108- RIDICULEZ CON UNA MISION 01
A nadie le gusta hacer el ridículo. Mucha gente tiene pesadillas haciendo el ridículo. Como aquella vez que me soñé que llegué desnudo a la universidad. Corría a través de todo el campus desnudo (en vez de entrar a un lugar cerrado y pedir ayuda... ¡gracias!), algunas personas me miraban y otros no. Desperté sudado y cansado. Ah... y no ha sido la única vez que he soñado esto (quizás sea un deseo oculto.... ¡jejejejeje!). Es uno de nuestros más grandes temores: hacer el ridículo.
Ahora, Dios nos acepta no por ser especiales sino por ser ridículos. Sea lo que sea que pienses, lo que más tememos es lo que somos. Pero esa ridiculez es con una misión:
“Hermanos, consideren su propio llamamiento: No muchos de ustedes son sabios, según criterios meramente humanos; ni son muchos los poderosos ni muchos los de noble cuna. Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos.” (1 Corintios 1:26-27)
Descanso es clave para una vida saludable y feliz. El descanso está destinado a aquellos que han aceptado el llamado de Dios (Hebreos 4). El descanso es saber que nadie puede ridiculizarme porque ya lo soy (o lo he sido) y voy camino al lado contrario.
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