52- ¿LOS DENUNCIAMOS O CALLAMOS?
Dándome la vuelta por el "Blog Mundo", me he dado cuenta de lo común que es usarlos como forma de denunciar lo que el bloguero entiende está contaminando al pueblo de Dios. Algo que de forma moderada no encuentro nada mal, yo mismo he denunciado exageraciones y tolerancias malvadas que afectan de alguna forma al pueblo de Dios, y he apoyado a amigos de la blogosfera que hacen lo mismo ante situaciones en las que no podemos estar callados. Pero... pero... hay personas que han dedicado su tiempo a una caza de brujas interminable, llevándole la vida hasta el último pastor, "salmista" o apóstol, y me recuerdan más a una revista de esas españolas (con el perdón de mis amigos europeos) que se encargan de llevarle la vida a la realeza y al artístaje, que a una página donde iría por edificación. ¿Estarán esas personas tranquilas? ¿Tendrán tiempo para otras cosas dignas del Reino de Dios?
Por un lado, pienso que hay mejores cosas en las cuales invertir el tiempo que pasarme la vida viendo en que Benny Hinn gastó el dinero o la última barrabazada que Joel Osteen dijo en Larry King, por ejemplo: ver Heroes los lunes en la noche o llevar a cenar a tu esposa a una fritura en la playa (o a un restaurant, pero ¿y si a nosotros nos gustán los tostones?) o llevar tu perro a hacer pipí o limpiar la cajita de arena de tu gato antes de que a tu hijo le de toxoplasmosis. Pero por otro lado, estoy muy pero muy consciente de que hay cosas que debemos denunciar, y hay que advertir a un segmento del pueblo de Dios que sigue ciegamente estructuras que están dañadas, y de gente que " hacen alarde de lo que no han visto; y, envanecidos por su razonamiento humano, no se mantienen firmemente unidos a la Cabeza." (Colosenses 2:18-19) En ese caso, ¿qué hacemos? ¿cómo encontramos un equilibrio?
4 comentarios:
No me considero un ejemplo a seguir, pero creo que si...hay que denunciar esas cosas.
Un abrazo.
Woha Loco!
Carlos González tiene un post(en Poder en Línea) que se relaciona un poco: Estamos matando a la iglesia, en el que he comentado.
Creo que no se trata de "apedrearnos" alegremente (o punitivamente) tratando de preservar "la santidad de Dios expresada en la iglesia"; sino más bien considerar si lo que escribiremos edifica a la iglesia en amor (y si, en amor a veces también se sueltan coscorrones. Ja!)
Un abrazo y por cierto ya vi la foto del post 53 y ¡Hasta pareces pastor!
Aquí en España, que también tenemos "cabecillas de la secta de los nazarenos", y "promotores de sediciones" ;-) Estamos hablando mucho de eso también.
Julio, Jairo y yo estamos dandole vueltas a un proyecto... y no me deja de sorprender el "mismo sentir" que el Señor pone en nosotros.
Realmente increible, el post de Carlos, el nuestro querido "perro", el tuyo, lo escritos por Julio, los mails que nos hemos cruzado...
Increible
Es un placer ser parte de la iglesia que somos
Yo estoy harto de tantas críticas; de usar los púlpitos y espacios como lugares apologéticos; de creer que se tiene la verdad y que el Otro no. Mejor huyo de eso y me refugio en gente que trata de construir nuevos rumbos en donde el hacer sea lo que prime y no la superioridad y exclusividad religiosa.
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