AUTOFARISEO™

"Cuando encontremos que nuestra vida religiosa nos haga sentir que somos buenos - sobre todo que somos mejores que alguien más- pienso que debemos darnos cuentas que estamos actuando, no de parte de Dios, pero del demonio. La verdadera prueba de estar en la presencia de Dios es, que te olvides de quién eres de una vez por todas o te veas a ti mismo como un pequeño y sucio objeto. Creo que es mejor que te olvides de quién eres de una vez por todas."
CS Lewis (Mere Christianity)

Cuando leí esto por primera vez fue como toda una nueva revelación (aunque no lo sea). Pero es sorprendente ver como la vida cristiana se convierte en una "competencia pía" de quien es el mejor o el más bueno, y a veces fuera de ser competencia nos creamos dentro de nosotros mismo la convicción de que somos mejores o más buenos que alguien más.
Eso trae de por si chismes, juicios a otros hermanos, hasta nos dejamos de hablar a modo de no contaminarnos. Y pienso (quizás otra vez) en los pobres fariseos, tan juzgados, tan mencionados en nuestros mensajes; pero como si tuviésemos los oídos tapados con tantas preconcepciones, no nos damos cuenta que tan semejante somos, y cuan "autopuros' y "autobondadosos" somos.
¿Es ese el propósito?
No lo creo. Cada día más me doy cuenta que el evangelio es para aquellos que no le interesa la fama, que no le interesan las apariencias, las ropas de marca, los carros de lujo, o lo que otros puedan pensar. Sino más para personas que despreocupados y descontaminados del medio ambiente de este mundo, deciden vivir al margen, más para agradar a Dios que para demostrar a otros que bueno y que magníficos y lindos y fabulosos somos.
¿Dónde está esa gente?
No sé.
¿Quiero ser como ellos?
Sí, pero cuanto me cuesta. Mi decisión es serlo.
Sucio y pequeño objeto, no tan bueno buscando agradar a Dios. (CLASIFICADOS HOY)