lunes, enero 16, 2006

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Tanto los finales y las entradas de año para muchas personas tienen un significado, diríamos que místico. No es sólo la navidad que contiene “la magia” de hacer sentir las personas en amor, de comprar regalos hasta a la tía que odias y al sobrino jodón, sino que al final del año comes sin parar, bebes como loco y haces lo que puedas hacer porque al llegar las 12 de la noche y los fuegos artificiales se acercan al cielo, mientras toda la familia brinda, dejas de ser quien eras y te propones ser otra persona, alguien mejor, una especie de ceniciento o cenicienta moderna, pero al inverso, toda la porquería que no has dejado, que no quieres ser y que te molesta (aunque te guste) debe desaparecer con un deseo, con una promesa de cambio, con un voto de que este año a partir del día primero y las 7 a.m. (tenemos toda la madrugada para darnos el último gusto):
1- Ya no serás el gordo comedor compulsivo de siempre.
2- Vas a ser mejor novio o novia.
3- Tu adicción al sexo va a desaparecer.
4- Vas a dejar de hablarle mal a tu mamá.
5- Le vas a prestar el desodorante a tu hermano, quien también va a usar tu t- shirt.
6- Vas a terminar la universidad y a pasar el año sin quemarte.
7- Vas a dejar de hacer chivos.
8- LA MAS FAMOSA DE TODAS: Voy a mejorar mi relación con Dios, que incluye mejorar mi tiempo de oración, leer la Biblia, ayunar, ofrendar, etc.

El problema es que muchas de estas cosas son simples deseos. Quizás ni siquiera queremos cambiar, pero hay una tradición anual, aparte de algo “mágico”, sobre este día de principio de año. Y después de 5 o 6 días, máximo dos semanas:
1- Las dietas te hartaron.
2- Tu novia ta greñua, no hay porque ser buen novio si esta no se cuida.
3- Te jartate y pusiste la página aquella de internet con la rubia en tanga.
4- Le mentas la madre a tu mamá tan rápido que ni te das cuenta que estas maldiciendo a tu abuela.
5- Le pones picante al desodorante para que tu hermano le de una vaina y lo deje de usar, aparte de que le pusiste llave nueva al closet.
6- Durante toda la semana ni has ido a la universidad.
7- No estudiaste porque estabas en el play anoche (con lo cual no hay nada de malo) y por lo tanto te tuviste que fijar.
8- Y ya no sabes que orar, la Biblia literalmente te jarto, y te encuentras aburrido ese deseo de tener una relación con Dios.

¿Cuál es el problema?
¿Pero si lo deseo con todo mi corazón, por qué las cosas siguen iguales?

Erwin Mcmanus durante la convención de The Purpose Driven Youth Ministry, le dice a un grupo de pastores de jóvenes que: “La actitud más espiritual es decidir. Es cuando decides hacer algo que las cosas empiezan a suceder, que el cambio sucede.”

¡Y sí!: no sabemos la diferencia entre desear y decidir.

Cuando se trata de cambio la Biblia no habla de deseo sino de movimiento, incluso al hijo pródigo, el tiguere más mencionado en la Biblia después Jesucristo y el rey David, tuvo que decidir moverse para que su vida llegara al cambio, si se hubiese quedado en el deseo de que: “wow! Tan bien que ´tan lo tiguere en la casa de mi padre y yo aquí pasando la de Caín…”
Si el no hubiese decidido, es probable que nunca hubiésemos escuchado su historia.
Es la decisión lo que va a provocar cambio en tu vida no los buenos deseos.

Otro pasaje que nos abre el entendimiento al respecto:
Efesios 4:25-5:4

Uff! Cuando leemos estos versículos en ningún momento el cambio se debió a la repetición de palabras mágicas ni de oraciones especiales, o de un deseo el día específico en que empieza el año.
Uno de los versículos que me ha dado más duro a mi mente durante los últimas semanas, se encuentra en Filipenses 1:18. Pablo está preso, por causa del evangelio. No es la primera vez, pero eso no indica que él deba estar acostumbrado a esto, no creo que ni las torturas ni las cárceles sean los momentos más agradables después de que estés acostumbrado. A esto de la cárcel y algunos latigazos de rutina del soldado, que le dice: “Na man! Tú sabe que son 39, pero como ya son 4 veces en esta cárcel te voy a dar 37, aparte que es navidad, tu ve… discúlpame, ahí le voy… uno! dos!”; se le suma que algunos aprovechan para criticar el ministerio de Pablo y para desacreditarlo, con la única intención de sacarlo de escena y convertirse en predicadores más famosos que Pablo, cuyo nombre era mencionado mucho entre los cristianos de ese tiempo. Imagínate, algunos amigos y “hermanos” aprovechando la cárcel tuya para joderte la vida… no me sorprende, algo típico, lamentablemente entre nosotros los cristianos.
¿Cómo se sentiría Pablo?
En la versión The Message de la Biblia dice: “¿Cómo voy a responder a esto? Yo he decidido que no me voy a preocupar por sus motivos…”
¡Wow! Yo he decidido. No que Dios me dijo, ni que Dios trató, ni me motivo, YO HE DECIDIDO.
Entiéndanme, en ningún momento intento minimizar la participación de Dios en las cosas que suceden en tu vida, lo que si te quiero decir es que Dios hace su trabajo SIEMPRE, ¿pero nosotros?
Lamentablemente la culpa siempre la tiene Dios:
“Yo te pedí…”
“Yo oré…”
“No me dijiste que…”
Pero es que los deseos son eso: la esperanza de que algo cambie. La decisión es: “voy a hacer algo para que esto cambie…”
A Abraham se le ofreció la tierra prometida pero tenía que hacer algo: “vete de tu casa y de tu parentela…”
Aún el paralítico de Betesda, nunca podía recibir sanidad porque no podía moverse, y aún apareciendo Jesús este paralítico tuvo que ejercer la acción: “Levanta tu lecho y anda…”
¿Qué te estoy tratando de decir?
Te quiero decir que hasta que no ejerzas movimientos violentos para resolver las cosas en tu vida nunca, pero nunca va a ver un cambio… nunca el cambio va a ocurrir.
La Biblia es enfática en cuanto a estas cosas:
“El que robaba que no robe.”
“El que chismeaba que no lo haga.”
“Estás mal con tu hermano, reconcíliate.”
“Tu relación con Dios no anda bien: entonces has algo.”
A todas las iglesias en el Apocalipsis se les exigía moverse. Nunca se le dijo oren a ver que sucede… sino que si quieren algo, si quieren cambio entonces hagan…
Las cosas en nuestras vidas tienen que dejar de ser mágicas, sino intencionales, porque el Espíritu YA ESTA EN NOSOTROS para ayudarnos a trabajarlas, pero sino las trabajamos nunca vendrá la ayuda, porque la ayuda exige que ya haya un trabajo iniciado.
¿te quejas?
La Biblia nos dice que:
Filipenses 4:6 (Nueva Versión Internacional)
"No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias."
¿Estás triste?
Entonces lo que la Biblia nos dice es: ALEGRENSE…
¿Quieren que el chisme se acabe?
Dejemos de chismear, veamos al hermano con amor, con pasión. No esperemos nada malo de alguien, no persigamos a nadie para ver en que falla, sino sobrellevemos nuestras cargas en un acto de amor, acto de amor que nos distingue como hijos de Dios de todas las demás personas.
¿Te sientes perseguido por ser cristiano?
Lamentablemente eso no va a cambiar:
Filipenses 1:29 (Nueva Versión Internacional)
29Porque a ustedes se les ha concedido no sólo creer en Cristo, sino también sufrir por él…
Es un gozo poder disfrutar el sufrir por el Señor. “¡Pero Fausto Liriano estamos en pleno siglo 21, esas cosas son de otra época de seres animales!” Hay todo tipo de persecución y presión social, el gozo del Señor es sufrir y poder dejar de hacer lo que tenemos que dejar de hacer a causa de El. Si no estás dispuesto a eso, tampoco eres digno del Reino de Dios.
Son palabras fuertes, pero es la pura realidad.
Cada año trae sus retos, y con esos retos el deseo de que las cosas cambien y que no la cometamos como siempre lo hacemos. Pero ese deseo es nada sino decidimos y nos movemos al cambio.
A cada pregunta de nuestra vida una acción es la respuesta, aceptemos lo que somos y vamos a tomar lo que Dios ya nos ha dado.
Dios les bendiga.

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