¡100!

Mierkina... llegué. (en el fondo se escucha en el audífono derecho "The Eye of the Tiger" mientras Rocky corre por mi teclado y del otro lado "The Final Countdown" y se entremezclan como símbolo de ejercicio y de victoria... blablabla... jejejejeje). Inicié esta jornada con toda la confianza del mundo de que iba a ser algo fácil para darme cuenta que no siempre es tan fácil. Cuando haces un blog para desahogarte escribes cuando necesitas... desahogarte. Pero cuando tienes un compromiso de escribir (y el compromiso es conmigo mismo y con nadie más), hay días y noches y mañanas donde el asunto se hace difícil. Súmale a eso los días con multiples ocupaciones, los días de mucho cansancio y los días con repentinos problemas.

Todos tenemos algo que decir, y cuando animo a alguien a que tenga un blog (sí, soy un evangelista de los blogs) y que escriba, siempre le digo: "Tú tienes algo que decir, y hay gente por ahí esperando leer que alguien piensa igual o que alguien está pasando por las mismas dificultades, y es de mucho alivio encontrar a alguien que venga del mismo lugar donde vienes aunque sea en la web. Es sádico porque no quieres que otra gente la esté pasando mal para que te identifiques con ella y te sientas un poco mejor, pero al mismo tiempo satisfactorio. Escribe."

Anne Lamott dice que: "Escribir te motiva a mirar la vida más de cerca, a la vida con sus repentinos movimientos y a la vida mientras te atrapa." Y es verdad. Escribir estos 100 me ha hecho estar pendientes de algunas cosas y de decir: "Déjame escribir." Me ha ayudado a ser valiente, en decir cosas que antes pensaba que no debía decir.

¿Qué es lo próximo? ¿Qué sigue? Escribir. No se cuantos, no se nada. Pero escribiré.