martes, marzo 21, 2006

MAS ES MEJOR 02 (sigo como un hippie)...

Y si no tienes el 75% de unción que tiene la hermana Sofia pues hay también tensión, sentimiento de culpa y revísate porque algo malo tiene que haber contigo. De hecho me han preguntado hasta cuánto tiempo oro, le respondo amable pero la respuesta debe ser: "¡Qué te importa!" Aunque debería responderle a mi santo hermano, pues, después de todo, dada su experiencia como "long life christian", podrá decirme cuan santo soy midiendo mi tiempo de oración.
Las palabras de Jesús me enferman y me inquietan: "Bienaventurados los pobres en espíritu..."
No es lo que me han dicho... Me han dicho que mientras más unción tenga mejor, o que mientras más espiritual sea mejor. Creo que los traductores se equivocaron, debería decir: "Bienaventurados los ricos en espíritu."
Estás palabras no caben y más dentro de una mente moderna (¿debería decir "post-moderna"?). Nuestro mismo egoísmo de querer más para nosotros nos lleva a pensar que esto de lo espiritual también se trata de lo mismo, de que cantidad de el Espíritu o cuan rico soy espiritualmente es lo que puede determinar que bien estoy.
Una de las cosas que nos quiere enseñar Jesús es a vivir una vida despreocupada de cantidad. Quizás vivimos en una sociedad donde la cantidad y lo que más cuesta es lo más importante y está en su apojeo, pero el tiempo en que vivía Jesús no escapaba de eso.
Recordemos esa vez en que Jesús y sus discípulos estaban en su pasatiempo de observar las personas que entregaban las ofrendas en el templo. Los ojos de los discipulos llenos y sorprendidos por el espectáculo que daban muchos al traer cantidades exageradas de ofrendas. En ese momento se acerca alguien que probablemente hubiese pasado desapercibida si Jesús no la hubiese mencionado, y entrega lo que parece una ofrenda insignificante y equivalente a nada, y como siempre Jesús llega a tiempo para enseñarnos otra lección: "Ella dió más porque lo dió todo."
Ups! ¿Qué es todo? ¿Es todo cuando es mucho o cuando es simplemente todo?
A Dios no le importa cuanto le vayas a dar si no le das todo, tú todo puede ser menos del 25% de lo que otro hermano tiene y ambos se les exige todo.
Nuestra vida es una combinación de mostrar y aparentar. A Dios ninguna de estas cosas le impresionan. Si tan sólo viviésemos para Dios es probable que el 85% de las cosas que nos causan stress desaparezcan.
C.S. Lewis decía: "Un hombre que hace el centro de su vida su palo de golf o su motocicleta, o una mujer que entrega todos sus pensamientos a ropas o su maquillaje o su perro, son tan malos como alguien que se emborracha cada tarde. Claro, no se muestra en el exterior tan fácil: maquillaje-manía o motocicleta-manía no te hace caer en el medio de la calle. Pero Dios no se deja engañar por lo externo."
(continuará)

1 comentario:

Lenin Almonte dijo...

aperisimo mano, sigue por ahi!