miércoles, abril 28, 2010

13- MENTI PERO AHORA LO DIGO DE VERDAD

Hace tiempo descubrí que si quería sobrevivir en el ministerio sin que mi salud fuese afectada, sin antidepresivos, papeles de divorcios o hijos psicópatas, entonces no podía llenar las expectativas de las personas, porque no era posible que yo llegase a cumplir lo que ellos esperan. Así que decidí solamente encomendarme a Dios y tener la mejor relación con El posible, luego Él se iba a ocupar (o no, pero no me iba a preocupar por eso) de mi reputación.

¿Recuerdas que en ese tiempo dije que renunciaba a la reputación? Espero que no lo recuerdes porque... mentí. Bueno, no intencionalmente, porque sinceramente creí que renunciaba a preocuparme por mi reputación y a lo que otros piensen de mi, pero no era así, el proceso era un poquito más difícil. Así que: mentí sinceramente, porque no era mi intención mentir así que realmente no mentí sino que me apresuré a decirlo, y es que simplemente no sabía en que lío me estaba mintiendo. El proceso era más complicado de lo que yo pensaba, ha sido un camino difícil. En cierto sentido uno crece con la gran necesidad de ser necesitado, de recibir puntos, y cuando no te hacen mucho caso te vuelves un complaciente, alguien que quiere estar bien con todo el mundo y que todo el mundo debe estar bien con él. Cuando vienes a darte cuenta eres... otro. Cuando dije que Dios se encarga o no, es la verdad, creo que El deja que deliberadamente tu reputación sea arruinada, que por más que trates se siga hablando, pero al mismo tiempo la guarda porque esa es la reputación del que querías ser no del que reamente eres (si, es complicado).

Debo decirte: el resultado es liberación. He empezado a hacer las cosas que siempre he hecho y quiero, y digo lo que creo que es verdad (no que yo tenga la verdad y otros no, sino lo que creo que es verdad) sin el sentido de que es una carga para mi o sin pensar que quizás eso alarme a otros. Si fallo en algo que espero que quede bien (aunque soy medio haragán, soy muy perfeccionista) pues digo: "Man, quedo mal, pero mañana puede que quede mejor. ¿Lo disfrutamos, no?" Hay muy poco stress, porque existe de vez en cuando, pero en muy pocas proporciones. Descanso sin remordimientos y disfruto más las cosas, esto me permite confrontar a ciertas personas que temía perder pero que, si los amo, debo decirles cosas que quizás le hagan daño pero que lo van a salvar ("tendré que hacerte bien tendré que hacerte daño").

Ya no quiero ser popular, antes quería (lo confieso). Existía como ese deseo, escondido de otros pero no de mi ni de Dios. Ahora no me interesa, hay cosas que no me agradan y con las que no puedo cooperar. Querer popularidad y ser elogiado sería renunciar a lo que creo y estoy convencido que lo que creo es cierto, y no soy del tipo que puede manejar muy bien hacer una cosa mientras mis convicciones sean otras. Me interesa apuntar a otros a Dios, El puede manejar lo de las expectativas de las personas yo no. Me interesa que su Reino venga, me interesa que eso esté primero.

Y esa es la decisión, mi querido Robert Frost, que me liberó.

4 comentarios:

Yo soy Escribidor dijo...

Pensé que había olvidado que te admiro sin conocerte; una entrada como esta, me recuerda lo bacano que es leerte.

Victoria S. González Torres dijo...

Buenisimo! 100!

Luigi dijo...

Man Fausto, por ser quien sos yo he podido aprender a tratar de ser mas franco cuando escribo, vos has sido mi guia en esto de los Blogs, y leyendo el blog de teonomia de Abel(Que tu recomendaste en los post que hay que leer)llore, y recibi respuestas que pense que recibiria hasta llegar a estar con Jesus, osea arrebatado o muerto,segui siendo quiens sos que bien o mal le agradas a Dios al ser transparente...aunque no le agrades a todos, aprendi que no solo en la Iglesia se busca el Reino de Dios y su justicia.
Gracias!!!

Fausto Liriano dijo...

Deivi: aparte de lo poético, ¡gracias parce! Es también un placer leerte. Sigue desahogándote sin necesidad de edición...

Victtoria Torres:

Luigi: Gracias man por compartir esto conmigo, es un privilegio conocer personas que como tú entiendan la necesidad de unirse al Reino y colaborar con Dios ahora, no después. Es un privilegio para mi que pases por acá... Gracias man...