RESPUESTA A LA MONJA

Aquí está la respuesta al comentario que la Monja-Guerrillera hizo al post anterior. Decidí ponerlo aquí por ser un poquito largo y porque complementa el tema anterior:

Mucha razón, buen comentario… Es lamentable como esta división que explique en estos dos post se vió también reflejado en la Reforma. Por ejemplo: la reforma que encabezó Lutero, fue más una posición revolucionaria ante los abusos de la Iglesia Católica Romana cuyo punto de ebullición máxima fueron las indulgencias. Pero si buscamos una reforma de la espiritualidad estoy de acuerdo con los críticos que expresan su temor de que en esta área Lutero se quedó a medio camino. Como Walter Nigg escribe: “Fue desafortunado, penoso y deprimente que ninguna reforma de la vida tuviera lugar en la reforma.” No fue un tiempo de “avivamiento espiritual” como a veces se nos enseña en los libros de historia. ¿Qué efecto tuvo? Que millones de católicos nominales se transformaron en millones de protestantes nominales.
En ningún caso estoy echando por el piso los logros de la Reforma encabezada por Lutero, que en terminos teológicos e institucionales fueron grandes como años de desarrollo de la iglesia lo han afirmado. Pero fue necesaria otra reforma, que históricamente es clasificada como “Reforma Pietista”, que puso el punto espiritual y de comunión en que Lutero habia fallado. El Pietismo enfatizaba en la devoción del corazón, una nueva relación con la Biblia, regeneración, seguridad de salvación, evangelismo y santificación: era una reforma de la vida espiritual, como su principal precursor lo afirmo: TOMARSE EN SERIO EL ASUNTO DE SER CRISTIANO (Spener).
Cool! Fausto… muchas palabrerías. ¿A qué punto quieres llegar?
A que no debemos cometer el mismo error. Muchos de nosotros luchamos revolucionariamente contra estructuras que, a nuestro entender, afectan el desarrollo del cuerpo de Cristo, dándole un crecimiento amorfo. Ser revolucionarios-espirituales (místicos, como lo llame yo: monjes y monjas guerrilleros como mi amiga se hace llamar) es la esencia de lo que necesitamos para no estar recogiendo errores del camino.
Gracias por tu respuesta querida amiga.