miércoles, julio 03, 2013

¿Por Qué?

¿Por qué?
¡Esa es una buena pregunta!
Generalmente uno la hace con cierto tono, dependiendo el contexto:
- la muerte de alguien amado.
- la traición de alguien que apreciamos.
- el silencio de quienes nos deben una explicación.
- la subida de los impuestos.
- el abuso pasado por alto.
- Et cétera.
- Et cétera.
- Et cétera.

Es también la pregunta que casi nunca es contestada.
Sabemos muchos "qués", hasta muchos "cómos" pero de esos... pocos "por qués".
¿Por qué?
¿Será porque quien nos debe una explicación tiene razones que no entenderíamos?
¿Razones que, al saberlas, nuestra siguiente pregunta sería "por qué"?
¿Y quién quiere dar una razón y no ser entendido?
Seguramente mucha gente que ha madurado y crecido aceptando los espirales de la vida, pueden. Dar razones y no ser entendidos, a eso me refiero. Pero la mayoría no. Algunos todavía se preguntan "por qué" la vida da tantas vueltas y... quizás... no haya una razón... para eso.
Y bueno, el que alguien tenga una razón por la que ha hecho algo no hace la acción válida. Aún así queremos que se nos explique... aunque sigamos preguntando "por qué" y aunque, al decirnos la razón, no entendamos.
En fin, en la mayoría de los casos no preguntamos "por qué" porque no entendemos, o no sabemos, sino porque fuimos golpeados con algo que no esperábamos.
El "por qué" no es para saber lo que ha pasado o por qué pasó, sino para saber "¿por qué ahora?"

Espero que en tus momentos difíciles puedas encontrar paz.
"... el Dios de toda gracia, que en Cristo nos llamó a su gloria eterna, los perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá después de un breve sufrimiento."
1 Pedro 5:10 (RVC) 

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Fausto Liriano • www.veldugo01.com
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