miércoles, noviembre 15, 2006

¿ABAJO LA IGLESIA? 05


Sección 2 - Parte 2: "ABAJO LA IGLESIA PERO HAGAMOSLA DE NUEVO"
Aquí continúo la otra sección y la serie que digo que es "bien larga, en serio pero no se me desanimen", en la que medito acerca de en qué punto estamos como iglesia en la historia. Creo que podremos sacar muy buenas conversaciones de aquí. Espero que se identifiquen un poco con esto o no, son las cosas de la vida. Gracias a los que ya han comentado. Las soluciones que planteó vendrán pero primero daré la problemática en los primeros capítulos.

Pero dentro de estos que esperan que las cosas mejoren, hay aquellos donde el incalculable dolor de las heridas los ha hecho guerrear.

Hace un año y algunos meses, me preparo para conocer a quien es uno de mis escritores favoritos. Un experimentado líder de jóvenes cuyos libros y manuales ayudaron bastante a mi ministerio, y a quien considero toda una eminencia en asuntos de ministerio juvenil. ¿Mi condición? Hasta esa fecha, y por bastantes meses he estado mal. Tengo meses sintiéndome como fuera de lugar, en la iglesia específicamente. No me siento cómodo en ninguna congregación y siento que nosotros los cristianos vamos de mal en peor. Aparentemente nadie me ha hecho nada, pero así me siento. Hay algunas cosas que también no se manejar, soy algo nuevo en esto del ministerio “a tiempo completo”, y las críticas a lo que estoy haciendo, algo que considero innovativo y necesario, van creciendo y no se como manejarlo.

Son las 12:45 p.m., y estamos en un restaurante de comida mexicana en el Sur de California, específicamente en Laguna Niguel, Orange County. 8 minutos después aparece el quien ansío conocer. En las fotos de los libros se ve más viejo, flaco e intelectual. Aquí se vé más fuerte, tiene un t-shirt gris que dice Billabong, unos pantalones jeans y unas sandalias. Parece ve energético y feliz. A mi se me ha invitado a compartir un poco con él las cosas que están pasando aquí con El Círculo, y lo que estamos haciendo con otras iglesias en Santo Domingo, así que imagínenme: bien, loco por compartir las cosas que están pasando, aún en medio de una gran confusión de “¿dónde debo estar?”. Creo que estoy en la obligación de explicar que, en esa confusión, no estaba en cuestión en ningún momento mi llamado o lo que estaba haciendo, sino la Iglesia, sinceramente, en general, aquellos que habían sido llamados a formar una asamblea para Dios. Sinceramente: en ese momento se me olvidó. Estaba como cuando quieres conocer a tu cantante favorito. Cuantas cosas sentía que iba a aprender en ese momento.

Hablamos de surf, de que había ido con su hijo a atrapar algunas olas esa mañana, su familia y su nuevo proyecto. Su condición: Ya no estaba escribiendo libros para jóvenes, en cierta manera había sido despedido de la organización con que trabajaba y había tenido problemas con su iglesia. Después de ser invitado, en la congregación donde trabajaba como pastor de jóvenes, a plantar una “iglesia emergente” (como se conocen las congregaciones enfocadas a trabajar con jóvenes adultos y universitarios de mentalidad e influencia “postmoderna”), algunas personas de la iglesia consideraron su forma de trabajar en este ministerio como “herética” y fue obligado a renunciar por la junta de ancianos, esto provocó su despido como Director de Entrenamiento en la organización para la cual trabajaba, una de las organizaciones para-eclesiásticas más experimentadas en el trabajo con jóvenes. A diferencia de mi otro amigo, quién también es de California y con quién, casualmente creció en el mismo grupo de jóvenes, él estaba muy enojado con la Iglesia.

Lo que siguió en la conversación fue compartir sus frustraciones pero también todo su enojo. ¡Fue una locura! Yo mismo estaba enojado e inconforme en esa época, no entendía muchas cosas ni muchas posiciones teológicas y dogmáticas que la iglesia de Cristo había abrazado, no entendía la forma en que hacíamos los cultos, no entendía nuestro más profundo deseo de abrazar cosas de la cultura judía y despreciar nuestra propia cultura y considerarla “secular”. Pero lo que escuché durante la siguiente hora me abrumó. Estaba abrumado por la magnitud del enojo de mi admirado escritor. Llamó a una famosa mega-iglesia “The Evil Empire” (“El Imperio Malvado”), por considerarla propagadora y de máxima influencia de muchas de las cosas que pasan en congregaciones en Estados Unidos, entendía que el dinero de construcciones inmensas y exagerados sueldos pastorales debía ser invertido en otras cosas, y que la avaricia estaba arropando la iglesia. “Todo esto hiede ante la Presencia de Dios”.

Luego de una hora y media de “abajo la iglesia”, comimos y hablé con mucha timidez y sin enfoque alguno, sobre lo que estaba pasando aquí y lo que hacía. Nos despedimos y de regreso a donde me hospedaba me quedé pensando.
En mi ira en contra de las cosas que estaban sucediendo,i había empezado a leer libros, artículos, en algunas páginas de internet donde hubiese personas que pensaran como yo, y en cierta forma me sentí identificado; antes me sentía solo, ahora me sentía que otros en el mundo pensaban como yo. En cierto sentido estaba relacionado con esa clase de ira que sentía este famoso líder de jóvenes, pero nunca la había tenido de frente y eso me… me hizo pensar.

¿En qué? En que acumular toda esa ira, y todo ese odio era dañino y maligno para cualquiera, y que él necesitaba sanidad espiritual. Todas las cosas las empecé a ver de una forma diferente. ¡Tanta ira!

Es triste pero es la realidad, y no es que no la vemos, es que nosotros no queremos hacerle caso, es que nos hacemos los ciegos, pero está. Está en la muchacha que ahora nadie mira porque no resultó ser como todos esperábamos, y al no aguantar las miradas de todos se va, un día de estos la ves por ahí en una peatonal, la quieres saludar pero te evita ¿por qué? Quizás piensa que la vas a invitar a volver. Está en esos momentos y está en otros lados.

Pero estos, tanto los que han sido heridos y pretenden simplemente levantarse otra vez y a la lucha en el avance del Reino, como aquellos que la ira no los deja juntarse otra vez con esos “cristianos modernos”, entienden que la solución es imposible lejos de un grupo de creyentes, de gente que auténticamente busque a Jesús y que lo siga, verdaderos discípulos de Cristo que viven para agradarle. Que la iglesia está viva, en algún lugar “y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16:18) Que todavía hay esperanza. La cosa es ¿dónde? ¿dónde están? Y si no está, pues hagámosla.

(¿seguimos o paramos? no se que dicen pero continuaré...)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siga escribiendo Veldugo, estaremos aquí para apoyar al hippi, tengo mi blog y ya no escribo solo leyendo a Fausto.
Has pensado seriamente en escribir un libro???
Sospecho que las editoras andan detras de tí!!!
De verdad tengo mucho tiempo leyendo tu blog,y orando por tí.
Bendiciones
Att.Eunice Amonte

Fausto Liriano dijo...

hey!! Hola Eunice!
Realmente he escrito par de cosas con ideas de que sean un libro... pero, todavia no es el tiempo...
Y si.. hay una editora detras de mi... detras de mi casa, en serio!!!! nadie me ha propuesto nada... gracias por el cumplido.
Dios te bendiga,
Fausto