SI… SI… VAYAN… VAYAN Y PREDIQUEN EL EVANGELIO
“Les dijo: "Vayan por todo el mundo
y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.”
Marcos 16:15
Eso está muy bien, solo que a Jesús se le olvidó dar pautas sobre que cantidad de dinero debían cobrar por esto. Nos hubiese ahorrado algunos dolores de cabeza.
Hace algunos días que he estado pensando en esto, en un mundo donde todo tiene un precio incluyendo el mensaje de la Palabra. Más se llenó mi cabeza de ideas cuando leí en una popular página web que comercia con sermones e ilustraciones: “¡Más de 800 dólares en producto gratis!” ¿Producto? No se a ustedes, pero me sonó a salami o a un especial de queso en el Quincenazo del Supermercado de la esquina.
Algunas cosas que creo:
1- Creo que el “obrero es digno de su salario”. (Mateo 10:9, 10)
2- Por lo tanto, creo que si tienes familia, hijos y compromisos financieros, nosotros que te invitamos debemos pagar por tu transporte, y estamos en la obligación de darte una buena ofrenda con la cual puedas cubrir esos gastos y pagar algunas cuentas, que dependerá de la generosidad de la congregación o el grupo que te invite. Es nuestra alegría hacerlo (habló por mi, como si fuese político, es decir en genero “muchas personas”, no hablo a nadie en específico solo que se me antojó hablar así), y es una bendición para nosotros. Mucha bendición.
3- También creo que todo “producto” cristiano tiene un costo de elaboración, por lo tanto sería una verdadera tacañería cristiana no cubrir esos costos y proveer con alguito más para la “producción”.
Mi problema es de hasta cuánto es un producto.
He sido sorprendido en gran manera por los altos costos que conlleva invitar a algunos predicadores, unos cuantos de ellos imposibles de pagar, incluso si se reuniera toda una asociación de pastores de país pequeño y pobre como el mío, y eso si estás en su agenda. Hace unos días un amigo mío, vino frustrado a contarme como un famoso predicador le estaba cobrando, nada más y nada menos, la suma de ¡$3,000 dólares! por estar dos días en un campamento de su iglesia. A eso súmenle el costo de pasaje aéreo, hotel, y otros gastos adicionales, (con esos precios me atrevería a decir que el predicador ese bebe algún tipo de agua en específico la cual también debe estar al momento en que predique).
A mi no me sorprende mucho cuando los costos de predicadores, autores y cantantes (¿salmistas? ¿adoradores? no los estoy cuestionando, solo pregunto si esos son los nombres que usan), y exorcistas cristianos van desde los $1,500 hasta los $65,000 dólares. Si… vayan… vayan…
¿Cuál es la intención? Porque si la intención es que la Palabra se lleve, nos la están poniendo difícil, se la están poniendo difícil hasta a Cristo. Ahora si la intención es enriquecerse… ¡buen trabajo! ¿es malo ser rico? ¡No! En ninguna manera… para usar palabras del mismo Apóstol Pablo en versión Reina-Valera. Pero, ¿podríamos llamar a esto enriquecimiento ilícito? No estoy hablando de los que cobran, estoy hablando de los que cobran y cobran exageradamente.
¿Y nosotros? Bueno… no estés tan feliz, porque parte de la culpa la tenemos nosotros al darle un sí a sus exageradas ofertas, y a ayudar a una subcultura cristiana enfocada en la fama de unos cuantos y que cree en un “sacerdocio de todos los creyentes” que no aplica. No aplica, porque si aplicara no hubiese super-estrellas, ni tipos que transportan la unción de Dios como si fueran el “Arca del Pacto” y que si no es a través de ellos no recibiríamos ningún milagro.
¿Qué pensará Dios de todo esto? Muy buena pregunta.
“Yo he decidido no molestarme, porque cuando uno de ellos abre su boca Cristo es proclamado.” (Pablo, en su carta a los Filipenses – Versión The Message) ¡Te secundo Pablo! Pero por el amor de Dios. Si nuestra intención es que llevemos la Palabra esto no está bien, con esos costos llegará un punto donde lamentablemente la cosa va a explotar.
Quizás este escrito pase desapercibido entre ya los cientos de excelentes blogs cristianos que existen, pero por lo menos pude desahogarme.
10 comentarios:
Desapercibido, ni en sueños.
Además, como tú sabes, ese "trabajo" de llevar el evangelñio, y de proclamarlo no tiene en su gestión ministerial sólo cabezas visibles. Hay gente que prepara todo lo esencial para que "el siervo sea usado por Dios", y sin embargo a esa gente oscura ni se le da el minimo respeto, ni siquiera una minima paga. Estoy furiosa con ese sistema -y con quienes lo alimentaron y lo perpetuan- que ha dejado sentado como precedente y como norma que existen los "siervos de primera" (3 mil y 5 mil para este ungido) y los "siervos de segunda" /ni un vaso de coca cola para estos sudados). Y hasta "siervos" de cuarta. Me quedo tranquila sabiendo con estos testimonios vergonzosos a quienes el Espíritu de Jesús realmente unge. Oro para que los últimos no quieran ser los primeros, y que los últimos no consigan ser los primeros, antes de tiempo.
Oye hermano, te entiendo. Se que la Biblia apoya a que los hombres de Dios vivan del evangelio, pero no que vivan a costa de los evangelicos....
Saludos
Para la Monja: no había pensado en los "subalternos". Pero particularmente mi querida monja, creo que a ese sistema le queda poco tiempo, se que siempre habrá gente a las cuales Dios les proveera a través de nosotros, pero la gente que explota a las iglesias para vivir una vida pomposa... eso caerá. Dios es justo.
Anyulled: no les paguemos lo que piden... ¿que crees?
Pues mi estimado, es el sistema en el que creo que todos (cuando menos casi), nacimos y desgraciadamente, nos guste o no, nosotros mismos alimentamos, y a veces hasta promovemos y buscamos en mayor o menor medida.
Pero lo interesante es que de momento, poco eco hacen nuestras palabras en el grueso de la población, la mayoría aun siguen con sus vidas tranquilas y serenas
pues así les enseñaron que es lo correcto ha, y ni se te ocurra quejarte, porque "hay de aquel que hable contra el "ungido"".
Pero creo firmemente que el cambio de cultura se esta dando y será una
realidad tangible, todo es cuestión de no aflojar el paso y de hacer hacktivismo no solo dentro de la blogosfera.
Saludos.
Leonel Rubio Pensando en Voz Alta
Leonel: creo en lo mismo, que la cultura esta cambiando y eso hace que la subcultura cristiana tambien cambie... lo que si es que hay que meterle manos a esto para que podamos ver el cambio en buen tiempo... es nuestro trabajo aunque nos pueda costar la "membresia"...
Creo que no tiene que ver con cultura o subcultura (Aún hablando de la "cultura" cristiana)Sino que algunos ó muchos amados olvidaron lo que dice nuestro Salvador:EL QUE QUIERA SER MAYOR,SIRVA A LOS DEMAS"
Por amor a El.
Es un problema muy cierto y para considerar muy seriamente.Hay "siervos" que se aprovechan y hay "ovejas" que también, ambos han malentendido el Evangelio.
Basta darte una vuelta por algunos ambientes y veras toda forma de marketing, comercio, mercado cristiano, que en nada desentonan con lo que se ofrece fuera del Evangelio.
El Evangelio es poder de Dios para salvación, pero algunos/as creen que es para salvarse economicamente.
Manlio Hector: lamentablemente aunque nos afanemos en ocultarlo queremos protegernos detrás de una cultura o subcultura (quizás es muy amplia y con características propias para llamarlo sub-cultura), aunque estoy seguro que nunca fue la intención de Cristo. Ojalá pusieramos en práctica las mismas palabras que escribiste y que habló Jesús.
Daniel: Cierto! Pero en algún momento esto va a parar, cuándo? no sé... ¿cómo? tampoco... quizás esa sea parte de nuestra misión como "blogueros". Si creo que hemos llegado demasiado lejos mi hermano.
Fausto,
En cuestión de recursos nunca será tan importante la cantidad sino la justicia con la que se administre. Aplica aquí y allá. Los ejemplos son muchísimos: multisabores, multicolores, multiformes, más universales de lo que realmente quisiéramos.
Saludos.
Carolina
Carolina: Obvio! Pero el problema que no hay justicia de administración, y a eso me refiero. ¿cómo tu tarifa para Santo Domingo es la misma que para Estados Unidos? No puedes comparar eso... y ese es el asunto...
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