domingo, mayo 24, 2009

POST 96: UN POQUITO DE HISTORIA

Viene de los dos post anteriores...

Los primeros discípulos se reunían en las sinagogas, no porque no tenían dinero para comprar templos sino porque ellos veían el cristianismo como la forma de complementar su creencia judía, no como una entidad aparte. Poniéndolo corto el asunto: los judíos no le gustó la idea de "construirle una extensión" al judaísmo, así que arrancaron con perseguir la iglesia. Desde ese momento, y aunque algunos valientes lo hacían, reunirse en sinagogas como cristianos era una provocación, por lo menos en Jerusalén. Así que, el evangelio empieza a esparcirse por todos lados. Cuando los discípulos llegan a una ciudad, ¿dónde van primero? ¡Exacto! A una sinagoga, porque todavía no entienden que los judíos no quieren una extensión de su casa, pero bueno, por lo menos tratan.

Al no poder llevarse con los judíos y la persecución arreciarse por todos los lados empiezan a reunirse en casas. La persecución sigue y de casas pasan a cualquier lugar, incluyendo tumbas subterráneas (catacumbas). Luego a un emperador le dió con que la cruz era chula y cuando la puso alante de su ejército ganó, y ¡bing bang! De la noche a la mañana, el cristianismo (ya muy popular por todos lados, pero era algo así como la música indie: comercial pero no "comercial", digamos que underground) pasa a ser la religión del imperio, y ahora en una posición de poder se "organiza". De ciudad en ciudad se expande, y la espada y la lanza convirtiéndose en los mejores predicadores de esa época, algunos se "convierten" al cristianismo pero secretamente conservan sus creencias paganas en sus casas y en lo secreto (incluyendo gente que luego pasaron a ser pastores, obispos y diáconos), dándole a la iglesia un toque frío y de obligación, perdiendo esta en ese proceso (que ya llevaba algunos años) su carisma, y sumándosele las costumbres paganas en orden de no perder adeptos.

En ese tiempo muchos se convierten en boceros del Reino pero, estos reformadores de antes de Lutero, son aplastados por la espada que los acusa de paganos o integrados a la iglesia en altas posiciones. Este es el período de la iglesia que más le gusta a recordar a los ateos, principalmente cuando beben whisky en un bar (perdón... en un pub): "Si, la iglesia es asesina, inquisidora, convierte a la gente obligatoriamente y quema brujas, etc..." ¡Ah! Los ateos y la melancolía.

Llega la reforma y aleluya, pero la iglesia simplemente "mejora" su teología, o por lo menos se abre paso a que hasta el día de hoy podamos conversar de este tipo de cosas. Todo lo otro sigue igual, y unas decenas de años después las instituciones que una vez atacaron desde abajo (iglesias reformadas) ahora son las que oprimen con la ayuda de los gobiernos que por conveniencia se unen a ellas. Volviéndose en instituciones frías y burocráticas. Todavía hoy estamos recuperándonos del palo que nos aturdió al robarnos, y al levantarnos (algunos) preguntamos "¿qué pasó?"

En todo ese tiempo de historia se pierde: la comunidad, la espontaneidad, las tradiciones auténticas de la iglesia (si es que eso existe, les puedo asegurar que la mayoría de nuestras tradiciones actuales son más reacciones o contrapropuestas que otra cosa), el gobierno de siervos, la iglesia como la gente que construye con sus dones la comunidad de los santos. Se adoren las super estrellas, y en vez de estar concentrada en Cristo se concentran en un personaje al que todos miran de frente sin ni siquiera mirar a los lados o tocarse los hombros, y quien si cae se lleva la mitad que lo buscaba a él y no a Cristo.

continúa Wilfrido... faltan dos días y 4 post para terminar los 100.

No hay comentarios: