El Paquete 3

Mientras pensaba que su mente lo hacía ver incoherencias, algo pasó:
Del silencio salió humo, del humo salió luz, y de la luz un viento. No como el viento normal sino como si algo estuviese respirando sobre él.
Pensó: "Estos no son pensamientos incoherentes de una mente turbada, ¡esto es real!".
Se sentó sobre la misma caja en la que vino el paquete, pues estaba tan asustado que no se podía sostener.
Entonces del silencio del que salió el humo del que salió la luz del que salía un viento como de alguien que respiraba, salió una Voz, no amenazante sino tierna como del amor, y le dijo:
"¿Cuándo has confiado en mi?"
Silencio, humo, luz, viento.
"¿Te he dicho algo aparte de lo que ya he dicho que pocos se atreven a hacer?"
Silencio, humo, luz, viento.
"¿Alguna vez respondiste a mi llamado o estás respondiendo al tuyo?"
Silencio, humo, luz, viento.
"¿Me estás siguiendo a Mi o a los coordinadores de este circo mundial que creen que reune a mis santos?"
Silencio, humo, luz, viento.
"¿Has tenido la valentía de hacer lo que debes hacer o tienes tanto miedo que necesitabas ese paquete?"
Silencio, humo, luz, viento.
"Discipulos quiero antes que miembros. Aprenden al imitar el Gran Sacrificio no al desear evitarlo. Humildad antes de orgullo. Servicio antes que opresión. Son felices cuando se dan cuenta que es bendición lo que tienen y lo aceptan, no cuando desean prosperidad. Y prefiero que le digas que vayan antes que vengan."
La luz se tragó el viento y esta fue tragada por el humo que se tragó el silencio.