lunes, marzo 26, 2007

¿SOLO NOMBRES? (Parte 2 de 2)

La cosa es que, los nombres que también usamos y los que, algunas otras comunidades que tienen el mismo “problema” que nosotros usan como variantes, pueden caer en el mismo uso. Estaba hablando con un amigo argentino que está de visita en mi casa, y quien trabaja en una librería cristiana en Buenos Aires. Hablábamos de todo, pero también me contaba de algunas situaciones jocosas que ocurrían en la librería con ciertos cristianos, como:
- Che, ¿por qué no me das la Biblia verdadera? Esa que dice “Reina-Valera” – dice una señora.

La cuestión es que me dice que el término “Siervo” ha venido a sustituir el término “ministro”. Alguien que antes llegaba y decía: “¿No tenés descuentos para ministros?” Ahora dice: “Che, chavón… ¿no tenés descuento para “siervos”?” Dándole así un sentido macabro a una palabra que ha sido utilizada para poder borrar de nuestra memoria las situaciones incómodas que fueron provocadas por portadores de ciertos nombres que no queremos mencionar. Calculándolo bien, en algunos años la palabra “Siervo” sonará tan despreciable para algunos como “culto” o “ritual” o… iglesia.

CS Lewis, en su introducción a Mere Christianity, dice:
“La palabra caballero originalmente era un gran reconocimiento; uno que poseía un cuarto de armas y muchas propiedades. Cuando llamabas a alguien ‘caballero’ no estabas elogiándolo sino confirmando un hecho. Si tu decías que él no era ‘un caballero’ no estabas insultándolo sino dando información. No había ninguna contradicción diciendo que Juan era un mentiroso y un caballero, cuando tampoco hay contradicción diciendo que una persona es un cretino y un Ingeniero exitoso. Pero luego vinieron personas que decían- tan correctos, caritativos, espirituales, sensibles, tan lo que sea pero innecesariamente- ‘Ah, ¿pero seguro que lo más importante de un caballero no es que tenga un cuarto de armas y muchas propiedades sino como se comporta? ¿Seguramente existe un verdadero caballero que se comporta como los verdaderos caballeros se comportan? Entonces en ese sentido ¿seguro que Edward es mucho más caballero que John?’ Ellos estaban bien. Ser honorable y cortejar y ser valiente es, por supuesto, mucho mejor que tener un cuarto de armas. Pero no es lo mismo. Lo peor es que no es una cosa en la que todos estamos de acuerdo. Llamar a un hombre ‘caballero’ en este nuevo, refinado sentido, se ha convertido, de hecho, no en una forma de dar información acerca de él, pero en una forma de elogiarlo: negar que él es un ‘caballero’ es una forma de insultarlo. Cuando una palabra cesa en su función de ser un término que describe y pasa a ser un término de alabanza, no dice mucho sobre su objeto: solo te dice la actitud del que la menciona hacia ese objeto.

Yo he tomado una decisión: No me importan los nombres, probablemente usaré los que siempre se han usado y me tomaré la paciencia de explicar durante mucho tiempo que significan, por qué se usaron en el principio, y cuál es la responsabilidad de usar esos nombres. Después de todo, son sólo eso nombres, si tienes el nombre y no usas las funciones que vienen con el nombre entonces, no sirve, pues: “Cuando una palabra cesa en su función de ser un término que describe y pasa a ser un término de alabanza, no dice mucho sobre su objeto: solo te dice la actitud del que la menciona hacia ese objeto.”

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos Fausto. Si continuamos con esta tendencia de regalar los nombres en vez de explicarlos sucederá una de dos cosas: o nos quedaremos sin palabras o tendremos que utilizar cientos de ellas para aclarar de qué estamos hablando en cada momento. A fin de cuentas, todas sufren desgaste, pero la solución no está renegar, sino llenarlas nuevamente de significado.

Muy buena serie.

Anónimo dijo...

Buen punto! Seguramente Fla o tu esposa también, te contó que en Argentina los jóvenes redujeron su español a 200 palabras, entre las cuales todos llevan el mismo nombre: "Che, bolooo"... Es un mal en el desarrollo de la lengua en tanto que el desuso de ciertas palabras las hacen quedar en el arcón de la abuela. Pero también valorizar por demás otras, como SIERVO... siervo es servicio y muchos lo tienen como el "unigido intocable, inmáculo y lejano"...

Hay que pensar ¿verdad? gracias Fausto siempre me ayudas a pensar!

Lizzie

Fausto Liriano dijo...

Rafa: Sorry que no podre ir hoy... me parece muy buena idea lo de los estudios alla, hasta me emocione!! pero los lunes son los dias de reposo de la Iglesia Familiar Liriano, y eso hay que respetarlo, cuando hagas uno fuera de los lunes soporto!!! Estoy 100% de acuerdo contigo, hay que tomarse la paciencia de rellenar de significado a algunos nombres y explicarlo, por qué lo usamos, por qué ese nombre... pues lo que pasa con ese pasara con otro... no? Creo que historicamente hemos aprendido lo que pasara con cada nombre. Quizas una buena enseñanza de humildad a lo Biblico, nos haga bien... ¿No?

Lizzie: Tuve muchas conversaciones copadas con Fla y Andre... y lo de los adolescentes de alla... ya lo vivi!!! No entiendo a mi cuñada que tiene 15 años! Nada! Cuando esta hablando con otros adolescentes esta hablando en otro idioma... Creo que los cristianos sufrimos de "adolescentismo" en el uso de palabras, y hay que trabajar eso, subir nuestra cantidad de palabras a mas de 200 y poner al nivel las que hemos sobrevalorizado...
Cuidate y nos vemos pronto!!! ¿cuando vienes a Santo Domingo?

Natanael Disla dijo...

Muy interesante serie, Fausto. Fíjate, una experiencia personal: antenoche fui con Casandra al concierto "Gratitud" de Nux, en el Cinema Café. Resulta que tenía más de un año que no asistía a conciertos de rock general.

Cuando me encontraba con varios viejos amigos, experimenté una sensación interesante: mi jerga y vocabulario habían cambiado; sentía como si mi vocabulario no encajara con el de ellos. Y es que cuando te alejas de un grupo y retornas de nuevo, te traes contigo toda tu jerga y vocabulario aprendido durante la ausencia, y experimentas una sensación que podríamos llamar "realidad palpable de la desvocabularización".

Entonces pueden ocurrir dos cosas en el individuo:

1. O sucumbe y desecha la jerga actual (su identidad) y adopta la nueva jerga grupal, o

2. Continúa con su misma jerga e identidad, mezclándose sin sucumbir a la misma.

En este último caso sucedería en el individuo un potencial líder aglutinador dentro del grupo en sí. Sólo los que lo entienden aglutinan a los demás.

Asesor Homeschooling para Chile dijo...

La última frase resume de manera excelente todo. Más de acuerdo no podría estar.

Muy buen blog.

¡Bendiciones!

Fausto Liriano dijo...

Nata: eso es asi, despues que uno dura un tiempo fuera del "mundo" cuando volvemos se nos hace dificil comunicar el evangelio porque estamos muy subculturizado, no es culpa de nosotros solo que el ambiente nos infecta...

St. JOse: Gracias... bendiciones a ti tambien! a mi me encanta esa frase...

Anónimo dijo...

Ja!... ya recibirás una llamada desde el aeropuerto de una mujer perdida en Santo Domingo que diga: «Fausto, soy Lizzie ¡venime a buscar!» jajajajaa...

Dios sabe que deseo conocer tu país, hermano! Cuando suceda te aviso, pero un toque antes de llegar a Santo Domingo, onda que tengas tiempo de huir despavoridamente!!! jajajaja

Bendiciones, Lizzie

Fausto Liriano dijo...

Lizzie: no te preocupes! llega...
Dios te bendiga