viernes, octubre 02, 2009

UN ENTRE PASOS

A los importantísimos y reverendísimos y actualizadísimos ministros de Dios, dos cosas:
1- Recuerda que estás ahí por la misericordia de Dios, si Dios tomara en cuenta tantas veces tus errores, ese pecadito que te persigue y que no te deja tranquilo ni en sueños, o esas veces en que le fallaste, no estarías haciendo lo que haces. Muchas veces te quedaste sin nada, seco espiritualmente y sin saber que hacer; solo la gracia de Dios y su Espíritu te ayudaron a seguir.

2- Recuerda que estás ahí por la misericordia de la gente que te sigue (y a quienes le sirves): si ellos tomaran en cuenta las veces que les has fallado, o las veces que supieron de algunas de tus cosas oscuras o que te vieron en posiciones que no debías estar, no estuvieses ahí. Pero le has enseñado sobre la misericordia de Dios, y creen en ti y te quieren.

Así que la próxima vez que vayas a servir, se humilde, deja la arrogancia por ahí (luego crucifícala), mira para arriba y di: "Gracias Dios por tu misericordia." Y mira para arriba y dile a la gente: "Si no fuese por ustedes, no estuviese aquí, ¡gracias."

"Mi secreto es que necesito a Dios- que estoy enfermo y no puedo seguir en esto solo. Necesito que Dios me ayude a dar, porque ya no me siento capaz de hacerlo; que me ayude a ser bondadoso, pues he perdido la capacidad de bondad; que me ayude a amar, pues veo más allá de poder amar."
Douglas Coupland

2 comentarios:

Yo soy Escribidor dijo...

La frase me mata; excelente.

Chi-Klom dijo...

tremendo!!