él. Sobre todo el capítulo Alter dice (en su comentario literario de Job) que hay una  momentum narrativo implícito a partir de esta secuencia: Presionado por sus amigos, Job pide misericordia y quiere salir corriendo pero se siente acorralado (19:8-12), y luego expresa como la sociedad en general lo ha aislado. Siguiendo la prolijidad del autor nos damos cuenta que  el orden va desde los más cercanos a los menos cercanos, para volver a la más cercana y luego a los extraños (19:13-14):
- parientes
- amigos
- visitantes
- siervos
- esposa
- extraños

El versículo 20 siempre ha sido un problema para los traductores, literalmente sería “he escapado con la piel de mis dientes”, pero… los dientes no tienen piel, ¿quizás se refiere a las encías? (RVC traduce: “y los dientes se me caen de las encías”), otros han pensado que podría ser a “solo me han quedado los dientes para rascarme la piel”… pero es de esas expresiones idiomáticas que seguirán siendo oscuras para nosotros.

El punto más dramático del capítulo 19 está en los versículos 21-25:
21 ¡Amigos míos, tengan compasión!
La mano de Dios me ha golpeado ¡Compasión!
22 ¿Por qué me persiguen como si fueran Dios?
¿Devorar mi carne les da satisfacción?

23 ¡Aaaah ¡Si me dieran donde escribir mis palabras!
¡Si tuviese la oportunidad de en un libro redactarlas!
24 Escribirlas sobre roca a filo de hierro, 
para siempre. 
25 ¡Yo se que vive mi redentor, 
y desde el polvo resurgirá finalmente!
Job 19:21-25 (traducción mía

Después de gritar por piedad, en un genial vuelco profético Job desea que lo que le ha pasado sea escrito, su cuerpo transformado en acción en un libro abierto que en cada página va deshaciendo lo que la gente piensa hasta que (spoiler!)… Dios responda y entonces se cierre el capítulo con bendición y su muerte. Ahora lo leemos… ahora sabemos, por su ejemplo, como la paciencia resistente forja un siervo de Dios y que lo malo le pasa incluso al “bueno” (si es que existe alguien así).

Este capítulo 19 es el más famoso de todo el libro, y tiene uno de esos versículos que son de los más memorizados, cantados y predicados de toda la Biblia:
“¡Yo se que vive mi redentor, y desde el polvo resurgirá finalmente!”

Muchas disputas hay sobre el versículo, algunas históricas. No quiero añadir o proponer nada nuevo, pero quiero que tomemos en cuenta algo: Aunque Job no ha conocido a Dios como lo conocerá después, no podemos olvidar que era un hombre cuya vida buscaba una conexión continua con el Altísimo. El Job que se nos ha presentado en los capítulos 1-2 está ahí adentro, este vuelco de confianza en medio de gritos de frustración lo revelan y, en lo más profundo sabe, que su liberación llegará.

Memoria...
La memoria...
Me refiero: a la memoria de lo que Dios ha hecho, de donde nos rescató o nos sacó, de momentos en continua comunión... esa memoria.
Que surja la memoria de la ayuda en Dios en los momentos más difíciles.
Que no olvidemos en los tiempos de mucha prueba que Dios se movió constantemente mediante cosas grandes y mediante una secuencia innumerable de milagros "insignificantes".
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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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