lunes, febrero 12, 2007

... O DISCIPULO... 04

¿ABAJO LA IGLESIA? 19
Sección 8 - Parte 4


¿Qué dice Cristo acerca de esto?
Bueno, Cristo tuvo su propia versión de “discípulos consumista”, si es que acaso existe alguien que es discípulo y consume otra cosa que no es la que le da el Maestro. El problema es que, a diferencia de cómo nosotros lo hacemos, El los llamó por su nombre. ¡Jajajajaja! A veces leo las cosas que Jesús les decía a la gente y me sorprendo que todavía mucha gente quería seguirle. Después de haber hecho el milagro del pan y los peces, Jesús se encuentra con que los seguidores se les habían multiplicado (les aseguro que había más seguidores que los 5000 hombres más mujeres y niños que había en esa tarde cuando les dio pan). No sólo eso, les seguían por todos lados. Cuando finalmente lo encuentran, Jesús les dice:
"Ciertamente les aseguro que ustedes me buscan, no porque han visto señales sino porque comieron pan hasta llenarse.
Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación." (Juan 6:26, 27)

Hasta ahora todo bien, parece que habían entendido y aceptado el hecho de que el pan les había provocado un hambre más de “buscar” las cosas “espirituales”. Hasta hacen una pregunta que puede parecer sincera:
“¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige?” (v. 28)
A lo que Jesús responde: “Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien El envió.” (v. 29)
La cosa es que, eso no es lo que ellos querían:
"¿Y qué señal harás para que la veamos y te creamos? ¿Qué puedes hacer? --insistieron ellos--." (v. 30)
Esto es como diciendo: “Ok… ok… tú eres el enviado, pero haste algo… algo que nos llene los ojos, algo que no nos haga dudar, algo que nos requeteratifique que Tú eres…”
Para rematar: “Danos siempre de ese pan.” (v.34)

¡Man! ¿Es que ellos, y algunos de nosotros, no entendemos el punto? Y el punto aquí es el punto de la fe (con un poco más de puntos nos ganamos un pasaje aéreo. Al menos que no encuentres que hay algo mejor que seguir a Cristo (aunque no haya señales) entonces no eres digno de seguirle… punto.

Siempre he admirado la posición de estos jóvenes frente al horno de fuego, que se narra en Daniel 3: “Dios nos librará, y si no, como quiera no nos postraremos” (paráfrasis mía). Pero no, tenemos que ver, nos tenemos que llenar, nos tenemos que saciar, y parece que la última cosa que queremos es creer, tener fe o tener interés en las enseñanzas “cambia-vidas” de Jesús.

Ese día, fue de baja para el ministerio de Cristo, muchas personas dejaron de seguirle (Juan 6:66… con el número del diablo y todo, ¿coincidencia? Espero la respuesta de algún numerólogo), y ya no andaban con El. Desde el punto de vista humano, el ministerio de Cristo estaba en crisis, la gente se iba, “puede ser que no enseñe la verdad”… “está loco” – decían. Pero para Cristo, ¿qué baja? El no contaba por la cantidad de personas que le seguían, en sus propias palabras El sabía en quienes estaba el seguirle y en quienes no, así que el contaba no con los miembros, sino con los discípulos.

Cristo no estaba con los nervios de punta, loco por conquistar el mayor número de seguidores, tenía una misión que cumplir: fortalecer el corazón de sus discípulos. Hasta el día de hoy, parece que no entendemos eso.

(Continuará... y en poco terminamos... uff!)

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