domingo, octubre 09, 2005

CULPABLE (02)

"Joy is the serious business of heaven" C.S. Lewis

La culpa es la alternativa oculta de Satanás, como cristiano no te sientes pecador pero te sientes CULPABLE.
Una de las cosas que odiamos de conocer a Dios es que nos hace sentir culpables, y es incomodo sentirse culpable cuando toda tu vida has creído que no lo eres. Es super difícil de admitir.
Hay una culpa buena y hay una culpa mala, cualquiera de las dos nos hace sentir desgraciadamente incómodos, sucios, asquerosos, y es como cuando te das cuenta que no pusiste desodorante en tus axilas mientras estás a 40 minutos de la película en el cine, el día de tu primera cita... bueno... un poco peor.
La culpa buena es como una luz roja, es una alerta, es lo que te hace sentir que es suficiente y que necesitas arreglar las cosas. Más que hacernos sentir mal nos alerta y nos lleva al punto donde buscamos una solución. Al deshacerte de esa culpa mediante la búsqueda de una salida te sientes aliviado, libre, te sientes limpio.
La culpa mala (ponle otro nombre si quieres: culpa "a" o culpa "número dos") es aquella en la que aún estando resuelto el problema seguimos sintiéndonos mal. Es como comernos un plato de cebollas y habernos cepillado pero seguir con el sabor en la boca.
Hay momentos en que la culpa es esencial, es como la alarma. Pero hay un momento en que la exageración de esa culpa nos lleva a la desesperación, depresión, y a la inmensa tristeza de una aburrida vida espiritual. Brian McLaren dice en su libro "Adventures in Missing the point" que: La imaginación, es buena, pero fuera de control es esquizofrenia. El miedo es saludable, pero fuera de control es paranoia. Ser sensible es un regalo precioso, y la ira es una emoción esencial, pero fuera de control ambas te llevan a la depresión."
Fuera de control la duda te convierte en un ser amargado.

Muchos cristianos sufrimos de CND (Culpa Número Dos). La malvada sensación de que las cosas nunca se han resuelto, de que Dios nunca nos ha perdonado o de que Dios nunca nos va a perdonar. Es la consecuencia de reducir a Dios a montón de reglas, o a juez de medio oriente:
Caso 1: Robaste.
Solución a Caso 1: Te cortamos la mano

Caso 2: Mentiste
Solución a Caso 2: Te cortamos la lengua
(si quieres te doy un link a una enciclopedia de casos)

Esto está estrechamente ligado a desconocer que es la gracia de Dios. Porque siempre se nos ha enseñado cuales son las reglas, pero muy pocas veces se nos ha enseñado que significa: LA GRACIA.
El propósito de Dios no es que te sientas culpable, el propósito de Dios es que "tengas vida, y vida abundante". El propósito de Dios no es que te sientas preso de su despiadada ira por haber pecado, el propósito de Dios es que conozcas que en inmensa naturaleza, tan inmensa que nunca vamos a conocer en totalidad hay algo que está en todas partes y es su Gran Amor.
Mike Yaconelli decía que de niño nos cohíben de tantas cosas (como por ejemplo colorear fuera de las líneas) que cuando adultos nos convertimos en personas frívolas, correctas y aburridas. ¿Por qué será que Dios quiere que seamos como niños? Los niños rompen cosas, hacen desastres, le parece gracioso rayar las paredes, se hacen pupú en los pantalones, rompen los libros de sus tíos (aunque mis sobrinos no) y un millón de desastres más.

Dios es la tía buena que después de haberme escondido por dos horas por haber embarrado mis pantalones de pupú (caca, fecal), me encuentra, me dice que no es nada, me limpia y luego vemos televisión mientras bebemos Coca Cola™.

1 comentario:

Anónimo dijo...

MANO! HEY! I totally agree! Prolonged guilt is when we don't give it all up to God realizing that He is sufficent...they are lies from satan that callous us from feeling and understanding God's love and grace so that we can move on and be productive people.