martes, agosto 21, 2007

CAFE BIEN NEGRO

Nos quedamos esperando el huracán en forma de tormenta tropical. No que yo lo quería, sino que lo esperábamos. Otra taza de café no hace daño mientras escribo, leo, pienso, y me preguntó, ¿qué pasó con la lluvia? No estamos tan seguros, hubiese sido bueno una lluviesita (sin huracán o tormenta, claro). Si hay algo de lo que sigo estando estoy seguro es que: Dios me está matando. Una de las cosas con que El ha estado tratando es con mi egoísmo, mi envidia y mi amor fingido. No hay forma de que yo me mate yo mismo es decir, de que yo decida matar el yo, algo así como suicidio, pues el suicidio mismo es dirigido por egoísmo, y Dios no te dirigiría a un acto que conlleve algo que te pide no hagas. Así que yo acepto el llamado de Dios y entonces, voluntariamente dejo que la muerte se ejecute en mi en orden de obtener la vida que proviene de El.

Es bien interesante notar la forma en que trabaja el pecado. Quizás muchos estudiosos del mercadeo y de la publicidad deberían hacer un “Estudio Social de la Mecánica del Pecado”, les daría mucho beneficio. Si le preguntas a la mayoría de la gente si se considera pecadora, después de una cara de asco y sorpresa te dirá que no. Interesante, ¿no? Principalmente cuando la Biblia dice que todos hemos pecado, y que si alguien dice que no tiene pecado el tal es un mentiroso.

¿Cómo trabaja el pecado? Te hace entender que no es él que trabaja y que lo que haces no lo haces porque el pecado te impulsa a hacerlo, sino porque es parte de ti, es lo que eres. De esa forma se hace muy difícil de detectar en muchos puntos en nuestra vida, pero también se hace difícil de confesar, porque lo que es pecado lo notamos como parte de nuestra personalidad, aunque no lo sea. La cuestión es que si miramos desde afuera sin piedad hacia nosotros mismos nos daríamos cuenta que somos unos pobres esclavos de nuestros deseos y que esos deseos son controlados por el pecado quien nos hace entender, que no es a causa de él que deseamos lo que deseamos sino porque nosotros mismos hemos elegido. ¡Y creemos que podemos elegir! Todo ha sido elegido de antemano para nosotros, simplemente actuamos como computadoras programadas para ejecutar ciertas acciones. Eso, por el pecado.

¿Quieres saber si es cierto? Sólo hay que pedirle a alguien que deje de beber alcohol y de embriagarse o de usar drogas o fornicar por unos días… no pasarán mucho sin que el pecado, que les hará creer que es por decisión propia y de forma autónoma de toda entidad internacional, los haga caer en estas cosas. El pecado es tan parte de nosotros que sólo destruyendo el cuerpo es posible destruirlo. Entonces la intención del cristiano debe ser morir, y morir a diario.

Que frustración es para mi saber que ahora, muchos años después, es que reconozco estas cosas. Cuánto tiempo viví ignorándolas y creyendo que hacía bien y no necesitaba nada más, pero me engañaba a mi mismo, viviendo en la sensualidad de mi carne y creyendo que yo tenía el control. Qué asunto más malignamente diseñado.

5 comentarios:

Ode dijo...

En mi está la intención de morir al yo, de verdad que si, pero cómo hacemos para mantenernos en esa comunión? para no salirnos de ahí? Sería entoces un morir diario? La verdad que es tan lindo cuando estoy en obediencia, me siento tranquila aunque a mi alrededor pasen cosas y siento tan cerca al Señor, entoces porque vuelvo, no sigo avanzado? Será que mientras estemos aqui, en el mundo, estaré en una constante lucha? "Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago."

Fausto Liriano dijo...

Ode: de eso se trata morir una sola vez pero practicarlo conscientemente cada día, no sea que resucitemos a la carne... mis oraciones por tu lucha con el morir!!

Ode dijo...

Gracias Fausto,

Igual para ti, que Dios te acompañe todos los dias.

Fausto Liriano dijo...

Ode: gracias!!!! ¿eres de aquí (Rep. Dom.) de donde?
Cuidation!
Fausto

Ode dijo...

Si, soy de Santo Domingo.

Cuiadate mucho tu también.

Que sigas bajo su abrigo.