Soy Yo (DevosEnOriginales 51)

«θαρσεῖτε, ἐγώ εἰμι»

Marcos 6:50

Soy Yo.

Yo soy.

Yo.

Hay solo UNA persona en todo el universo que puede decir eso trayendo confort, paz, tranquilidad… 

¿Perturbado?

Jesús es Dios.

Tranquilo… ¡es Él!

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Tengo Límites (DevosEnOriginales 50)

הוֹדִ֘יעֵ֤נִי יְהוָ֨ה׀ קִצִּ֗י וּמִדַּ֣ת יָמַ֣י מַה־הִ֑יא

אֵ֝דְעָ֗ה מֶה־חָדֵ֥ל אָֽנִי׃

Salmo 39:5(4)

Nuestra vida tiene límites, vivir responsablemente es un arte. Respetar el tiempo, saber cuándo actuar, dónde no debo estar, qué puertas debo abrir… es lo que la Biblia llama “sabiduría”, la capacidad de tomar buenas decisiones. El salmista le pide al Señor visión, pero no visión sobre propósito o sobre su misión en la vida, sino una visión sobre el límite de su tiempo, sobre los márgenes de su existencia física. Pero, ¿para que sirve eso?

Cada día leemos de personas que se arrepiente porque:

- no estuvieron presentes lo suficiente

- desperdiciaron el tiempo en algo que pensaron valía la pena (¡exacto! no sabían que estaban “desperdiciando” el tiempo)

- no abrazaron

- no visitaron

- no hablaron con

- etcétera…

… todo esto porque creían que el tiempo era infinito, no solo de ellos sino de los demás, que a veces desaparecen dejándonos con la sensación de: “debí estar… ahí.”

¿Qué estás haciendo con tu tiempo?

¿Qué quieres conseguir?

Buenas preguntas… pero a veces no las correctas.

Tratemos con esta: ¿conoces tu temporalidad?

Vive bien.

Aprovecha bien el tiempo (busca… en la Biblia se aconseja una y otra vez).
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Del Miedo a la Fe (DevosEnOriginales 49)

«μὴ φοβοῦ, μόνον πίστευε.»

Marcos 5:36

El recorrido no siempre es… claro. 

No hay que vivir muchos años para darse cuenta que, el camino de la vida, está lleno de momentos en donde la incertidumbre puede arropar casi todo e incluso convertirse en algo tan grande, que el miedo llega a ser la emoción más común. 

Jesús nos hace la invitación del miedo a la fe. Si has estado en momentos en donde estás seguro que el Señor te hace esa invitación (del miedo a la fe), ya sabrás que la incertidumbre sigue (¡no se sabe lo que viene), pero Jesús extiende su brazo y nos invita a caminar junto a Él, por el camino que no sabemos a dónde lleva, caminándonos desde nuestras incertidumbres hasta Sus seguridades.

En el pasaje de Marcos 5 me llama mucho la atención que, cuando llegan a la casa de Jairo, la primera palabra griega en la descripción de lo que encuentran es θόρυβον (‘confusión’). ¡Imagínate! Jairo ya explotando por dentro con lo de la noticia de su hija, seguro llorando, mientras él, ¡el jefe de una sinagoga!, camina de la mano del rabino más criticado y controversial de la época: Jesús; llega a su casa en ese momento en que trata de aplastar el miedo para tener fe, ¡y encuentra confusión! Pero no es un asunto de situaciones externas, es la mano de Jesús en el hombre, es la mano de Jesús guiándonos, y por dentro moviéndonos de miedo a fe.

Quizás estás en uno de esos momentos, donde la incertidumbre da paso al miedo, Jesús te invita: «μὴ φοβοῦ, μόνον πίστευε». Quizás no, pero, cuando vengan esos momentos (porque vendrán), cierra los ojos y escucha la invitación de Jesús: «μὴ φοβοῦ, μόνον πίστευε.»
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Viernes (DevosEnOriginales 48)

 וְהוּא֙ מְחֹלָ֣ל מִפְּשָׁעֵ֔נוּ מְדֻכָּ֖א מֵעֲוֺנֹתֵ֑ינוּ

מוּסַ֤ר שְׁלוֹמֵ֙נוּ֙ עָלָ֔יו וּבַחֲבֻרָת֖וֹ נִרְפָּא־לָֽנוּ׃

Isaías 53:5

Recordar.

Cada Viernes Santo pongo mi mente en modo reflexivo en el sacrificio de Jesús en la cruz. 

No quiero olvidar dónde mi presente cortó con mi pasado. 

No quiero olvidar dónde hubo un corte entre el viejo Fausto y el nuevo yo. 

No quiero olvidar el punto exacto en el que ya no se recuerdan mis faltas.

Pero… lo que más quiero recordar es el inmenso amor de Dios, amor sin medida: LITERAL. Realmente “EL” amor, incomparable con todos los otros amores. C.S. Lewis señala como todos los otros amores son “amor-necesidad”, necesitan para seguir funcionando y requieren reciprocidad, y continua diciendo que: “«Dios, que no necesita nada, da por amor la existencia a criaturas completamente innecesarias, a fin de que Él pueda amarlas y perfeccionarlas» 

Como diría un famoso grupo de filósofos argentinos: “El amor olvidó mi pasado, en la cruz se borró mi pecado”. (Rescate)

Recordar.

¡Gracias Jesús!

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Habla, Yo Escucho (DevosEnOriginales 47)

וַיֹּ֤אמֶר שְׁמוּאֵל֙ דַּבֵּ֔ר כִּ֥י שֹׁמֵ֖עַ עַבְדֶּֽךָ׃

1 Samuel 3:10

Muchas de nuestras oraciones consisten solo en decirle a Dios… cosas. Y está bien: dices cosas sobre Él, le dices cuán agradecido estás, pides perdón porque lo ofendiste, pides por la situación mundial, pides por algún amigo o amiga que necesita acercarse a Jesús, por alguna situación en específico… etc. Pero, si Dios es un Dios vivo, Dios habla, y no solamente a través del medio oficial establecido (es decir, la Biblia) sino también continuamente.

Es ahí donde la oración entra, no bajo la definición de “hablar con Dios” sino bajo la definición de “comunicarse con Dios”. Y, en la comunicación: uno habla y el otro escucha, luego alguien habla y el otro escucha. En ese modelo pedimos, preguntamos, hablamos, pero también dejamos espacio para que Dios hable, para escucharlo, o para simplemente aprender a afinar nuestros oídos para escuchar su voz. Pues, la verdad es que no escuchamos más a Dios porque no prestamos atención. 

Y sí… se que hay muchos leyendo esto y pensando que no quiere entrar en el loop de la gente que siempre están diciendo “Dios me dijo”, y que no saben distinguir entre sus pensamientos y la voluntad de Dios (algunas de las cosas que Dios “le dice” son tan antibíblicas que se deberían descartar inmediatamente), y que usan eso como una forma de manipular a otros, pero: ¿deberíamos dejar de escuchar a nuestro Padre porque tenemos un hermano mentiroso que siempre está tratando de convencernos de que Él dijo cosas que no dijo? 

Ahí.

Piensa en eso.
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No Tienen Nada No Pueden Dar Nada (DevosEnOriginales 46)

 

וַיֹּ֣אמֶר שְׁמוּאֵ֗ל אֶל־כָּל־בֵּ֣ית יִשְׂרָאֵל֮ לֵאמֹר֒
אִם־בְּכָל־לְבַבְכֶ֗ם אַתֶּ֤ם שָׁבִים֙ אֶל־יְהוָ֔ה
 הָסִ֜ירוּ אֶת־אֱלֹהֵ֧י הַנֵּכָ֛ר מִתּוֹכְכֶ֖ם וְהָעַשְׁתָּר֑וֹת
 וְהָכִ֨ינוּ לְבַבְכֶ֤ם אֶל־יְהוָה֙
וְעִבְדֻ֣הוּ לְבַדּ֔וֹ וְיַצֵּ֥ל אֶתְכֶ֖ם מִיַּ֥ד פְּלִשְׁתִּֽים׃

וַיָּסִ֙ירוּ֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל אֶת־הַבְּעָלִ֖ים וְאֶת־הָעַשְׁתָּרֹ֑ת
 וַיַּעַבְד֥וּ אֶת־יְהוָ֖ה לְבַדּֽוֹ׃

1 Samuel 7:3-4

Los ídolos son un tema complicado… especialmente los modernos que no necesariamente tienen una representación material o física o pictórica, sino que suelen ser conceptos, ideas, ideologías, formas de vida, y que se disfrazan de metas, objetivos, “filosofías del buen vivir”, bienestar… La gente se embarca en una búsqueda sin fin por las cosas (o la cosa) que desean, y están dispuestos a sacrificar lo que sea para conseguirlo. Nunca se imaginan que en ocasiones, conseguir lo que nuestro corazón más desea es lo peor que nos puede pasar.

Tim Keller lo pone así:

“CUALQUIER COSA QUE SEA MAS FUNDAMENTAL QUE DIOS PARA TU FELICIDAD, SIGNIFICADO E IDENTIDAD, ES UN IDOLO.”

Samuel sabía que, si el pueblo de Israel quería avanzar, si quería salir de la opresión de los pueblos vecinos, si quería vivir de manera tranquila, había que hacer una cosa primero: renunciar a los ídolos y dedicarse a Dios, esto: romper el ciclo maldito del pueblo que se ve en el libro de Jueces. Solo así habría avance… y así fue.

Solo romper el ciclo maldito (alejarse de Dios-entregarse a los ídolos-vivir en opresión-hartarse de estar oprimido-gritar “¡ayuda Dios!”-ser ayudado por Dios-volverse a Dios-alejarse de Dios-repeat) te ayudará a estar tranquilo o tranquila y a poner tu vida en orden. Es el primer paso hacia el verdadero bienestar.
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Eslabones Rotos (DevosEnOriginales 45)

וְגַם֙ כָּל־הַדּ֣וֹר הַה֔וּא נֶאֶסְפ֖וּ אֶל־אֲבוֹתָ֑יו 

וַיָּקָם֩ דּ֨וֹר אַחֵ֜ר אַחֲרֵיהֶ֗ם אֲשֶׁ֤ר לֹא־יָֽדְעוּ֙ אֶת־יְהוָ֔ה 

וְגַם֙ אֶת־הַֽמַּעֲשֶׂ֔ה אֲשֶׁ֥ר עָשָׂ֖ה לְיִשְׂרָאֵֽל׃

Jueces 2:10

Generalmente culpamos a la generación que nos sigue de irresponsable, de liberal, de un montón de cosas de las que seguro son culpables, sin analizar… 

sin analizar la responsabilidad que hay sobre la que los precede de no pasarles la información necesaria para vivir, y vivir bien. Cuando solo se supone el eslabón que debería unir, darle continuidad a una en la otra, pero no se fija, la cadena no sigue y la descontinuidad es el resultado.

Los israelitas pasaron por esto. A pesar de que parte de las cosas que tenían que obedecer consistía en transmitir fielmente lo que escucharon, lo que vivieron, lo que vieron a la siguiente generación; pero no solo eso, debían también enseñarles que ellos debían transmitir fielmente lo que escucharon, lo que vivieron, lo que vieron a la que los sigue… y así, fallaron en hacerlo. Como resultado, el desastre nacional no se hizo esperar.

No solo debemos enseñar lo que Dios ha puesto en nosotros a quienes nos siguen, debemos enseñarles a pasarlo a los otros, y a esos a los otros, y a esos a los otros, y a eso a los otros; y debe haber un compromiso serio con hacerlo. Muchas veces el egoísmo se interpone, y no transicionamos, no hay un tiempo en el que la generación que se va yendo suelta y entrega a la siguiente mientras todavía puede observar y dar mentoría. Y esto sucede en todos los niveles: el quedarse apegado a una posición, un estatus, un cargo, sin pasar en vida a los que siguen.

El Señor nos ayude a hacerlo.
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Volver (DevosEnOriginales 44)

נַפְשִׁ֥י יְשׁוֹבֵ֑ב

Salmo 23:3

Aquí de vuelta. Han sido unos días inusualmente intensos, en donde volver a tener un ritmo de escritura me costó. Pero aquí estamos, volvimos…

Volver… 

volver a veces no es fácil, retomar, poder re-encontrarse. En hebreo tanto la palabra para “arrepentirse” (תשובה) como para “restaurar” significan literalmente “retornar, volver”. Como aquí en el Salmo 23, una frase que usualmente es traducida como “restaurará mi alma”, aunque también de maneras muy diversas:

“convertirá mi alma” (JBS)

“me da nuevas fuerzas” (DHH)

“confortará mi alma” (RV60)

“renueva mis fuerzas” (NTV)

… es literalmente “retornará mi alma” (o “hará que mi alma vuelva”). Lo que yo llamo A[L]MARSE como: “tomar el alma”, pero que también quiere decir volver a amarse, pero también volver a amar. Hace un par de años escribía sobre esto, y preguntaba:

"¿Por qué hay que almarse?

Porque “DES-ALMARSE” se ha vuelto el proceso implícito de volverse un ciudadano del mundo, Nadie lo admite (¡por supuesto!), pero casi todos lo sentimos: esa desconexión con lo importante, con la raíz, con las personas... está el deseo de hacer lo contrario, de conectarse, de empatizar, de importar...le, pero la verdad es que "no hay tiempo", "tengo muchas cosas", "estoy muy ocupado", "el proyecto en que me encuentro me ha aislado, pero pronto acabará", "estoy haciendo esto para asegurar nuestro futuro", toman prioridad. 

No es solo lo que podemos hacer, sino lo que perdimos, la conexión entre uno y su parte más importante: el alma, mi persona, la vendimos para poder ser un "humano" (si acaso se puede usar en este contexto) de esta sociedad en transición... trans-moderna. Hay un punto en que uno siente que la sensibilidad hacia lo que es importante: se perdió."

El Señor nos hace “volver”, y pone en su lugar todo lo que necesita restaurarse.

¡Qué hoy, en manos de tu Pastor, el Señor, el Dios Todopoderoso, seas guiado a ser lo que Él quiere que seas! Que es realmente ‘tú”, que es realmente volver “a ti”.
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