miércoles, julio 29, 2009

¿QUE NOS HEMOS HECHO?

La respuesta instantánea a la miseria, el dolor y el sufrimiento que vemos alrededor es: "¡DIOOOOS! ¿Dónde estás?"; y basados en esta premisa muchos niegan su existencia. Pero últimamente, meditando en el asunto, y pensando en la desgracia que es tan común en ciertas areas de mi país, en este señor que tiene que vender hasta muy tarde en la noche cualquier cosa en la calle para poder comer o mandar sus hijos con algo en el estómago al colegio, o en el niño que vi anoche frente al malecón (mientras comía sushi y bebía mate con mi esposa, ¡qué combinación, mate-sushi!) empujando un carrito con dulces y chocolates a ver quién le compraba, o en la madre que tiene que planchar, lavar en dos o tres casas al día para poder enviar a sus hijos a la universidad, y no pienso en Dios, pienso en: ¿QUE NOS HEMOS HECHO NOSOTROS MISMOS?

Es muy fácil echarle la culpa a Dios, pero para mi eso es como lavarse las manos, como no querer nada que ver, como imaginar que esto no existe y que no tenemos parte con esto. Porque somos nosotros que nos hemos impuesto sufrimientos unos con otros, es nuestra falta de generosidad, nuestra gula, nuestra avaricia que sumerge a otros seres humanos en la miseria total y que hace que tenga que vivir de esa manera porque algunos se sirven de ellos y se chupan la sangre de mucha gente que muere sin disfrutar un sorbo de la jodida esperanza. Lo veo en sus caras: futuro, no hay, y si lo hubo se desvanecio y pasamos los últimos años de nuestras vidas con la mirada perdida en aquello que anhelábamos como la meta pero que en algún punto... falló.

Sí, escápate de la culpa y échasela a Dios. Cuestionalo cada vez que veas que el hambre azota muchas zonas a solo unos kilómetros de tu casa, o cuando un huracán destruye un area donde viven personas en pedazos de cartón que llaman casas, o cuando una niña tiene que prostituirse porque un desgraciado, al que llamaba padre, no tiene para beber más ron o simplemente no quiere trabajar. ¡Anda! ¡Cuestiónalo! Como siempre.

Estoy harto de libros sobre "revolución en la iglesia", sobre "hagamos algo", sobre "conversaciones emergentes"; y mientras perdemos el tiempo poniéndonos de acuerdo la miseria sigue subiendo y ¿qué carajo nos hemos hecho? ¿algún día la iglesia mirará a la multitud y se sentirá mal porque son como ovejas que no tienen pastor? ¿algún día tú, después de tanto pensar en ti mismo y en las vainas que no tienes, mirarás a tu closet y darás la mitad de tu ropa? ¿algún día después de pelear tanto con la iglesia dejarás de pensar en ti mismo y serás la iglesia para alguien? ¿algún día tú que lees tantos libros sobre la oración o que pagas tanto dinero por un seminario de liberación te detendrás en la calle a orar por alguien que de verdad lo necesita? ¿no lo ves en su cara?

Algún día te detendrás y sacarás tu corazón delante de algunos amigos y le dirás: "¡Man! Pero, ¿qué nos estamos haciendo?"

6 comentarios:

Fray Marcos dijo...

"La desigualdad empezó cuando un hombre puso un cercop a un pedazpo de tierra y se lo apropio..." decía Rosseau.

Y la frase termina:"...y los demás hombres fueron lo suficientemente idiotas como para creerlo."

Un abrazo. Paz y bien.

Gustavo Román dijo...

Hasta ahi totalmente de acuerdo, pero si le ponemos apellido al escrito, basado en lo antagonico, me parece que asi como es necesario asumir los errores sociales como hijos de decisiones erradas llevadas a cabo por la sociedad (en completo libre albedrio), asi mismo como Dios no tiene nada que ver con nuestros fracasos y penurias; por los mismos argumentos entiendo que Dios no tiene que ver con nuestros exitos y venturas.

Pues, si Dios respeta nuestro libre albedrío, dejandonos tomar decisiones que nos van a joder, porque no ha de respetarlo cuando las mismas seran de propio provecho?

Choca!, dado el escenario; pero esa solo es una humilde postura.

Un abrazo,

Senderos dijo...

Por tu excelente espacio tienes un merecido Premio Blog Dorado

http://blogdepoder.blogspot.com/2009/07/premio-blog-dorado-blog-de-poder.html

Saludos desde Panama

Deivi Escribidor dijo...

Te ganaste un premio. Qué bien. Raro cuando hablamos de miserias en el mundo y ganamos premios.

Fray Marcos dijo...

Gustavo, Rosseau en ningún momento se mete con la cuestión del libre albedrio. Dudo mucho que un tipo creyente como era él en Dios pateara contra esa creencia...

No se, que se yo. Me pasa a menudo encontrar gente que critica sobre la base de un texto que un compilador leyo una vez. Pero el caso es que Rosseau en ningún momento toca la cuestión religiosa prque esa cuestión del libre albedrio pertenece a un a corriente filosófica de 200 años atrás más o menos de este pensador.

En todo caso en ningún momento traté de meterle la culpa a Dios. Creo que las desigualdades sociales no surgen de Dios sino de una ética contraria a Dios, quese apropia del mensaje, como lo fue la derecha neoliberal del continente latinoamericano.

Gustavo Román dijo...

No me referia a Rosseau...me referia al escrito de Fausto sobre el cual opinaste inicialmente.

De todos modos, gracias por molestarte y opinar.

Un saludo,